1. Recuerdos "Falsos"

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Cuando Sue despertó con la resaca de anoche sintió una sinfonía desafinada golpeando los nervios de su cráneo. Se tocó los labios resecos por el alcohol y la mala noche y una ola gigante de recuerdos vinieron a su difusa y adolorida mente. Aún estaba con la ropa de anoche, aquellos pantalones ajustados hasta la rodilla con diseño militar y ese top blanco que apestaba a licor con tabaco. Miró a su alrededor observando la habitación con restos de manchas de dudosa procedencia en la pared y el techo pegadas como insecto muerto en parabrisas, junto a algunos calcetines regados a los que prefería no acercarse, un par de vasos de plástico rojos descansando en el piso alfombrado color caqui ensuciándolo al derramar el poco licor que quedó en ellos. Ella estaba esperando a que alguien apareciera y le dijera que lo que hizo ella ayer nunca lo hizo en realidad y tan solo fue una alucinación por las drogas y el licor juntos que la hicieron viajar a lo más profundo del universo de su extraño y alterado subconsciente difuso e inestable, pero estaba ella sola en la habitación de Teddy envuelta en el edredón color café y con la cabeza apoyada en las almohadas blancas cubiertas con su saliva mientras lo escuchaba a él caminando con sus sandalias de goma haciendo chirridos, probablemente limpiando su casa y preparando algo de desayunar para ella después de la fiesta dura de anoche mientras el leve rumor de una melodía de  una canción de Studio Killer sonaba desde la planta baja. 

-¿All Men Are Pigs?- se dijo a ella misma, intentando adivinar el título de la canción que sonaba a lo lejos, sentándose en el borde de la cama dando el primer bostezo del día .- Quizás pudiera adivinar si es que este idiota subiera el volumen de su estéreo...

Ella se puso los botines negros de plataforma sin dejar de suspirar, atándose las agujetas mientras no dejaba de emanar apestosos bostezos  y se entalló el jean holgado en sus delgadas piernas junto a  la camiseta gris con la que salió de casa para que su madre no se preocupara por ella (o mejor dicho, no la jodiera). Se puso frente al espejo de cuerpo completo de Teddy y observó su menudo y cansado cuerpo con una cara de desgano que hasta a ella misma le sorprendió, distrayéndose por un segundo con las manchas de labial borrosas que ensuciaban el cristal del espejo formando distintos dibujos como corazones y números ilegibles de celular con la frase "llámame" al costado. Dejó la ropa que Teddy le había conseguido para no parecer una virgen ñoña aburrida doblada encima de la cama, quitando unos paquetes de condones abiertos que descansaban en su mesa de noche junto a foto de él con Sue cuando fueron al parque acuático, pensando en la posibilidad de haber dormido sobre un charco de fluidos humanos cuando recordó que ese día ella tragó agua de una de las piscinas por accidente y Teddy le dijo que lo más probable es que ella hubiese tragado agua con sudor, semen y orina haciendo que ella sintiera asco; pero ahora estaba tan agotada que eso no le interesaba. No se asustó ni un poco ver condones abiertos en donde durmió esa noche. No había sido ella la que habría desechado en la cama de su amigo fluidos que no hayan sido sudor, saliva y quizás unos gases que se habían quedado impregnados en las sábanas, ya que Teddy cuidaba de ella si alguien le quería quitar la virginidad sin permiso y ella confiaba plenamente en la protección de su amigo, pero por alguna razón ayer permitió que se besara con...

-Sue, ya despierta y anda a darte un baño, apestas.- Teddy entró al cuarto vestido con unos shorts caqui desajustados y una camisa de surfista junto a una taza con diseño de Los Beatles llena de café caliente y unos buñuelos en un plato que dejó en una mesa de noche al lado de unos cigarros apagados. Todo ese estilo lo hacía verse demasiado homosexual aunque él no lo fuera.- De no ser por tus ronquidos de camionero, hubiese pensado que estabas muerta, idiota, ¿sabes lo jodido que es cargar con un cuerpo y tener plantas "ja ja ja" escondidas en tu jardín?

Ella lo miró entre una mezcla de somnolencia y fastidio fingido, agarró lo primero que halló en la cama, esperando que no fuese un objeto peligroso y se lo tiró, estallando en risas. Él se rió también por el almohadazo y se echó de un salto con su mejor amiga en la cama sin golpearla por el impacto, abrazándola y dándole un beso en la mejilla sin importarle su aliento mañanero o que tuviera restos de saliva seca en gran parte de la cara.

-Teddy...- le dijo ella con seriedad volteando su cuello y posando sus ojos cafés en los de él creando una conexión inmediata entre ambos. Entrelazó sus delgados dedos en los de su amigo, teniendo un montón de dudas y ansiedades creciendo dentro de ella, queriendo explotarle el estómago y el pecho imaginando una escena desagradable de tripas y restos de ella esparcidos en la pared, tal como una escena de la película gore japonesa "Corpse Party", cosa que agravó más su evidente estado de nerviosismo haciéndola tragar más saliva y temblarle el labio inferior. Sue se había prometido que no volvería a pasar, que era una estupidez que tuvo lugar hace mucho y que la lastimó de una manera colosal cuando todo salió mal. Su cabeza le serruchaba la tranquilidad de forma cruel, como si se estuviera burlando de ella o la estuviese castigando por no saber respetar los límites que se había propuesto.- Lo que pasó... ¿por qué...?

Teddy la abrazó con más ternura de la que normalmente expresaba para disculparse sobre lo que hizo. Él sabía que debió haberla detenido en ese momento cuando su amiga se abalanzó sobre Amanda Mount para besarla, apremiada por la presión social junto a algunos tragos de más y unas pastillas que aparecieron en la fiesta sin ser invitadas y que terminaron en los organismos de muchos. Por suerte, nadie tomó fotos ni publicó nada en internet, eso habría sido catastrófico para todos y la situación se les habría ido de las manos. Le calló la boca posando su dedo índice encima de sus labios, haciendo que ella hunda su cabeza en él y suspire.  Odiaba verla así sabiendo que él podría haberla evitado, aunque él sabría que aquel beso era algo que simplemente daba pie a más preguntas sobre la posibilidad de que su amiga sea...

-Duérmete, haz como si eso nunca hubiera pasado ¿de acuerdo, cariño? - le ordenó él, besando la cabeza a su amiga de forma dulce queriendo transmitirle sus más profundas disculpas e intentar descubrir más de lo que ella sentía en ese instante, aunque sería más fácil entrar al área 51 que a los pensamientos más sentimentales de su amiga.

Por alguna razón desconocida para ambos, Sue sólo obedeció y no le importó no sentir sueño. Sólo cerró sus ojos y durmió hasta que el café se enfrió y los buñuelos se pusieron secos.

Princesa MalaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora