Capitulo 6: ¿Que hicimos? Parte II

46 9 0
                                    

Salimos del apartamento y nos dirigimos al ascensor, bajamos hasta el parqueadero del edificio, ante nosotros está un automóvil Toyota Corolla azul, Emer y su primo se sientan adelante y nosotras en los asientos de atrás, por dentro es espacioso, miro hacia delante y veo que la caja es automática.

-¿A dónde muchachas?- pregunta Bernardo

Gin y yo nos miramos, sonreímos y decimos al tiempo

-Donde ustedes quieran- reímos por el hecho de haber estado sincronizadas

-Digan ustedes donde quieren ir, si quieren comer, beber, bailar, lo que sea- dice Emer y yo miro a mi amiga

-Tu mandas- le digo

-Bueno muchachos, nosotras ha cenamos, podemos ir a comer un helado o algún refresco y después beber hasta embriagarse- dice riéndose

Reímos por el comentario de mi mejor amiga y demoramos un rato así, hasta que Emer pone en marcha el carro y nos dice que iremos hasta Malibú, que en la playa podemos comer algo frío y después comprar alguna bebida hasta perder el control

-¡Hagámoslo!- respondemos mi amiga y yo al tiempo.

Llegamos a Malibú y nos bajamos del carro, nos dirigimos hasta el muelle y los chicos se ofrecen a buscarnos los helados, yo pido mi favorito, de vainilla, y Gin pide de galleta de oreo, con eso se van y nosotras los esperamos en la bahía.

-Gin, ¿Te habías dado cuenta que estamos dos para dos?- le pregunto preocupada e inquieta.

-Caí en cuenta cuando veníamos en el auto- me dice mientras muerde su uña del pulgar.

-Mierda Gin, como Max se entere o nos veas, se arma la grande.

-Calma, él no va a enterarse, es imposible que llegue hasta acá.
-Ojalá sea así o moriré y te mato a ti de paso- le digo sonriendo, tengo que calmarme y disfrutar, he decidido que está noche me entregaré al alcohol. -Ginny, nunca te he preguntado, ¿Por qué tu acento español no es tan fuerte? Me refiero a que no tienes las típicas palabras de España, o… ¡ash!, tú me entiendes- río

-Si, te entiendo- ríe- es porque siempre hemos viajado mucho y nos quedamos a vivir durante algún tiempo, fui a México, Ecuador, Chile, Argentina, obviamente a España, incluso fui a Brasil, pero me devolví enseguida porque no pude aprender a hablar portugués, así que cogí rabia y les exigí a mis padres que me mandaran con los abuelos a España otra vez.

-¡Qué madura!- le digo a modo de burla.

-Era una cría, tenía seis años Lu y era una mimada, además, estaba resentida con mis padres, nunca pasaban tiempo conmigo, entiendes después de un tiempo que no todos nacen con la capacidad de ser buenos padres y que hagas lo que hagas, ni ellos o tu escogen quienes te tocaron de familia- suspira y yo que había estado mirando hacia la playa, ahora la miro a los ojos y le veo la mirada un poco triste- en fin- trata de sonreír- también fui a Colombia ¿no te lo dije?- yo digo “no” con la cabeza- Sí, demoramos 4 meses en Bogotá, así que es por eso que he recolectado varios acentos a lo largo de mi vida, creo que es lo único ventajoso de tener a unos padres como los míos, viajas a muchos lados- yo asiento y veo que Emer y Bernardo vienen con nuestros helados y una botella de vodka.

-Bueno, creo que ésta- dice Bernardo alzando la botella- para empezar está bien- nosotras asentimos y sonreímos.

Después de comernos nuestros helados, Emer que conoce más Malibú que el resto de nosotros, nos dice que nos pongamos en la orilla de la playa, que hay discotecas cerca al mar y así podemos escuchar la música y bailar, ya que ninguno quiso ir entrar a una.

En las Nubes Donde viven las historias. Descúbrelo ahora