Prologo

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-Nunca va a pasar- se repitió el mientras levantaba la vista hacia el cielo estrellado-No vale la pena seguir esperanzado- susurro mientras una lágrima recorría su mejilla

-Al parecer no llegaras- dijo soltando una pequeña resista para evitar ahogarse en el llanto. Todas sus noches eran iguales repletas de tantas lágrimas que podría rebuscar el planeta de agua si esta se acabara, intentando reparar ese corazón roto pero cada vez se quebraba aun mas, el podía sentir como las estrellas se burlaban mientras que la luna con su brillo presumía su felicidad, el había dejado de creer en la bondad, en la esperanza, en la vida, el había dejado de creer en... todo, el momento se veía en blanco y negro y la tormenta aparentaba nunca cesar.

El sol bañaba su rostro y se podía oír el cantar de las aves, cosas que el odiaba

-Maldita sea- dijo para el mismo mientras pasaba su mano por su rostro. Al darse cuenta de que no podía conciliar el sueño decidió levantarse yendo al baño, se desvistió al instante que entro, necesitaba sentir el agua caliente en su cuerpo, necesitaba relajarse, necesitaba olvidarse de que todo existía. Al salir tomo la toalla y se paro frente al espejo viendo esa cara que tanto el odiaba diciendo

-Seria muy estúpido creer que alguien pudiera amar a alguien como yo- con los ojos empañados tomo el cepillo de dientes y comienzo a lavarse los dientes mientras pensaba en lo que había dicho intentando no soltar una lágrima, habiendo finalizado se lavo el rostro y volvió a la habitación, el abrió aquel closet lleno de falsedad como aquel suéter azul pastel que emanaba ternura y alegría, aquellos jeans ajustados y un poco decolorados y esos converse verde pálido que resaltaban con la mentira que llevaba en el, la mascara perfecta que la sociedad le obligaba a usar pero aun así el estaba bien, el siempre ha estado bien. Al bajar a desayunar solo había n plato con comida y nadie con quien estar

-Tranquilo no estas solo, la soledad esta contigo- se dijo a si mismo sentándose a comer mientras rogaba ahogarse con la comida cosa que no sucedió.

Sentado en la vereda mientras contemplaba el cielo que de un color gris todos los días era para el deseando una pizca de felicidad aun sabiendo que era un intento en vano. Su mente volvió a la realidad al escuchar los frenos del autobús escolar colocando inmediata mente una sonrisa en su rostro tan falsa como la esperanza que intentaba mantener 

Realmente te NecesitoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora