Competición entre detectives

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–No tengo ni idea–Dije–Vamos a acercarnos.

–¿¡Hattori!?

–¿¡Kudo!?-Gritó.

–¿Qué hacéis aquí?-Preguntó Ran.

–Ah, es cierto... no te lo conté Ran-Dijo Kazuha.

–¿A qué te refieres?

–Verás...mi club de Aikido tuvo que cerrar por asuntos de dinero y demás, así que decidí apuntarme a Kárate ya que es un deporte muy parecido y bueno... con las semanas he avanzado y ahora ¡soy la capitana del equipo! ¿No es increíble?–Contaba Kazuha emocionada.

–¡Eso es fantástico Kazuha! Pero espera un momento, si tu eres la capitana...

–Lo has pillado amiga mía...

–Hoy somos enemigas ¿No?-Sonrió Ran desafiadamente.

–Exacto-Dijo Kazuha devolviendole la sonrisa.

Esas dos daban realmente miedo cuando peleaban, así que no me quería imaginar verlas pelear entre ellas...aunque puede que sea hasta divertido.

Heiji me miró–¿Quién crees que ganará?–Me preguntó picaramente.

–Bah...las dos están demasiado igualadas.

–Tienes razón, ¿Quieres hacer una apuesta Kudo?

–¿Cómo qué?

–Si gana el equipo de Kazuha tendrás que admitir que yo soy mejor detective.

–Está bien...si el equipo de Ran gana tendrás que admitir que yo soy el mejor ¿Hecho?

–Hecho-Dijo chocando el puño.

Ambos equipos iban más o menos igualados, la final estaría bastante complicada y tanto Ran como Kazuha estaban decididas a ganar, o al menos eso parecía.

Más tarde cuando apenas quedaba media hora para que le campeonato terminara un grito se escuchó desde los baños de mujeres, así que como otras muchas veces Heiji y yo salimos corriendo hacia allí, pero algo que no nos esperábamos sucedió.

El entrenador del equipo de Osaka estaba tirado en el suelo desangrándose, tres personas se acercaron de repente con la respiración agitada, cosa que llamó la atención.

Kazushi Hirota, 30 años, Manami Hoshi, 28 y Okita Asai, 31.

–¡Entrenador!–Gritó Kazuha, la cual también llegó poco después corriendo con Ran y demás gente del equipo.

–Está muerto, Ran ¡llama a la policía!–Grité.

–¡Enseguida!

La policía llegó tras diez minutos y también el inspector Megure junto a Takagi y Kogoro que se encontraba en el campeonato junto a su hija.

–La víctima Hiroshi Aka, entrenador del equipo de Osaka de Kárate, 34 años. Murió estrangulado aparentemente debido a esta cuerda-Explicó uno de los forenses.

–¿Se podría tratar de un suicidio?–Dijo Takagi.

–Esto no es un suicidio, se lo puedo asegurar Takagi–Dije.

–Pero Kudo no hay rastros ni pruebas, y aún menos nadie que pudiera hacerlo y a la vez estar en el campeonato.

–Eso es porque el asesino hizo que pareciera un suicidio–Dijo Heiji–¿No se han fijado en el aire acondicionado?

–¿Un cacho de cuerda pegado en el aire acondicionado?–Dijo Kogoro.

–Exactamente, la estatura de la víctima es aproximadamente de 1.60, el aire acondicionado estará a unos dos metros de altura y no hay ni una silla o banco en estos baños, tendría que medir al menos 1,70 para alcanzar a enganchar la cuerda, de forma que cuando el aire se activase cogiera al entrenador por el cuello y al apagarlo lo subiera–Dije.

–¿Y por qué el entrenador tendría que estar debajo del aire acondicionado?–Dijo la mujer, Manami.

–Alguien lo estaría amenazando–Dijo Heiji.

–Así que tenemos a tres sospechosos ¿Me equivoco?–Dijo Kogoro mirando hacia ellos tres–Explicadnos que estaban haciendo en el momento que la víctima murió.

–Los tres éramos amigos de Hiroshi, y habíamos venido a verlo ya que hacía tiempo que no nos juntábamos–Dijo Okita, uno de los hombres.

–Hemos estado en las gradas todo el rato–Dijo Kazushi.

–¿Todo el rato?–Preguntó Heiji.

–Bueno...Kazushi fue a por unas banderas y Manami fue a por unas palomitas y bebidas, yo me quedé todo el rato en las gradas–Dijo Okita.

–¿Hay alguien que pueda probar que usted estuvo todo el rato allí?–Preguntó el inspector Takagi.

–Sí, claro, había una pareja sentada a mi lado.

Al rato los inspectores fueron a probar si Okita decía la verdad, y así era. Por lo que nos quedaban tan solo dos sospechosos, Manami y Kazushi. En ambas tiendas les dieron la razón sin embargo eso no probaba nada ya que podrían haber ido a los baños después.

Pero hay algo que faltaba en este rompecabezas, la tienda de banderas y demás objetos está prácticamente fuera y para entrar otra vez tendrías que hacer de nuevo la cola lo que te lleva una media de diez o quince minutos.

–Señor Okita, ¿Cuanto tardó Kazushi aproximadamente en venir?–Pregunté

–Diría que quince minutos.

–Señor Kazushi tuvo que hacer la cola de nuevo para entrar, ¿Verdad?

–Así es, tardé unos cinco minutos en comprar las banderas y diez en hacer la cola–Respondió.

–Seguimos sin saber quién fue ¿Verdad?–Preguntó Megure.

–Se equivoca inspector–Dijimos al unisono Heiji y yo.

–Espera, ¿¡Tu también lo sabes?!–Me gritó Heiji.

–¡Pues claro que sí, idiota!–Respondí.

–¿Queréis hablar ya? Pedazo de idiotas–Dijeron las chicas.

La única persona capaz de cometer el asesinato fue...

Amor entre sombras {Detective Conan}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora