Rendirse es de cobardes, más rendirse por completo y enfrentar las consecuencias, eso es de valientes.
(Anónimo)
Myra Hanson era una mujer de hermosas cualidades, de ojos tiernos y expresión seria, su piel era blanca porcelana, suave al contacto y su cuerpo estético le daba un aire de perfección.
Una mujer de esta clase era muy popular en la policía; sin embargo su carácter frio y duro tratar la hacían alguien con quien era muy difícil de
convivir, una mujer con muy.- (muy) pocos amigos.- (por no decir inexistentes) de corazón frio y sonrisa simplona, cumplía con dedicación su trabajo sin chistar ni una sola vez, salvo por aquel día, cuando le asignaron un nuevo compañero de trabajo. No estaba feliz por lo que su superior le había ordenado, es decir... ¿Trabajar con un novato? Bueno no era novato del todo pero... apenas lo acababan de ascender a detective y bueno, en efecto si era casi un novato y a ella no le gustaba hacer el trabajo de nana. Tenía muchas cosas que hacer, mucho trabajo y papeleo que realizar para que dé colmo, le asignaran un nuevo compañero. ¿Cómo sería?
La mujer se sentó en su escritorio y saco un gran paquete de papeles ordenados que le había entregado el superior, guiada únicamente por la curiosidad de averiguar un poco más sobre su nuevo compañero. Según el expediente decía que se llamaba: Sebastián Castellanos, era un hombre joven, de piel apiñonada y alegre mirar "es guapo" pensó con una sonrisa dibujando los labios del hombre y la mano apoyada en la mejilla cuando unos golpes en la puerta la interrumpieron.
- Adelante.- dijo enderezándose. La puerta se abrió y apareció en el umbral el mismo hombre del que estaba viendo su expediente, cerro de golpe el folder y entrelazo los dedos delante de ella.
- Buenos días detective.- hablo el hombre con una gruesa voz que a Myra sorprendió "Wow" realmente sí que era más atractivo en persona pero no se dejó engañar, conocía demasiado bien a los hombres como para guiarse únicamente de su aspecto y su tono de voz.
- ¿En qué le puedo ayudar?- pregunto con su helado tono casi en el acto sabiendo la respuesta ya que no quería admitir que estaba nerviosa.
- Soy el detective Sebastián Castellanos, su nuevo compañero.- el hombre estaba enderezado, con el pecho hinchado de orgullo y con una sonrisa sincera en su rostro.
- Ah...- contesto ella tratando de sonar indiferente – Bien Detective Castellanos espero que este enterado que no voy andar limpiando sus desastres.
- No se preocupe, se lidiar con mis propios problemas.-
- eso está mejor, me llamo Myra Hanson.-
- No hace falta que se presente, todo el departamento habla sobre usted y realmente es más bella en persona.- ambos se miraron un poco tensos Castellanos porque había hablado de más y Mayra por que no se lo esperaba, al final Sebastián comenzó a reír en voz alta llevándose una mano a la nuca - Perdone mi atrevimiento, es hora de comenzar a trabajar.-
- Vale. – contesto ella sonrojada aferrándose a sus manos.
Después de varios meses de trabajo ambos conectaban, se llevaban de maravilla ya que Castellanos no solo era elocuente, era inteligente, gracioso, simpatiquísimo, la escuchaba y nunca.-(a pesar de parecer el clásico hombre machista) quiso denigrarla por ser una mujer. Muy al contrario la respetaba y admiraba. Myra sentía que ese hombre era el ideal aunque se desanimaba enormemente al ver que trataba de la misma manera a todas las personas y que nunca se mostró distinto. Su forma de ser aunque infantil era puramente natural y sincera.
Un buen día caluroso en la oficina ambos trabajaban en un caso importante, Castellanos fue por algo frio de beber a la máquina expendedora y Myra tenía que continuar trabajando sentada en el mismo lugar, viendo los papeles se dio cuenta que faltaba una caja más de los expedientes referentes a su caso que, se encontraba en la parte superior de un gran estante, realmente se encontraba muy arriba. Bien podría esperar a Sebastián para que le ayudara pero... conociéndole se detendría a hablar con alguien y dios sabe cuánto tardaría en volver ese hombre con un refresco. Mejor no. No lo necesitaba, había trabajado bien sola y así
continuaría hasta el fin de los tiempos. Con rapidez busco un pequeño banco de tres escaleras se subió para alcanzarla, continuaba de espaldas empeñada en su tarea cuando escucho un largo suspiro, que la paralizo, tuvo que voltearse para ver como Sebastián miraba a otro lado, un poco nervioso.-(porque en todo este tiempo ya sabía cómo actuaba aquel detective y realmente no era un misterio) miraba muy nervioso a la entrada en donde estaba parada Sally, como si casi hubiera sido pillado haciendo algo malo, miraba a la nueva policía novata de hermosos ojos claros y piel apiñonada. Sebastián se mostraba realmente nervioso y sonrojado y... de alguna manera se dio cuenta que Castellanos no era para ella.
Pasaron un montón de meses después de ese incidente. En una bella y fría noche, ambos se encontraban en la azotea viendo las escasas estrellas del cielo, hacia bastante frio, acababan de resolver un difícil caso y estaban de buen humor, habían salido a la azotea para celebrarlo y sostenían un vaso de café barato de la estación.
- ¿Gustas un poco?- se escuchó la gruesa voz del detective junto a una risueña sonrisa, en su mano sostenía una pequeña petaca plateada con un poco de licor.
- Solo por hoy y si te vuelvo a pillar con una de esas... de esas cosas como se llamen.- Myra señalo con la cabeza la petaca plateada que se balanceaba en las fuertes manos del detective quien no le apartaba la mirada de encima - en el trabajo te matare ¿Entendiste?- contesto Myra con una media sonrisa extendiendo su vaso al detective.
- Entendido.- hablo Sebastián con una gran sonrisa y una chispa de felicidad en sus ojos vertiendo el líquido de la petaca al café contrario – Myra, bueno quería decirte algo...- dejo de lado la petaca y se la guardo para sí mismo. De la nada Castellanos desvió la mirada a las luces de la inmensa ciudad, los ruidos de la noche se fundieron con los molestos claxon de los automóviles y gritos nocturnos, todo el ruido se esfumo y un
silencio los envolvió. Myra tenía el corazón latiéndole molestamente en su pecho, sabía lo que venía porque lo había estado observando. Sebastián estaba enamorado y como su compañera y amiga femenina inevitablemente ella sería la primera persona en saberlo cuando este lo admitiera en voz alta ¿Seria que la joven y graciosa Sally por fin había robado el corazón de aquel detective? Internamente "la odiaba"
- Pues dilo y no te andes con tanto misterio.- dijo ella dando un ligero trago a su bebida caliente que sostenía con fuerzas simulando tranquilidad.
- bueno... seré breve- Myra no lo miraba al rostro y se sentía tan mal que en su estómago se cargaba con una enorme piedra de mal estar, dio un ligero suspiro desanimada – Me gustas detective Myra y me gustas muchísimo. Te amo y ya no puedo verte como una amiga o como una compañera - Myra casi escupe el café por la impresión mientras Castellanos continuaba hablando rápidamente sin inmutarse - Mañana mismo presentare mi cambio de compañero – la mujer abrió sus ojos de par en par para ver si es que no le estaba jugando una mala broma aquel detective; Sebastián la miraba fijamente y se encontraba tremendamente sonrojado como un tomate -Tenía que decírtelo, me estaba volviendo loco sin decirlo, ya me conoces... nunca me callo lo que siento.- dibujo una sonrisa y Myra continuaba viéndolo con la misma intensidad, el frio había desaparecido y fue remplazado por una calidad increíble. – Bueno... entonces eso es todo, fue un placer trabajar contigo.- Sebastián dejo el café a un lado y se dio la vuelta derrotado, fue en ese momento que Myra no supo lo que hacía, no estaba consiente de todo lo que pasaba, su corazón latía rápidamente y con desesperada felicidad. Sus ojos se llenaron de lágrimas y corrió a donde estaba Castellanos, no dijo nada solamente lo abrazo por la espalda y se quedaron así por varios minutos. Hasta que con la voz quebrada la mujer hablo con una alegría nunca antes experimentada
Notas de la autora: Hola fanaticos del yaoi y de los juegos de video, aclarando no soy una gamer pero si, tengo un poco de historia y experiencia. para los que quieran golpearme por volver uno de los mejores juegos de terror yaoi, hagan fila perras por que no son los unicos, mientras tanto, pues por aqui me veran subiendo capitulos, total ya termine la historia y solo quiero contaminar sus mentes con mis masturbaciones mental, total, el infierno es un lugar amplio y es para los transtornados como nosotros. nos leemos luego, besos. Huitzilopochtli fuera.

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THE EVIL WITHIN
أدب الهواةTHE EVIL WITHIN (PSYCHO BREAK) Desarrollado por: Tango Gameworks "Man, I think I'm losing it" (Creo que estoy perdiendo la cabeza)