Karasuno ( Introducción)

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Las flores del cerezo resplandecían bajo la luz dorada de un sol cálido que iluminaba aquel árido día de septiembre. El viento mecía en sus manos aquellas flores rosadas,y desprendía cuidadosamente, de uno en uno, los pétalos que caían a la mustia hierba, que poblaba el pequeño jardín de mi casa. Sobre ese cerezo se posó delicadamente un mirlo, negro como el azabache, que portaba una ramita con algún sabroso fruto rojo,que se había dispuesto a comer. Pero,cuando estaba a punto de engullir aquel fruto, se sobresaltó y miró de forma paranoica hacia ambos lados. Observó su alrededor de forma desconfiada y decidió reprender el vuelo. Pero en ese instante apareció un pájaro mucho más grande,de aspecto rudo,y mirada amenazante. Se lanzó despiadadamente contra el mirlo que con pavor agitó desesperadamente las alas para intentar huir del terrorífico cuervo. Pero ya era demasiado tarde, y el cuervo hincó sus afiliadas garras en el pecho de la indefensa ave,cuyo chillido, se desvaneció entre el canto de los otros pájaros ,que hicieron oídos sordos al desesperado grito del mirlo.Este se desplomó sobre las ramas del cerezo, y cuya sangre que fluía de su pecho, tiñó de un rojo intenso el vivo color de las flores, e inundó de olor a muerte el dulce y sutil aroma de aquellas plantas.

El cuervo arrancó del anaranjado pico del cadáver los frutos que seguramente este le había robado, y emprendió el vuelo delicadamente como si nada, desapareciendo en el nublado horizonte.

-¡Llevas media hora soñando despierta! ¡Corre! - chilló mi hermana pequeña interrumpiendo mis pensamientos.
Se paró en la puerta de la verja blanca y se me quedó mirándome con una mueca asesina.
-Mmm.....- respondí yo indiferente mientras me encogía de hombros.
-¡Qué pesada! Siempre igual...¡Me haces llegar tarde a todo! - resopló enfadada, y se apartó su melena castaña de la cara con sus delicados dedos,cuyas uñas mordisqueadas e irregulares, estaban pintadas de un rosa chillón- ¡Estas sorda-
- Vete tú sola, es demasiado pronto para comenzar a discutir .-La interrumpí mientras bostezaba y le hacía un gesto con la mano para que se fuera.

Conocía demasiado bien a mi hermana y sabía lo temperamental y tozuda que podía ser. Además de tener la capacidad de montar un pollo por cualquier cosa que le desquiciara lo más mínimo.
-Pero mamá ha dicho.... - Me da igual lo que mamá haya dicho.- la interrumpí con antipatía- Elige; o me esperas, o te largas ahora y me dejas terminarme tranquilamente mi café. -Pero no podrías.....- protestó. -No- la interrumpí de nuevo mientras bebía un sorbo de café con leche. -Por favor.......-insistió comenzando a inquietarse -Te he dicho que no- le respondí sin hacerle el mínimo caso.

- ¡Qué pesada!- gritó a la vez se dirigía hacia a la parada de autobús.
-¡Yo también te quiero!- le respondí sarcásticamente ,levantado la vista para ver como se encaminaba furiosamente hacia su destino.

Me levanté y cogí mi cartera de donde saqué las indicaciones de cómo llegar a mi nueva preparatoria:
"Karasuno"."Ehhh, con que Karasuno- pensé- lo han escrito con el mismo kanji que el de cuervo,mmm" Yo no sabía mucho japonés sobre todo de escritura, yo estaba acostumbrada a las letras del abecedario y sabía varios idiomas pero el japonés no se me daba del todo bien. De hecho yo tenía ya diecisiete años, y por edad debería estar en 2º grado pero me habían puesto en la clase más alta de 1º porque todavía no estaba familiarizada del todo con el idioma.

Cuando me terminé el café salí de nuevo al jardín, de donde cogí mi bicicleta, y con mi cartera al hombro, me dirigí a mi nueva preparatoria. Las direcciones no eran muy claras, y me extravié varias veces, pero ,cuando creía que iba por el camino correcto,me encontré con una cartel que decía que ahí se acababa el territorio de Torono, y que me adentraba al distrito 4 de otra zona de la prefectura de Miyagi.
-Mierda- susurré para mi misma.
Me dispuse a buscar mi escuela y giré el manillar para retroceder sobre mis pasos.

Iba tan enfada conmigo misma, no era capaz de seguir bien ni unas indicaciones.No pensé en nada más hasta que, sin saber muy bien como, llegue a Karasuno.

Tenía mariposas en el estómago, nunca había sido muy buena socializando. Al menos antes conocía a todo el mundo ya que habíamos estado en la misma clase desde infantil,pero ahora era todo borrón y cuenta nueva.Unos incontrolables nervios se apoderaron totalmente de mi.

Temblaba como un flan y mientras me dirigía hacia el edificio principal, veía cómo la mayoría de la gente se conocía de antes. Reían y charlaban, pero yo como siempre. estaba sola. Era un sentimiento al que ya me había acostumbrado, pero aún así siempre anhelaba el tener amigos.

Me quité de la cabeza ese desagradable y amargo pensamiento y decidí ir a mi clase, 1-5. Al llegar era igual que la entrada, la gente conversaba y reía pero yo me encontraba totalmente fuera de lugar. Además al acabar de mudarme a Japón comenzaba el colegio 1 mes después que el resto.La gente ya había tenido tiempo de conocerse,por lo tanto las posibilidades de encontrar alguien que no estuviera en algún grupo de amigos, pasaron de ser de pocas a nulas.

Con ese pensamiento todavía en mente entró el sensei y la clase se acalló.Todos se colocaron detrás de sus asientos y dijeron al unísono:
-"Ohio, Sakaki Sensei"
- Hoy recibiremos a una nueva estudiante - comenzó el profesor y me
señaló a mi, todo el mundo se giró a mirarme. Me hizo una señal para que me acercara y comencé a andar tímidamente hasta la parte delantera de la clase.- es una estudiante española...

En ese momento la sala estalló con murmullos aunque el profesor lo ignoró y continuó hablando, aún que yo ya no escuchaba. Notaba como me ardía la cara y como sentía mis piernas como sí fueran gelatina,y aún así me quedé inmóvil en el sitio. Con lo tímida que yo era y lo nerviosa que me ponían los grupos tan grandes de desconocidos. Por lo tanto para hacerlo más ameno,empecé a tararear una canción a mi misma, eso de alguna forma me calmaba.

Cuando terminó ese infierno me senté en el único asiento libre, al lado de la ventana entre un chico rubio con gafas y otro con pecas y pelo alborotado.

No fue un día con nada en especial simplemente dejé pasar las horas, simplemente me dejé llevar, simplemente seguí existiendo. A las 5 sonó la campana y el profesor de ciencias dio la clase por terminada, y como suele pasar, cuando salió el profesor la gente prácticamente se mataba por salir primero. Yo de hecho me esperé al final. En la puerta había una linda chica de tercero repartiendo octavillas que todo el mundo rechazaba. Se veía muy desanimada así que cuando salí me dijo con voz tristona
- El equipo de volleyball necesita coordinador. Toda la información se encuentra en este panfleto.....
- ¿ De qué se trata el puesto? - pregunté sólo para subirle el ánimo.

Al instante se le iluminó la cara y comenzó ha hablarme rápida y emocionadamente.

-Este último mes con los nuevos alumnos se han vuelto mucho mejores- me explicaba la chica de pelo negro y gafas rosas.

Por un momento desconecté. La chica me había estado hablando de forma entusiasta durante casi 5 minutos seguidos y ,aunque yo solo había preguntado para borrarle la cara triste, comencé a planteármelo de verdad. Por las tardes casi nunca tenía nada que hacer y no estaría mal estar en un club. Además se suelen hacer viajes para asistir a los partidos y me gustaría mucho visitar sitios nuevos pero...... Me fijé que los panfletos estaban impresos sobre unos papeles que ya habían sido utilizados, específicamente sobre artículos antiguos de periódicos y por el otro estaba la información del club. Me fijé en el dorso de mi panfleto: "Accidente de coche....

- "Semimasen" dije agachando la cabeza y salí corriendo de ahí lo más rápido que pude.

Sakura (Fanfic de Kōshi Sugawara- Haikyuu!!)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora