Sakura (Fanfic de Kōshi Sugawara- Haikyuu!!)

Veneno

Para alguna gente los pájaros cantaban esa mañana,para mi no entonaban sólo perturbaban mi pensamientos a base de molestos chillidos. Miré de nuevo a mi libro de texto de historia.....
- El total de muertos en la masacre no llegaban a los 2,000....- continuó el profesor.
"No llegaban a los 2,000...." Eso me ponía enferma y además diciendo esa descomunal cifra como si se tratara de objetos inanimados. Eran vidas cada una de esas personas muertas tenían preocupaciones, deudas,sueños frustrados pero...¿ Saben que más tenían? Esperanzas, familias, una vida que deseaban vivir y aprovechar cada segundo de ella. Atesorar cada momento que después recordarían con una sonrisa, o una lágrima. Esa forma de vivir que yo había dado por pérdida, en ese momento yo me dedicaba a existir y poco más.

Miré la fecha en la pizarra:14/10, hace poco menos de 24 horas estaba recostada en aquella cama de enfermería. Suga hasta se había ofrecido a acompañarme a casa, pero yo obviamente había rechazado,y me fui con dolor. Al llegar ni se me ocurrió hablar sobre el tema.

Sentía curiosidad por aquel chico tan amable y de hecho le había prometido que nos veríamos está tarde; fue la única forma de convencerle de que estaba bien y de qué podía volver sola a casa. Así qué cuando sonó la campana salí de la clase con la cartera al hombro, torcí la esquina del aula,y me dirigí escaleras abajo hacia el gimnasio de volleyball. No negaré que me apetecía reunirme con aquel muchacho. Había encontrado alguien que se había preocupado por mi y era un pensamiento tan abrumador que hacía que la piel se me pusiera de gallina.

Crucé el amplió patio hasta llegar a la entrada del gimnasio. Contemplé por un segundo donde había ocurrido el siniestro. La hierba seguía teñida de aquel repugnante color oscuro y el lugar aún todavía conservaba aquella oscura aura.

Sacudí la cabeza como si quisiera que esos recuerdos se desvanecieran, que dejarán de atormentarme aquellos fantasmas que habitaban en las profundidades de mi ser.

Empujé con ambas manos la puerta de metal y nada más abrirse era como haber entrado en otro mundo. Todo era un ambiente diferente, los chicos estaban llenos de jovialidad y entusiasmo. Saltando y corriendo de un lado al otro intentando alcanzar los pases de sus hábiles compañeros.

De repente vi un rayo surgir de la nada que se encaminaba a la velocidad de la luz hacia la red, y pegó un gigante salto con el que prácticamente pasó por encima de ella. Golpeó la pelota que el número 9 le había pasado con una velocidad y precisión inhumana.

- "Segoiiiii!!"- exclamé prácticamente de forma automática cuando vi aquel movimiento. En ese momento me di cuenta de que había gritado tan alto que todo el gimnasio me estaba mirando. Me tapé la boca con las manos y me puse colorada.
-"Sema..." Dije en bajo para diculparme.

El chico que había pegado aquel salto vino corriendo hacia mi entusiasmado. Tenía el pelo anaranjado y unos ojos redondos que brillaban de alegría y perplejidad. Aunque era bastante bajo para haber pegado aquel salto, mediría máximo 1,60,
-¡¿En serio te ha parecido increíble !?- exclamó el chico-¿¡A qué ha sido como un gwaa y un fuammm a la vez?!
- S-sí- titubeé sin comprender muy bien lo que quería decir.

- ¡Hinata!- chilló otro chico de pelo negro y mirada amenazante.- "Baaakaaa!" ¡Lo has vuelto ha hacer mal!
El tal Hinata se dio la vuelta y le dijo
-¡Cómo que mal! ¡ Si el gwammmm me ha salido perfecto!- se giró de nuevo hacia mi-¿Verdad?
- Y- yo....- comencé nerviosamente.

De repente apareció Suga y mientras se acercaba hacia mi les dijo a los chicos
-Kageyama, Hinata, no gritéis.....- bajó el tono de voz a prácticamente un susurro- O Daichi se enfadará.

Esto hizo que los números 9 y 10 salieran corriendo despavoridos devuelta a la práctica. Recordé que Daichi era el otro chico de ayer.

Suga se rió y me dijo
- Daichi suele dar miedo cuando se enfada.... Es el capitán del equipo.- me miró dulcemente- Me alegra de que hayas venido. ¿Te encuentras mejor?
- S-sí- dije mientras me ponía aún más roja y bajaba la cabeza.
- ¡No sabía que podíamos traer a nuestras novias!- exclamó un chico también bastante bajito con el pelo negro de punta y un mechón de pelo naranja en el medio.
-¡ N-no, y-yo no soy su n-novia ni n-nada p-parecido... Y-yo.....