dream person • verkwan

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-Narra Seungkwan-

"has estado demasiado callado hoy. ¿estás enojado? ¿hice algo mal?"

"no, no es eso. solo que no se, me pone triste todo esto."

"¿todo esto?"

"quisiera que estuvieras conmigo...."

maldita sea mi lengua ¿porque le dije eso?

"¿seungkwan? hijo, vas a llegar tarde si sigues pegado a las sabanas." oi hablar a mi mamá. mi mamá era la mujer más hermosa de toda la isla. y no, no estaba exagerando. y no, no era niño de mamá. bueno solo un poco.

"¡imagínatelo, Seungkwan! ¡Pizzas de doble sabor! una parte picosa y la otra dulce. así tendrías lo mejor de dos mundos." dijo Seokmin mientras caminábamos hacia el colegio con tanta seriedad que pensarías que iría ahora mismo a ponerle chocolate a la mitad de una rebanada de pizza para probar su teoría. y créeme, lo haría.

"me gusta. ¿pero que pasaría si se mezclan? ¿no sería un poco asqueroso combinar el dulce con el queso?" quería apoyar sus ideas aún así. se veía que las había pensado toda la noche y eso lo hacía feliz.

"pequeños detalles, Seungkwan. pero tienen solución una vez que empiece el proyecto." no sé cómo le cabían tantas ideas en la cabeza.

"tengo que irme. tengo práctica de baseball después del recreo y de ahí tengo que a ayudarle al entrenador." dijo Seokmin y con eso corrió hacia las canchas.

de nuevo estaba solo, pero eso ya no me desmotivaba. decidir ir al salón de música a practicar un poco de piano. casi nadie estaba en los pasillos ni en los salones en recreo, obviamente. por lo que quise aprovechar el gran piano que estaba en el salón de música.

siempre fui bueno tocando el piano y cantando. amo hacerlo. solo que ya no lo hago si está un público presente. el solo recordarlo hace que me duela la cabeza y sienta esa ansiedad horrible.

al comenzar a tocar el piano sentí una sensación refrescante. me calmaba. por más miedo que le tenga a un público, nunca dejare de hacer música.

-Narra Vernon-

estaba acostado en el pasto cerca del gimnasio esperando por el resto del equipo para empezar con el entrenamiento de basketball.

"¿Lana?" preguntó mi mejor amigo, Joshua.

"sí."

"¿y qué le dijiste? ¿lo que siempre les dices?" dijo el con un tono sarcástico.

"¿qué más podía decirle? no fui grosero ni nada."

"si pero cuando alguien se te confiesa lo que más esperas es que esa persona acepte tus sentimientos y te pida ser algo más que amigos."

"Lo sé pero yo no puedo. al menos ahora." y era verdad. no podía ver a nadie así, aún no. no era experto en el amor pero sabía que todavía no encontraba a la persona indicada para mí.

bueno, si la había encontrado, pero el pequeñísimo problema era que el no era precisamente real.

"¿sigues esperando al chico de tus sueños? literal, el chico de tus sueños esos." comentó Joshua. solo a él le contaba estas cosas.

"yo solo espero a la persona correcta, tonto."

"¿y si ese chico de tus sueños es tu alma gemela?"