Aquí les viene Dylan Carter con las noticias matutinas:
1) La Sra. Brown despertó sintiéndose bien.
2) El doctor confirmó que su estado de salud mejoraba a cada minuto.
3) El microondas no sufrió daños permanentes, sólo unas cuantas deformaciones en su interior.
4) Seguía funcionando en perfectas —algo así— condiciones.
Luego de pasar alrededor de treinta minutos en la cocina intentando que el pobre artefacto no luciera tan destruido, logramos limpiar lo suficiente para que mamá no tuviera un paro cardíaco y se le antojara prolongar mi castigo debido al accidente de palomitas.
Sawyer y yo no dormimos. Ambos esperamos noticias de su madre durante toda la noche, bajamos las municiones de la habitación y nos instalamos en la sala a ver un maratón de películas de acción que estaban dando en la televisión. No sacamos más el tema de Hunter, de Matthew, no hablamos de nada, en realidad. Nos limitamos a disfrutar de la compañía del otro... y eso estuvo bien para ambos.
—¿Estás usándome como excusa, Carter? —me preguntó él, divertido, mientras tratábamos de mantener nuestros ojos abiertos y comer el desayuno al mismo tiempo.
—Si quieres que me arriesgue a pasar el día en detención por quedarme dormida en clase, está bien, iré a la escuela, pero espero que te dé remordimiento si eso llega a pasar —le contesté, mordisqueando el sándwich de queso y salami que me había preparado como agradecimiento por su estadía—. Además, quiero ir a ver a las chicas contigo. —Hice un puchero.
—Dyl, te llevaré a la escuela —insistió, arrebatándome un pedazo del pan antes de lograr detenerlo—, luego puedes mandarme un texto y pasaré por ti si quieres.
—Tú, amigo mío, te has convertido en un universitario aburrido en muy poco tiempo —dije en tono burlón, señalándolo con mi dedo índice.
—No caeré en tus juegos mentales, amiga mía —me atajó, levantándose de la mesa rápidamente al ver que habíamos terminado—. Ahora ve a arreglarte, yo me encargo de los platos sucios.
Lo obedecí a regañadientes, sin tener ni las mínimas ganas de soportar la jornada escolar. Sawyer estaba de visita, y me necesitaba, y aun así, me obligaba a asistir a mi tortura diaria. Bueno, quizá el rubio tenía un motivo oculto; que se trataba de mí, ordenando mi jodida vida de una vez por todas.
Debía confesarle todo a Matthew, ese fue el trato esta mañana, debía disculparme y tal vez suplicar perdón. También necesitaba decidir qué hacer con Hunter y nuestra tregua convencional.
Hice mi rutina mañanera a tiempo récord a pesar de mi horrible estado de agotamiento. Sawyer me esperaba en la entrada, también aseado, con ropa limpia y con un humor totalmente diferente al del día anterior. Al parecer, la noche fue rejuvenecedora para ambos.
ESTÁS LEYENDO
The Senior Year (Secuela de She is one of the boys) ©
Teen FictionNuevos personajes. Nuevas locuras. Nuevas amistades. Nuevo chico. La secuela de She is one of the boys está aquí. Dylan Carter logró sobrevivir a un cambio radical en su apariencia, a su caótico penúltimo año de secundaria y a un montón de alocadas...
Wattpad Original
Te quedan 3 partes más de forma gratuita