ADVERTENCIA #PremiosDeFuego #PremiosAF1

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Creo que si me hubieran hecho una prueba de llenado capilar en ese preciso momento, la sangre no hubiera llegando en ningún momento de esos 10 segundos que me quede en shock.

QUE MIERDAS.

Este tipo estaba seriamente loco.

–Me dijiste que estuviera lo más lejos de ti que pudiera, pero parece que no puedes hacer lo mismo. Ya que ahora me sigues a todos lados. –Dije esperando que mi voz sonara plana.

–Aunque no lo creas tu y yo tenemos asuntos pendientes.

–Segundo llamado al vuelo 216 –dijo nuevamente la mujer del altavoz.

No sabía realmente que teníamos pendiente el y yo. Tampoco quería averiguarlo.

Sólo me di la vuelta y me dirigí a la puerta de abordaje.

–Será mejor que te detengas– Advirtió el.

Mis pies frenaron en seco. Cuando estuve a punto de darme la vuelta sentí su presencia detrás de mí, y como ponía un arma en la parte baja de mi espalda.

—Guardaré el arma, hay mucha gente alrededor, pero la tendré bajo el abrigo y estará afuera más rápido de lo que te tomará decir cafe, sólo por si se te ocurre hacer una locura—susurró en mi oído.

Cualquiera que nos estuviera viendo hubiera pensando que somos una pareja debido a la cercanía.

Pero mi cara de pánico y mi cuerpo tenso me delataban.

—Seguirás caminando hacia el avión. Más te vale ser convincente, y hacerle creer a la gente que somos dos personas que se aman. ¿Entendido?

—Vale.

Tragué el nudo en mi garganta.

Vi alrededor y pensé en un posible plan de escape. Pero mis opciones eran sumamente limitadas.

Sería una locura porque el aeropuerto estaba congestionado. Pero también sería difícil salir.

—Ni siquiera lo pienses.

Debería dejar de ser menos obvia.

Pasó una pareja de ancianos muy cerca de nosotros, Aiden se acercó más a mi y me abrazó desde atrás, pasando un brazo por mi vientre.

—Recuerdalo bebé, tienes que disimular— dijo demasiado cerca de mi oído, eso me hizo estremecer y el lo notó.

Le di una sonrisa falsa a la señora mientras se alejaban.

—Se parecen a nosotros de jóvenes — escuché decirle a su esposo.

Aiden lamió el lóbulo de mi oreja, le di un codazo y se separó de mi con una maldita sonrisa burlona en su rostro.

— Muy bien, sigamos con este juego.

Si voy a morir, no prolongaré esto.

Empecé a caminar con Aiden dos pasos más allá de mi.