Capítulo 2

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La vida consiste en errar y aprender.


Así que: Aprendí que nada es para siempre cuando perdí a una de las personas que más influencia han tenido en mí, alguien que creí estaría conmigo toda la vida, alguien en quien confiaba ciegamente, alguien a quien le abrí mi corazón de la manera más pura que pueden imaginar, quien sabía todo o, al menos, casi todo de mí.

Y, ustedes se preguntarán tal vez "¿quién era?", muchos podrían pensar que era mi pareja, un novio, un amante y, hasta cierto punto, están en lo correcto, sí era una pareja, 'una pareja de vida', así lo llamaba yo, 'hermano por elección' era el sobrenombre que más me gustaba darle. Alguna vez leí una frase "Los amigos también rompen corazones", y hoy en día pude encontrarle verdadero significado a aquella frase, sí, los amigos rompen corazones, los amigos hieren, destrozan, se van y te dejan varada, sin rumbo, sin sentido de dirección y con el corazón hecho pedazos. Han pasado años, pero ¿saben?, aún siento pequeñas punzadas en el corazón, aún puedo sentir el dolor que me provocó el dejar atrás a quien quería tener en mi futuro. Los recuerdos duelen, las risas, las lágrimas, las locuras, momentos tan atesorados para mí. Fue sencillamente efímero y un día, lo que nos unió durante años, se acabó.

Esto conllevó el entender que las personas cambiamos, cambia nuestra ideología, la forma en la que vemos la vida, nuestras ambiciones, metas, sueños, incluso cambian nuestros sentimientos, le restamos importancia a ciertas cosas y también a ciertas personas y sí, también cambiamos amistades.

Mejor amigo, te perdono a ti y me perdono a mí.

Está bien ser humanos.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora