Secretos Del Santuario.

Epilogo

Un destello y un grito ahogado...

Los segundos se hicieron eternos, era como si todo se moviera en cámara lenta, los cabellos azules de Ayesiel bajaban al mismo tiempo que ella se alejaba de Ares, su espada de fuego se hallaba bañada en su totalidad con la sangre del Dios, todo regreso a su curso normal cuando un grito por parte de Ares se escucho en todo el templo.

Él coloco su mano sobre la herida que la espada de fuego le había provocado y comprobó que la sangre de sus ex Berserkers quemaba nas que el mismo infierno, con las fuerzas que le quedaban se trato de levantar, para sorpresa de todos lo consiguió, con sus ojos rojos de la furia, miro a Athena y sus Caballeros  quienes se colocaron en posición de ataque, Ares solo sonrió de lado de una forma débil.

- veo... Que me vuelves a vencer..

- pero esta vez te iras al Tártaro...- Athena elevo su cosmos junto con su báculo, su aura comenzó a rodear a su hermano, haciendo que este diera quejidos de dolor- Ares... Desciende a los mas profundo del Inframundo a l parte mas oscura que se conoce... Dale saludos a Cronos de mi parte... ¡ve al Tártaro que es ahí donde debes estar!

Un resplandor oscuro se vio detrás de Ares, él giro su vista aterrorizado, las Sombras del Tártaro habían venido por  él. Pero en el estado de debilidad en el que se encontraba no tenia fuerzas para escapar, las Sombras se acercaban cada vez mas a él a un paso lento, logrando que lo invadiera un pánico tremendo, podía ser un Dios, pero todos y cada uno de ellos le temen a un  mismo lugar, de donde no podrían salir, a menos que fuera con la intervención de otro Dios, aunque él no tendría esa ayuda.

Las Sombras al fin alcanzaron a Ares, rodeándolo y cada vez mas llevándolo a la oscuridad del Tártaro, los gritos de terror, por parte del Dios se hicieron cada vez mas intensos, hasta que al fin estos cesaron, las sombras miraron a Athena, relamiéndose los labios, las Santos de la Diosa de la Sabiduría se colocaron en posición de ataque, para protegerla, pero las sombras solamente hicieron una reverencia de agradecimientos por su "presa" para luego desaparecer, al hacerlo el cuerpo inerte de Ares se dejo ver y de repente comenzó a desintegrarse y desaparecer como el  viento.

- ¿Termino?...¡Termino! Jaja ya no mas guerra

Lilly comenzó a saltar de felicidad, su alegría contagio a los demás que rieron con ella. Ya una vez que los ánimos se calmaron, Athena agradeció a sus caballeros por dar todo hasta el final de tan ardua batalla, la cual se llevo las vidas de algunos de sus compañeros y reencontró a otros...

Con Ares derrotado lo único que faltaba era regresar al Santuario y rogarle a todos los Dioses habidos y por haber que Camus sobreviviera a la herida que él mismo se había provocado. Al llegar al Santuario Athena reunió a todos en el coliseo en donde dio a conocer como acabo la batalla y que un último secreto sería rebelado.

Todos los Caballeros estaba callados querían saber cual era el ultimo secreto que su Diosa rebelaría. Saori después de dar un discurso que para varios fue interminable, llamo a Kardel al frente. La Koree no sabia que diablos hacia parada al frente de todos si ella no tenia nada que ver con el último secreto de Athena. Sin que se lo esperara Saori tomo la base de su mascara, y de repente el rostro de Kardel estaba al descubierto frente a todos en el coliseo, ella estaba mas roja que un tomate y tenia sus ojos bicolor bien abiertos.

- desde ahora mis Amazonas, la ley de la mascara queda revocada.- por todos lados volaron mascaras de platas solo algunas guardaron las de ellas como un especie de recuerdo.

Luego del secreto mejor guardado del Santuario fuera revelado, los caballeros volvieron a sus puestos y los Dorados a sus Templos. Pasar por los templos que ahora se encontrarían vacíos fue doloroso, pero algunos pronto volverían a tener un custodio.