Respirar su olor era como gritar
cuando nadie escuchaba,
sus manos en mi nuca
eran una forma más de escapar
de la realidad que nos consumía.
Su ojos eran tan verdes
como mis paredes
y luchaba constantemente por no
perderme en ellos cuando me
atrapaban.
Siempre que tenía la ocasión
se acercaba a mi oído y susurraba
que me quería de la forma más bonita
posible.
Y cuando caía la noche
se perdía en sí misma
de la misma forma en la que
yo me pierdo en ella.
Tenía la mala costumbre
de dejar las frases a medias cuando no
estaba muy segura de decir algo,
y yo sólo quería que lo soltase todo
y me besara hasta perder la noción
del tiempo.
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Art.
PoetryTodo se volvió negro desde que te fuiste, ahora no encuentro el color idóneo para que regreses.