Por alguna extraña razón
me encontraba sentado en el porche
de su casa
mientras la escuchaba cantar
en el jardín.
Podía apreciar lo rota que
sonaba su voz está vez.
No podía hacer nada para reconstruirla
nunca podría llegar a conseguirlo.
No estando tan roto como ella,
así que esta vez
me limité a escuchar como cantaba
y reía amargamente
con su cigarrillo en la boca,
mientras mi corazón pedía a gritos
un beso suyo.
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Art.
PoetryTodo se volvió negro desde que te fuiste, ahora no encuentro el color idóneo para que regreses.