Notas A Tsukishima

Narrado. Jueves.

—Aun no...— murmuraba el rubio mientras mantenía la mirada seria— he logrado hacerlo.

La chica frente a él lo miraba estática. Sorprendida, aquel rubio serio e indiferente ante varias situaciones ahora iba a buscarla a su sala de club más que decidido y apresurado.

—A...— balbuceo un poco intentando zafarse de la mirada del más alto. Pero no lo lograba por alguna razón no podía evitar su mirada.

En ese momento ambos estaban reflejados en los ojos del contrario. Tsukishima en los ojos de la chica y viceversa.

''Similitud''.

—¿Qué es lo que necesitas?—. Cuestiono la chica seria cerrando la puerta de su club y saliendo junto al rubio.

...

— ¿Quieres que te compre algo?—. Cuestiono Kei mirándola serio.

—No, gracias—. respondió indiferente la chica.

—Entiendo...

—¿De qué se trata eso?

—Piedras...— murmuro Kei pensativo— son 20 piedras... y con ellas tienes que formar una figura... pero no logro hacerlo—.

—¿Solo son piedras y hacer una figura?—. Cuestiono incrédula la chica—. Eso suena tan estúpido—. Murmuro la chica mirando hacia el cielo.

—Lo he intentado y no puedo...

—Te ha engañado—. Susurro la chica—.

—¿Eh?

—No puedes formarlo porque simplemente....— comenzó a levantarse— no es correcto...

—¿De qué hablas?

—La cantidad. No es correcta... O quizá es solo arte abstracto, quizá una idea retorcida sobre la figura que quieres hacer... No puedo explicarlo fácilmente.

— ¿Entonces yo...?

—Tienes que hacerlo a tu modo... No solo con esas piedras bobo. Si quieres lograr hacer esa figura... Necesitaras más piedras.

—Te refieres a...

—Poner de mi-tu parte—. Dijeron ambos a unísono serios mientras se miraban.

—Eso no tiene lógica...— murmuro Kei—. Debería poder formarlo aunque fueran 15 o cualquier cantidad de piedras.

—Entonces simplemente eres idiota—. Murmuro la chica riendo levemente.

Tsukishima la miro con una mueca y rodo los ojos.

Mueca que se borró después de unos segundos y las comisuras de sus labios se curvearon levemente.

''Admiración''.

—Gracias...

—Me debes un licuado—. Murmuro la chica comenzando a caminar lentamente. Kei asumía, ya se iría a casa.

—Espera... Yo no sé tú...

—Nos veremos mañana...—

—Ah... claro...

—Debes venir mañana.

—...— Tsukishima se mantuvo en silencio mientras se levantaba y tomaba el camino contrario a aquella chica—. Nos veremos mañana.

¿Próximo destino?

¡Ir a comprar unas patéticas piedras!

''Emoción''.

Fin Narrado.