Dark | James Maslow

Capitulo: 12

  Yo todavía le tenían miedo, a pesar del momento de intimidad que compartimos un poco antes. James fijamente me observaba mientras poco a poco lleve mi mano a su cuello. Él se estremeció ligeramente cuando mis dedos suavemente rozaron sobre la marca de llaga en la piel. La cabeza de James se inclinó hacia un lado mientras él me permitió continuar. Un gemido suave vibró en su pecho antes de que yo retirara mi presencia.
Me metí en la cama y arrastrándome hacia abajo en los confines cálidos. Olía como él.

"Hazte a un lado, amor." James me guiñó un ojo.

Lo miré a los ojos.

"Yo...".

James no esperó mi respuesta. Me empujó hacia el otro lado de la cama, poniendo su cuerpo cálido al lado del mío. Su Piel desnuda rozó mi brazo mientras él se inclinaba sobre mí hacia la lámpara, apagándola. Me di la vuelta a mi lado, jadeando cuando sentí un fuerte brazo envuelto alrededor de mi cintura. Mi cuerpo fue jalado hacia James, mi espalda apoyada firmemente a su frente. Sus dedos rozaron mi cuello mientras empujaba un poco de mi pelo a un lado.

"Ah, y no te preocupes, pienso devolverte el favor.", Susurró.

Entendí perfectamente lo que quería decir cuando sus dedos se deslizaron bajo la camiseta que yo llevaba puesta. Rozó la piel sensible justo encima de la parte superior de mis shorts. Sentí su risa ronca en cuanto la piel de gallina se formó debido a su toque. Él me abrazó con fuerza mientras yo trataba alejarme.

"James".

Él me dio un beso ligero en la parte posterior de mi cuello, entrelazando sus piernas con las mías. Sentí en mi cuerpo un cosquilleo, el cálido aliento de James corría por mi piel. Fue un poco de tiempo antes de que yo pudiera relajarme completamente. James todavía me sujetaba a él, incluso cuando se quedó dormido. Me quede despierta durante lo que parecieron horas, mi mente, tratando desesperadamente de averiguar qué había pasado con mi vida normal. James.
Un gemido ronco salió de mis labios, sin desear nada más que quedarme en mi cama. Mis manos pasando por la almohada para ponerla por encima de mi cabeza. Pero quedé confundida al sentir algo cálido y suave debajo de mí. Mis ojos se abrieron de golpe cuando una risa profunda llenó mis oídos, las vibraciones corriendo a través de mi cuerpo.

"Buenos días a ti también, Hermosa."

Rápidamente me levanté, James sonriéndome cuando me di cuenta que había estado echada sobre su pecho desnudo. Cabellos oscuros extendidos sobre la almohada antes de que se sentara, agitando su cabello y luego descansando su peso hacia atrás sobre los codos. Mis ojos se sintieron atraídos por la marca oscura que había dejado en su cuello. Todavía parecía adolorido.

"Ya sabes, si quieres toquetearme de nuevo, sólo tienes que decirlo." Él habló añadir un guiño.

Un rubor se deslizó sobre mis mejillas, los acontecimientos de anoche llenando mi mente. Los sonidos de los suaves gemidos de James viniendo a mis pensamientos, seguido por la imagen de él desesperadamente meciendo sus caderas a mi tacto. La memoria hizo profundizar el tono de rojo que residía en mi cara.
No me había dado James estaba acercándose, mis pensamientos preocupándome.

"Bueno, eso es si no quieres que te devuelva el favor."

Nuestra proximidad casi me hizo caer de la cómoda cama. Los largos dedos de James arrastrándose por mi brazo descubierto. Lo sentí soplar por lo largo de mi piel mientras sus labios rozaban ligeramente por encima de ella creándome piel de gallina. Rápidamente me tambaleé de la cama sintiéndome desorientada, golpeándome accidentalmente en la mesilla de noche. Mis manos agarrando la lámpara antes de que cayera al suelo. Dejé escapar un suspiro cuando me mudé la puse de nuevo a su lugar.
Volqué rápidamente para ver a James, él cual parecía entretenido de ver mi episodio de torpeza. Sus cejas se elevaron mientras me sonrió.