Capitulo: 38

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James cerró la puerta de mi dormitorio, mientras yo rápidamente me dirigía hacia el otro lado del espacio oscuro. Mis dedos tanteando para encontrar el interruptor de mis luces tintineantes. Una vez las encontré la habitación estaba envuelta en un suave color rosa. Me volqué hacia James, quien ya se había quitado las llaves, el teléfono y la billetera del bolsillo trasero de sus jeans. La profundidad de sus impresionantes ojos me miraba mientras yo jugaba con mis manos, arrastrando los pies.
Yo sabía que mi nerviosismo era evidente, recibiendo una pequeña sonrisa de James.

"Ven aquí".

Sus largos dedos se extendieron a mí, mis pies moviéndose hacia él para aceptar el gesto. Me tragué mi ansiedad, mordiéndome el labio inferior. El brazo izquierdo de James se deslizó alrededor de mi espalda, suavemente poniéndome más cerca.

"Ahora estás a salvo. Voy a mantenerte a salvo. "Susurró.

Y yo le creía. Yo sabía que James no se detendría ante nada para protegerme. Era difícil describirle a alguien como nuestra relación había comenzado. Pero más en la forma en que se había desarrollado. Podía confiar en James con prácticamente cualquier cosa. ¿Es esto lo que se siente al estar enamorado? Estar tan envuelto con alguien, que quieres darle todo.
James ya me había entregado su corazón.
Un beso inocente fue intercambiado entre nosotros. Apartándonos, pero aún así nuestros labios seguían rozándose. Nuestras frentes apretadas mientras con cuidado pasaba mi mano por su estómago. Mis manos temblorosas mientras agarraba la parte inferior de su camiseta. La camiseta fue desprendida del largo torso de James, frunciendo el ceño cuando las heridas que había sufrido en la pelea se hicieron visibles. Pero a pesar de las imperfecciones todavía se veía impresionantemente hermoso. Su piel bronceada era suave mientras trazaba a través de las líneas definidas de su estómago.

"Tienes que ser un ángel." Susurré, mirando a la cara de James.

Sus impresionantes rasgos iluminados por el resplandor de las luces tintineantes. Cabellos oscuros, hermosa sonrisa, asombrosos ojos hazel y labios carnosos. Él no se parecía a ningún otro hombre que jamás haya visto.

"No soy un ángel, bebé." Sus palabras sosteniendo un atisbo de dolor, sus ojos cayendo a donde yo sostenía su mano.

Yo sabía que él había participado en algunas actividades cuestionables y yo todavía no estaba segura de si alguna vez volvería a ser libre de la oscuridad que lo poseía. Pero yo no quería que cambiara por mí.

"Bueno, yo creo que sí."

Levanté su mano a mi boca, dejándole besos delicados hasta los nudillos.

"¿Por qué?", Se preguntó confundido.

"¿Cómo puede alguien verse tan impresionante como tú y no ser un ángel." Hablé en voz baja. "Esa es la única explicación que se me ocurre." Sonreí.

Él se rió en voz baja por el comentario antes de besarme en la punta de mi nariz. Mis dedos se arrastraron sobre sus fuertes hombros y por sus brazos tonificados, apretando ligeramente en el músculo. Todavía no podía creer que había ganado la pelea. Aún asombrada por la habilidad que había mostrado en el ring de boxeo. Pero mi estado de ánimo rápidamente cambiando, mi mente enfocándose en la causa de su violento regreso.

"¿Qué te dijo?" Mi voz suave mientras miraba a James.

Yo no tenía necesidad de decir el nombre. James sabía. Su postura rígida, sus ojos fijos en mí. Mis dedos encontraron los suyos, tratando de consolarlo. Su cuerpo pareció relajarse un poco con mi toque.

"¿De verdad quieres saber?" Su tono era un poco duro.

¿Si quería saber? La información desconocida había estado rondando en mi mente desde que había sido testigo de su vuelco contra Scott en el ring. Mi deseo de descubrir el gatillo a la ira de James superando la parte sensata de mí, la que me decía que dejara el tema.

"Sí".

Él me trajo más cerca, sus cabellos cosquilleando mi piel en cuanto inclinó la cabeza.

"Te ahorraré los detalles." Habló con disgusto. Sus ojos hazel fijos en los míos. "Me dijo que te llevaría lejos de mí." La respiración de James se había incrementado.

El miedo apoderándose de mi cuerpo, mis dedos apretándose con sus palabras. Yo sabía que él podía decir que estaba asustada, mi presencia acercándose a James.

"Yo nunca dejaría a nadie hacer eso. Lo mataré si lo intenta .... Nadie te está llevara lejos. "La profundidad de su voz hizo que mi cuerpo temblara.

Llevarme lejos? ¿Qué significaba eso? Scott, amenazó con matarme? James me aferró a su pecho desnudo, el pánico tembloroso siendo absorbido en su cuerpo. Me sentí segura en sus fuertes brazos. Pero el caos arremolinándose en mi mente aún permanecía. James no dejaría que eso sucediera. Él mantendría a salvo. Él me lo había dicho en numerosas ocasiones.

Mis brazos se aferraron a su cintura. No estoy segura de cuánto tiempo estuvimos parados abrazándonos, pero el abrazo de James poco a poco calmándome. Su voz ronca silenciosamente me tranquilizaba, me reconfortaba. Besos fueron dejados en mi mejilla, tratando de atraer a una sonrisa.

"¿Estás bien?" Susurró James.

Yo asentí ligeramente mientras me apretaba.

"Bueno ... ahora déjame hacerte el amor."

Los eventos anteriores de la noche dejados en el olvido mientras yo tímidamente le sonreia al hermoso muchacho delante de mí. Con que rapidez podía convertir una situación. Di un paso atrás fuera de su control. Sus brillantes ojos hazel nunca me dejaron mientras cruzaba los brazos sobre mi estómago, las yemas de mis dedos encontrando el dobladillo de mi camiseta. Mi labio inferior fue tomado con dureza entre mis dientes mientras levantaba el material hacia arriba. Mi visión oscurecida mientras luchaba por quitarme la ropa en mi estado nervioso. Escuché una risa profunda antes de que sus grandes manos calientes descansaran sobre las mías, ayudándome a deshacerme de la barrera material. Una vez fuera, cayó al suelo.
El rubor en mis mejillas parecía calentar mi totalidad. Me quedé en sostén y jeans. Ambos topless mientras James cerraba la distancia. Labios suaves y carnosos instantáneamente sobre los míos, su lengua abriéndose camino en mi boca. No me resistí, mi cuerpo entregándose a él. James podía tener todo lo que le podía dar y mucho más. Yo era suya.
Mis manos se apoderaron de la parte posterior de su cuello. Mi corazón golpeando contra mi pecho mientras sentía sus dedos largos moviendo el botón de mis jeans. Di un grito ahogado en su boca mientras él tiró de la cremallera hacia abajo.

"Shh." James consolando. "Está bien, bebé."

Sus palabras susurradas tenían un efecto calmante, aunque mi respiración seguía saliendo temblorosa de mis labios entreabiertos. Dejó escapar una risa mientras me inclinaba para otro beso, nuestras narices chocándose. Pero me quedé congelada cuando sus dedos se engancharon en mis jeans, tirando de ellos hacia abajo sobre la curva de mi trasero. Mi contacto fue con urgencia sobre su pecho desnudo, rozando sobre las marcas que su oponente había infligido durante la pelea. Mi pulgar distraídamente rozó su pezón derecho. El gemido gutural liberado me tomó un poco por sorpresa. Repetí la acción antes de sumergir la cabeza.

"Scar". Sonaba jadeante la voz de James.

Mis labios besaron la protuberancia sensible, chupando y lamiendo. Me vi obligada a perder el contacto en cuanto mis jeans se soltaron hasta alrededor de mis tobillos. James tomó mis manos y me guío fuera de la ropa. Me sostuvo cuando me tambaleé hacia él. Pero su agarre me liberó cuando él me dejó por mi cuenta. La longitud de mi pelo cayendo sobre mis hombros, ocultando mi sostén negro.

"Mierda." James habló.

Sus ojos lujuriosos arrastrándose desde mi cabeza a los pies. Se tomó su tiempo, absorbiendo con amor las curvas de mi cuerpo. Nunca había sido una persona que se bronceara bien al sol y al lado de James parecía más pálida que nunca. Pero con él, nunca me había sentido tan hermosa. Miré su linda sonrisa aparecer mientras yo nerviosamente movía los dedos.

"Lindo color". Alagó al barniz azul marino brillante de mis uñas.

"Gracias." Susurré, con timidez.

Ansiaba sentir su calor. Yo no podía esperar más, inicié el contacto. La gran envergadura de las palmas de James por todo mi cuerpo mientras tocaba y acariciaba la suave piel. Él sonrió en el beso mientras yo arrastraba las manos hasta un lugar donde sabía que le gustaba ser tocado. Mis dedos instantáneamente serpenteando por los cabellos que adornaban su cabeza.

"Eres tan hermosa." Murmuró.

Di un grito ahogado, una mano quedando enredada en los cabellos de James y la otra agarrando la parte de atrás de su cuello mientras él me llevaba hacia atrás. Nuestros pies descalzos tocándose cuando nos detuvimos al pie de mi cama. El beso apasionado fue roto. Había perdido la cuenta del número de veces que James me levantó de mis pies. Pero en todas las ocasiones el gesto hacia que en mi rostro estallara una sonrisa, una risa pequeña escapando.
Mi cabello se desplegó en torno a mí en cuanto James me puso de espaldas en el edredón. Su mirada era casi como con admiración. Sus ojos nunca dejando mi cuerpo.

"James." Susurré con voz entrecortada.

Me acerqué a él, tratando de conseguir que se moviera más cerca. Él obedeció, de rodillas entre mis piernas dobladas mientras llevaba mi mano a su boca. Sus labios de color rosa dejando pequeños besos a la piel. Su gran mano rozando las pulseras decorando mi muñeca mientras su toque se deslizó hasta mi antebrazo y luego de vuelta a mi mano. Lo miraba fijamente mientras sus dedos empezaron a quitar cuidadosamente las joyas. Sus ojos se clavaron en mi cara mientras los brazaletes fueron sacados uno a uno. Mi brazo fue girado, James inclinándose para presionar su boca caliente en la parte posterior de mi muñeca desnuda.

Espero les haya gustado.


Dark | James MaslowDonde viven las historias. Descúbrelo ahora