¡Te gusto yo! - Oneshot ✄ Vkook

Las plumas de Taehyung

Era un día habitual para este singular grupo de tres.

—¿Cuántas veces más tendré que repetirlo? — se escuchaba una voz enojada — ¡No pintas nada aquí narizón! — espetó el castaño mientras lo fulminaba con la mirada.

—¡La gente inculta siempre señala los defectos ajenos! — el pelinegro respondió — y si no me entendiste hablaba de ti, "Taetae"— agregó en tono burlón

Las peleas de ambos era algo común, algo así como el pan con mermelada que desayunaba Jimin cada día.

Él más que todos deseaba dejar el asiduo lugar ubicado entre ellos, pero ellos se empeñaban en estar cada uno a cada extremo de su lado, así pues tenía a Jungkook en el lado derecho diciéndole que debería de alejarse del castaño pues "se te va a pegar lo estúpido", "me preocupo por tu bien, Jiminnie"; mientras que el lado izquierdo estaba Taehyung, diciéndole que sea cuidadoso porque "¿no ves el tamaño de su naríz? te puede sacar un ojo", "ay sí, el muy Einston no quiere que contamine su aire"

— Es Einsten, memo —suspiró el pelinegro

— Míralo pues, trata de corregirme y se equivoca, se dice mimo, Jungkook. Repite conmigo, MI-MO —respondió sonriente acompañado por los constantes suspiros del pelinegro.

— Como sea — cansino el pelinegro decide tantear con otro tema, comenzaba las sugerencias amorosas que esperaba que tomase en cuenta su contricante — ¿Sabes Taehyung? Oí que al nuevo estudiante le interesas — Jungkook intentaba guiñar un ojo, aunque le sale forzado.

—¿Quién? ¿Hoseok?— dubitó el castaño en responder—lo siento, pero no es mi tipo, a mi me gustan los del tipo tierno y pequeño como mi Jiminnie— sus ojos brillantes se dirigió hacia la persona del medio, Jimin rodó los ojos.

—¿Qué diablos? Cuándo vas a entender que jimin merece a un hombre como yo, él no necesita de niños cómo tú, conmigo es sufic—

—¿Hombre?— interrumpió el castaño— ¡por favor Jungkook! ¿hablas del mismo tipo que gusta de iron man? — mueve su dedo índice dándole una negativa —Yo he pasado con él tanto tiempo ¡que me sé a qué hora va al baño! Es mi derecho de antigüedad que su próximo y último novio sea yo — el castaño se infla tal pavo real, tal lógica le parece convincente para acallar las rabietas de aquél "niño narizón".

—El tiempo es subjetivo para el amor— dijo el pelinegro, sintiéndose como lo que pensó jamás estar, "un enamorado" — además que tan niño no lo soy, ¡la edad no es importante a la hora de amar! — podía escuchar al Jungkook del pasado dándole bofetadas.

—¡Repitelo hasta que te lo creas! — refutó el castaño

Mientras tanto la persona en cuestión se encontraba bufando constantemente, estaba cansado, cada día escuchar sus peleas le provocaba dolor de cabeza, ¿cuándo se cansarán? se repetía constantemente. Ambos se le le habían declarado casi al mismo tiempo, y ellos al darse cuenta, quisieron evitar que alguno tenga oportunidad de estar a solas con Jimin, además que tenían pensamientos como el saboteo de intentos de conquistas, decidieron ir y regresar de la universidad juntos, teniendo como punto de encuentro un parque, a las 7:30 am para ser más exactos. Y si alguien era impuntual, pues se irían sin él.

Lo cierto era que el corazón del aparente chico popular, ya tenía dueño. Aquel chico de estatura similar y de tez pálida era dueño de sus suspiros, no veía la hora de deshacerse de sus acompañantes y aprovechar en conquistarlo. La confianza y el cariño que tenía por sus amistades le obligaba a pensar en cómo explicarles sus sentimientos, pero día a día se respondía a sí mismo que no venía al caso que les diera una respuesta. Ellos estaban tan centrados en el ajeno que ni notaban su presencia. Aunque se decían odiar y se peleasen tal gato y perro lanzándose improperios de por medio, Jimin notaba que si les daba un empujón, un momento a solas podían aclarar las cosas y claro, además ese tiempo le vendría de perlas para atraer la atención de aquel amorío por despertar.