3- Mierda, siento como si se me hubieran roto todos los huesos...

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El despertador me arruinó mi hermoso sueño. Se trataba de un chico que me miraba serio, hasta que en un momento me acorrala contra la pared y comenzaba a besarme.

Muy pervertido ¿No lo creen?

—Kayla, levántate. Tenemos que hablar— Dice mi madre entrando a la habitación.

Me sobresalto, miro a mi lado y busco con la mirada a Dean. No lo veo. Que yo recuerda, ayer durmió conmigo.

—No es buen momento para empezar una pelea— Digo con tono cansado— Además me tengo que cambiar, para que le señor Dawson me lleve a clases ¿No?

—No.

— Espera... ¿Que dijiste?

—Estuve pensando y tal vez se hora de que vayas sola al instituto

La alegría que expresa mi cara en estos momentos es increíble. No lo puedo creer, al final mi madre me dejará salir sola de la casa. Antes, solamente me dejaba ir solamente a lo de Amelia, y me llamaba cada 20 minutos. Literal.

Pero esperen... hasta ayer se suponía que el señor Dawson nos llevaría al instituto. ¿A que se debe este cambio de planes?

Mejor no pregunto, capaz que a mi madre le agarra la locura de nuevo y no me deja ir sola

—Uohh... mamá, eso es genial.

— Si, okay. Pero...

Mierda, siempre tiene que existir un maldito "pero".

—¿Pero...?

—Pero la condición es que tienes que ir acompañada de Dean. Esas son las reglas, y no acepto ningún cuestionamiento.

Apenas escuché el nombre Dean. Mi cuerpo se estremeció y no se el motivo. Tengo que aceptar las reglas de mi madre, reglas son reglas. Pero no se crean que aquí se termina todo.

Haré que Dean se arrepienta de acompañarme todas las mañanas a clases

—Okay, sin cuestionamientos— Me limito a decir.

Nadie se imagina la furia que apareció en mi. No puede ser que justo Dean tenga que ser el que me acompañe. ¿Porque no otro?

Mi mamá se levanta y me avisa que el desayuno ya está preparado. Son las 6:37. Tengo poco tiempo para desayunar.

Abro el cajón y elijo lo primero que encuentro. Una remera rosada y unos jeans blancos. La peor combinación para un día de calor. Pues, si me cago de calor ese será mi problema.

Agarro mi mochila y reviso que este todo. Es una costumbre tonta porque ayer ya puse todos los libros que necesito. La verdad es que soy medio como... la "nerd" de mi clase, si se podría decir.

—¿Estás lista?— Pregunta Dean asomándose por la puerta.

Se ve que está emocionado, tal vez porque quiere conocer a mis compañeras de grado, o porque quiere hacer amigos, o lo mas probable es porque está emocionado por irse de está pocilga.

Considero mi casa como una pocilga, solo por el simple hecho en que nunca nadie limpia y ordena. Solo por eso.

—Si, solo me falta...— Busco con la mirada mi celular y lo agarro— Listo, ya estoy lista.— Digo mientras cierro con llave mi habitación.

Es otra rara de mis costumbres. Siento que si la dejo abierta, al otro día algo me va a faltar. Y eso es lo que menos quiero.

(...)

Salimos de casa y corremos hacia el instituto. Estábamos llegando tarde y quedaría mal que Dean llegara tarde a su primer día de clases.

—¿Puedes ir menos rápido? — Pregunto jadeando.

Enamorada Del Chico EquivocadoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora