Capitulo 1

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Corro.

Corro a todo lo que mis delgadas piernas me permiten.

Intento huir.

Volteo y veo como aún me persigue.

Casi me alcanza.

Y sigo corriendo, continúo, porque se que mi vida depende de ello.

Cada vez lo veo más cerca, sobre mi hombro intento ver su rostro pero, no lo consigo distinguir bien.

Miro de nuevo al frente y veo una luz cegadora, despues de esa luz logro verlo.

Veo a un chico mucho mas alto que yo, fuerte y de ojos claros que me alienta a seguir corriendo.

Y cuando por fin voy llegando a donde se encuentra ¡PUM! escucho disparos y veo como el chico que ahora se encuentra frente a mi se desploma ante mis ojos..

***

Despierto exaltada, con la respiración acelerada, empapada de un sudor frio y me siento ahogada, desesperada, pero aun asi intento calmarme y regular mi respiración.

Me volteo y dirijo la vista al despertador ¡genial! Son las 2:37 am y no creo que pueda volver a dormir.

Me paro y voy al baño, me mojo el rostro con agua fría intentando quitar todo rastro de sudor, al quitar las manos de mi rostro las veo rojas, llenas de sangre, me miro al espejo, noto que mi nariz sangra y la limpio con suavidad, cuando dejo de derramar sangre me cojo una cola de caballo y salgo de la habitación dirigiendome a la cocina.

Al llegar voy directo a prepararme una taza de té, porque vamos ¿que no se puede arreglar con una buena taza de te? Abro la alacena y no hay ni un sobre de té.

Sin mi té, mi amado té, me voy a la sala a ver la tv e intentar no pensar en esa pesadilla, aunque muy en él fondo se no lo lograré, pues las he estado teniendo durante una o dos semanas y en serio estoy empezando a preocuparme.

No es él hecho de que las tenga, si no, más bien él hecho de que siempre son iguales, con un "fin" desgarrador donde alguien de alguna manera u otra, termina desplomado ante mis ojos. Y cuando por fin creo que no tendré mas esa pesadilla, empiezo a soñar con esos ojos claros, claros como la miel a contra luz, que me observan y luego se tornan oscuros hasta desvanecerse.

Tengo un buen rato tratando despejar mi mente, no lo consigo sin mi amado té y decido ir al Walmart a comprarlo.

Me encamino hacia mi habitación a cambiarme y me pongo unos simples jeans, unas botas y un suéter.

Salgo de mi casa y me pongo a esperar el ascensor, pero tarda mucho y empiezo a bajar al estacionamiento por las escaleras de incendios.

Al llegar me introduzco en mi auto. Pensaba ir caminando, pero esta nevando y hace demasiado frío.

Enciendo él auto y pongo la calefacción para después salir de allí y dirigirme al mi destino. En el camino voy tarareando las canciones que pasan por la radio.

La carretera esta vacía y con razón porque ¿quien saldría en plena noche de invierno al supermercado solo por que esta obsesionado con él té? Nadie, claro está.

Voy llegando al estacionamiento del Walmart cuando veo un camión refrigerante estacionado al frente de la zona de carga y además obstruyendo el paso al estacionamiento. Pienso que tal vez va a descargar mercancías y le otorgo unos minutos para que terminen su tarea mientras reviso mi teléfono. Cuando termino y me dispongo a avanzar el camión sigue allí, a diferencia de que ahora hay dos tipos recostados de este como si estuvieran esperando algo.

Infiltrada.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora