Sorpresa en el parque

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Al decirme eso la enfermera me levanté y corrí justo a buscar mi celular que por suerte mamá me había traído para escribirle mensajes durante su ausencia y escuchar música para no sentirme tan solo y aburrido. Quizás ya comience a entender mi problema. Esperé a que la enfermera saliera para poder bañarme y cambiarme, me siento algo incómodo en este lugar... simplemente por el hecho de que nunca había estado aquí. Pero por otro lado me siento cómodo... libre y alegre porque solo escucho el viento de la calefacción y no escucho gritar a mis padres. Para llegar al parque tuve que pasar por la sala de emergencias y vi cómo traían a personas en camillas y sus familiares detrás llorando... quizás así estaban mis padres mientras me traían a mí... Tal vez ellos sí me quieren y yo nunca lo supe o ellos tampoco pudieron saber demostrarlo. Llego al parque y justo al entrar me llega un mensaje de mamá:

5:43 -Te queremos, nunca pienses lo contrario mi amor.

5:44 -Yo también los quiero. -Respondí yo con una lágrima rodando por mi mejilla derecha.

5:44 De inmediatamente responde mamá diciendo -Bueno hijo, te dejamos... Dejaremos que te recuperes y no tengamos que molestarte, piensa lo que te dije sobre conversar entre familia. Te dejamos algo en tu mochila. Ten cuidado.

Caminaba lentamente hacia una banca mientras respondía a mi mamá, al sentarme a la silla le contesté y finalmente me despedí de ella. 

5:47 -Vale, mama. Ten linda tarde... en la noche te escribo.

Vaya, es un parque demasiado grande. Miro el grandioso y admirable parque mientras veo personas saliendo y entrando por unos arbustos que tienen camino a la calle principal, algunos vagabundos que entran a pedir comida a los enfermos que vienen a almorzar al parque, otros eran personas que no dejaban entrar en los días que no se permitía visitas. Simplemente es un parque increíble, con falta de consuelo y amor. Deprimente, hermoso y alegre a la vez. Bueno, solo quiero relajarme y no pensar en lo que sucedió, pensar en que tal vez valió la pena porque ahora sí me prestan atención, ahora sí existo, debo ser positivo... Por algo pasan las cosas, ¿no? Por algo sigo vivo, quizás ahora sí sea alguien, quizás ahora sí valga la pena. Al colocarme mis audífonos me llega alguien por detrás con un golpe tan fuerte que hasta solté una pequeña balbuceada. 

-¡Bú! Hola estupidín, jaja. Sale esa pequeña voz a mis espaldas, mientras hago una simple queja volteo a ver quién me hablaba. 

-¡Wow, Amy! ¿Qué haces acá? ¿Con quién viniste? ¡Qué de tiempo sin vernos! -Respondo yo con tanto asombro, qué sorpresa. Es mi mejor amiga. Mientras ella me cuenta su viaje de venida, reviso mi mochila y por suerte mi cámara fotográfica estaba allí, al verla Amy me la arranca de la mano inmediatamente y toma fotos al parque y a nosotros.

-Bueno, tu mamá me contó lo que había pasado y pensé que sería buena idea venir a verte. No puede ser, tienes que recibirme con dulces y todo eso ya tú me conoces, no vine de lejos solo para verte... tengo hambre, vayamos a comer algo.


Por eso yo la adoro, sabiendo lo que pasó siempre trata de alegrarme y funciona. Simplemente entramos a la cafetería y pedimos algunas donas. Qué suerte, me habían dicho que pidiera lo que quisiera ya que el gerente de la cafetería es un gran amigo de mi papá y el me regalaría lo que pidiera. Vaya, conozco a todos los grandes amigos de papá, ¿quién será? 

Viajando solo. (Escribiendo)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora