La cuarta vez que sucedió estaba muy determinado, habían pasado demasiadas cosas como para echarse atrás, cosa que no haría. Sosteniendo con fuerza la mochila, dió un último vistazo al exterior, sintió el fresco viento de las montañas en su piel, y emprendió sus primeros pasos hacia el interior de la cueva.
El silencio y la oscuridad reinaron por momentos, así que tomó su linterna y con paso firme pero silencioso se atrevió a aventurar aquel lugar donde ningún humano pensaría siquiera acercarse.
Tenía como 10 minutos antes de que volviera, no podía permitirse fallas, mientras su corazón siguiese latiendo pensaba acabar con ese error de la naturaleza, la piedad o compasión quedaron en el olvido hace mucho tiempo...
-La tercera vez estaba con mis compañeros en el bosque, esperando la señal para poner el plan en marcha, sabíamos que sería peligroso, pero necesario. Una bengala y el sonido de explosiones a lo lejos nos decían que había comenzado el ataque, era ahora o nunca, nos subimos a la camioneta y mientras arrancaban el camión, tratamos de alegrar las cosas contando anécdotas de la vida que dejamos atrás.
Cuando llegamos al pie de la montaña nos pusimos nuestro equipo de escalar, y todos excepto yo se armaron por algún encuentro inesperado, la mochila era de por sí muy pesada y requeriría de toda mi fuerza cargarla hasta la cima. Todo marchaba bien hasta que un grito gutural nos obligó a cubrirnos los oídos.
Cuando la vi, un enorme sentimiento de odio y desesperación corrió por mis venas, sus ojos rojos sin misericordia nos miraban como si de bocadillos se tratase, o peor aún, como juguetes.
Para cuando pudieron ponerse a cubierto ya había eliminado a la mitad del equipo, la bestia arremataba con tal fuerza que solo con un golpe podría partir a la mitad un elefante. Pero mi trabajo no era pelear contra ella, por más que deseaba con todo mi ser verla muerta mi trabajo era más importante, la mochila debía llegar a su destino.-
El nido era enorme, estalactitas del tamaño de autos colgaban del techo de probablemente la montaña más grande del mundo, el nido olía a carne descomponiéndose, y huesos de todo tipo estaban esparcidos por todo el lugar, mientras caminaba hasta donde creí era el centro, el mismo aullido despreciable me hizo soltar la mochila, que se deslizó hasta un hueco en el suelo...
-La segunda vez estaba en mi día libre, habíamos estado estudiando un nuevo espécimen descubierto hace días, por lo que me permitieron salir y llevar a mi familia de paseo a las afueras de la ciudad, solos yo mi esposa y mi pequeña niña de 6 años.
El lugar en el que almorzábamos no estaba tan lejos del auto, por lo que pude escuchar el tenue sonido de alguien llamándome al celular. Abrí la puerta del auto y tomándolo en mis manos pude observar 7 llamadas perdidas y un mensaje de voz de mi compañero en el laboratorio.
Su voz era temblorosa, decía cosas sobre el experimento en el que trabajábamos y que me pusiera a salvo, el mensaje terminó con el teléfono grabando su respiración y un grito espantoso. Miré a mi esposa con terror impregnado en mis ojos, y le dije que debíamos volver a la ciudad cuanto antes, no estábamos a salvo allí.
El tráfico era más lento de lo normal, y los militares desperdigados no hacían más que confirmar mis sospechas, habíamos soltado un terrible mal que solo yo y unos pocos más sabíamos de su existencia. Una enorme nube oscureció el panorama por segundos, y comenzaron los gritos.-
El sonido de enormes alas señalaba una muerte segura, mientras sus piernas luchaban por no quedarse quietas en busca de la mochila, alumbro el agujero mientras daba un salto de fe esperando que su viaje no fuera en vano. Por suerte la profundidad no excedía el metro y medio.
Había hablado personalmente con el general acerca del plan, sabía que las armas normales no servirían contra semejante atrocidad, y los misiles no podrían penetrar hasta el nido de la bestia. La única forma seria atacar desde adentro y rodear la montaña de disparos para que no escape...
-La primera vez que la vimos apenas y podía moverse, rompía el cascaron con sus pequeñas garras, la incubación había sido un éxito y se podría crear una especie totalmente nueva gracias a la sustitución de genes.
Al salir del cascaron pudimos verlo más de cerca, parecía una lagartija cubierta de baba, pero un inquietante par de alas demostraban la superioridad con respecto a cualquier otro animal de su clase.
Al final del día ya había crecido hasta el tamaño de un pastor alemán, con el instinto de las mejores especies y una regeneración como ninguna. Yo era el encargado de cuidar que nadie la lastimara, pero comenzaba a pensar que no era ella la que debía tener miedo.-
La criatura olfateo el ambiente en busca de un olor familiar, se lamió las heridas de sus brazos y estas cicatrizaron al instante. En el tiempo que había habido en este mundo, creció 10 metros de alto y 15 de largo, era aterrador y hermoso a la vez.
Desde su improvisado escondite, lágrimas de tristeza y alegría comenzaron a brotar por los ojos de alguien que afrontaba su destino. Saco su intercomunicador, respiro profundamente y se dispuso a relatar a sus aliados su situación y la historia leída...
-Esta es la cuarta vez que estoy con la criatura, y con suerte será la última vez que se sepa de ella. Fui un tonto al jugar con la madre naturaleza, no tengo palabras para expresar lo mal que me siento.
A quien más extrañare es a mi pequeña hija, si hay alguien que no debía involucrarse en todo esto desde el principio fue ella, al menos tengo el consuelo de poder ir a verla después de todo esto.
Espero que futuras generaciones puedan evitar que esto se repita, o al menos aprender de mis errores, probablemente esta grabación no sirva de mucho para la ciencia, pero al menos servirá para registrar como sucedió este fatídico incidente. Todas las veces que ataco fue porque me estaba buscando, espero que hoy terminen todos los problemas.-
El cierre de la mochila se abrió con facilidad, y de ella salió el artefacto que terminaría esta historia. Salió de su escondite con una sonrisa victoriosa en el rostro, lo miró directo a los ojos y activo la bomba.