Costoso Error

Venganza Parte I

-Padre, ya tengo el regalo –Seijuro caminaba por la cuidad luego de recoger el obsequio para Mitsuki, que sería entregado en la rueda de prensa de mañana.

-Estupendo –Masaomi tomaba un escoses celebrando de que sus planes salieran a pedir de boca- Te mandare la limusina.

-Ok, nos vemos –Colgó la llamada justo a tiempo que un pañuelo era puesto en su boca- Mm...mm –Sin darle tiempo trato de forcejear pero la sustancia en el paño hizo perder su conciencia, botando el paquete en su mano.

-Es hora de pagar –Un castaño abrió la puerta del auto donde el cuerpo del pelirrojo fue subido, llevándolos al lugar donde Seijuro recibiría su merecido.

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En tokyo un grupo de chicos tomaba asiento en el restaurante del parque, luego de una divertida mañana donde los juegos y retos sacaron risas a todos los presentes, que se alegraban de ver como la sonrisa del castaño volvía a ser la de antes.

-¿A qué subiremos después, furicchi? –Kise miraba el mapa mientras comía su hamburguesa.

-Vamos a ese –Señalo emocionado un disco en el centro del mapa.

-y después a ese –Reo señalo la montaña rusa, cosa que hizo a dos chicos atragantarse ante lo señalado- A eikichi no le gusta nada las alturas, kou-chan –Le susurro al castaño.

-Y tampoco a aominecchi –Complemento el rubio guiñándole un ojo.

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En la mesa de frente Seirin en compañía de kotaro, himuro, mayuzumi, murasakibara, Midorima y Takao, ponían al corriente a sus compañeros de los sucesos pasados en la noche anterior.

-¿El padre de Akashi? –Riko no podía creer que el padre del emperador se presentara en casa de furihata.

-Ahora entiendo por qué llego así –Kotaro sonrió al saber el motivo del golpe- El hermano del cachorro es toda una fiera.

-Pobre Furichan –El halcón miraba al castaño con tristeza- ¿Cuánto debe haber sufrido?

-Y todo por culpa del enano –El tigre aún se arrepentía de no haber golpeado al pelirrojo cuando lo tuvo a su alcance- No dejare que se vuelva a acercar a Furi.

-Nosotros tampoco permitiremos que lastimen a nuestro compañero –Hyuga hablo por todo Seirin, que asistió haciendo suspirar al peliceleste que solo pensó "Akashi-kun, eres un idiota".

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Mientras en kyoto un pelirrojo comenzaba a despertar, al mismo tiempo que un grupo de chicos entro en la habitación ocultando parcialmente su rostro, todos exceptuando satoru, que a pesar de la insistencia de sus amigos deseaba enfrentar a cara al desgraciado que tanto hizo sufrir a su ko.

-Veo que al fin despiertas, enano –Sonrió con malicia acercándose al emperador.

-Satoru –Miro con frialdad al castaño frente suyo.

-Me alegra que me recuerdes –Se acomodó en la silla al lado de la cama- Eso hará las cosas más fácil.

-Cómo olvidar al hermano de esa puti... -No alcanzo a terminar para ser empotrado contra la pared por el castaño, sorprendiendo a sus compañeros.