Cap. 8: La noche en el bar

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Mientras veía esa escena tan decepcionante para mi, siento que una voz lejana me llama diciéndome: "Agus, Agus, estas bien?". En eso, me despierto dándome cuenta de que todo había sido una terrible pesadilla.
- Uh boluda qué paso? - pregunte algo dormida y confusa.
- No se, pero parece que estabas soñando algo feo.
En eso miro mi telefono y tenía un mensaje de Pato que decía: "linda cuando te desocupes avisame y te paso a buscar para salir como quedamos"
A lo que respondo a Sabri:
-Mas tarde te cuento gorda, olvide que tenía que salir con Pato.
-Si, lo sé. Por eso invite a Guido a comer.
-Ah, buenísimo - Respondí.
Acto seguido contesté su mensaje diciéndole que dentro de una hora y media venga por mi. Salté de la cama y entre a la ducha. Necesitaba tanto ese baño.
Corrí de la ducha hasta mi ropero y tiré en mi cama toda la ropa que estaba dentro, hasta encontrar un lindo vestido negro con la espalda descubierta, era mi preferido, no lo dudé y me lo puse con zapatos haciendo juego. Tomé una campera, y recurrí a maquillarme. Cuando estaba a punto de terminar escucho el timbre. Era Pato. No pude evitar ponerme nerviosa al verlo ahí.
Al abrir la puerta Pato me miró sorprendido.
Yo: - Hola. Sonreí.
Pato: - Hola. Que linda estas!
Yo: - Gracias. *Me sonroje* Vos también estás lindo.
Pato: - Ya estas lista Agus?
Yo: - Sí, si querés vamos.
Acto seguido, subimos al auto y le pregunte: hacia dónde nos dirijiamos. Me responde, diciéndome que unos amigos tenían un bar muy lindo que pensaba que me gustaría. Sin pensarlo mucho, acepté. Despues de todo solo necesitaba unos tragos.
Emprendimos rumbo hacia el bar. Cuando llegamos, me contó que tenía una mesa favorita, en la que se sentaba siempre que iba al bar. Cual es? le pregunté. Y me dijo que no me lo diría, que elija la que más me guste. Di una mirada rápida al lugar y elejí la primera que me llamó la atención. Esa de ahí, le dije señalándola. Buena elección, me dijo. Lo miré con cierto entusiasmo. Es tu mesa? No, es la que considero como mi mesa. Nos reímos. Merezco un premio por esto, le dije tirándole una mirada pretenciosa.
Fuimos a sentarnos a una mesa y pedimos algo para tomar, preferencialmente cerveza, era nuestra bebida preferida. Después de unos tragos, decidimos irnos, cuando estábamos adentro de su auto me ofreció la invitación de ir a su casa, ya que Guido y Sabri estaban en la mía. Pensé y acepté. Nos dirigimos a su casa y al entrar nos desmayamos en el sofá, realmente había sido una linda noche. Luego de unos minutos, Pato se dirigió hacia su heladera y sacó de ella 2 botellas de "nuestra bebida", me ofreció y obviamente acepté.
- Gracias - le dije entre risas. Volvió a sentarse a mi lado y me quedó mirando por varios segundos, al igual que yo a él.
- En serio, que hermosa estas. Dijo con esa voz peculiar que realmente me encanta.
Callé y a los pocos segundos tenía sus labios en los mios. No me resistí, y le seguí el juego.
Pasaron varios minutos y las cervezas ya estaban calientes, no habíamos tomado demasiado de ellas. Estábamos muy ocupados besándonos. Al poco tiempo nos encontrábamos en su pieza, acostados en su cama. El quiso desprender mi vestido, pero le dije que aun no estaba preparada. Me dijo que entendía y volvió a besarme.
Luego de eso, me pregunto si quería quedarme en su casa, respondí que me parecía bien y luego de eso nos dormimos.
Desperté con todo el sol en la cara, me di vuelta y ahí estaba él. Durmiendo plácidamente. Tomé su cara y le di un beso, lentamente abrió sus ojos y me sonrió.
Yo: Buenos días. - Sonreí.
Pato: ¿Cómo estás linda?
Yo: Muy bien y ¿vos?
Pato: Bien, pero con un poco de hambre. ¿Querés desayunar algo?
Yo: Sí, dale. - Sonreí nuevamente.
Pato: ¿Qué preferís tomar?
Yo: Me gustaría un café.
Pato: Buenísimo, ya vuelvo.
Esperé acostada, avisándole a Sabri que estaba bien, ya que me había hablado preguntándome dónde me encontraba. Le avisé que estaba en la casa de Pato y que recién nos despertábamos. Que mas tarde iría a casa. Contestó que bueno y que me cuidara.
Me quedé pensando en lo bien que me había sentido estando con Pato, y que fue él único que me devolvió la fuerza necesaria para estar bien, después de lo que había sucedido con mi mamá. Luego de tanto pensar, llega el con mi desayuno, diciéndome: "espero y te guste", lo miré, sonreí, y le dije: "estoy segura de que sí". Nos sentamos en la cama y hablamos un poco de su gira con su nuevo disco y de lo que había pasado en la filmación de "Vivamos el momento", estaba tan atrapada en esa historia que se me paso volando el tiempo, le dije que me tenía que ir, pero que cuando quiera podíamos volver a vernos, ya en la puerta de su casa, me toma del brazo y me dice: te quiero hacer una pregunta..

Estado Salvaje (Fanfic de Airbag)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora