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Era un día jueves, digno de una magnífica y tranquila tarde para cualquier comunidad a excepción de Namjoon y sus padres, hace minutos e incluso ahora había tenido una fuerte discusión con ellos pero, ahora más calmado quería analizar la situación.

Sólo es una mala broma ¿cierto?— Preguntó el de morena piel, no podía creerse aún lo que sus padres le decían.

Hablamos enserio. Quiero que te vayas de esta casa para siempre. — Le gritó su padre, sus puños estaban apretados que podía jurar que en cualquier momento lo golpearía.

—Mamá ¿Estás de acuerdo con esto?— Namjoon volvió a preguntar con la mínima esperanza de que su madre estuviese de su lado.

Jamás habían querido a su precioso hijo.

Claro que sí ¡VETE, TE QUIERO FUERA DE MI CASA, KIM NAMJOON!— Le gritó su madre realmente molesta, estaba totalmente convencida de dejar ir a su hijo o como ellos solían decirle "criado". Desde que Namjoon había crecido bajo el techo de ellos nunca se molestaron en llamarle por "hijo", según sus padres no era correcto llamarlo así, menos si no lo querían.

El pobre chico nunca fue querido por sus padres, cada minuto bajo el techo de esa maldita casa era como pasarla en el infierno, era menospreciado a cada minuto, hora y segundo. Tanto así que Namjoon pasaba día tras día sin comer encerrado en su habitación, había bajado de peso por dejar de alimentarse en una semana e intentaba cocinar pero siempre se terminaba lastimando o creando un desastre, la pobre comida que se hacía era realmente asquerosa para él, en ciertas ocasiones se le iba la cáscara del huevo.

Pero con el paso del tiempo logró aprender a cocinar para evitar depender de sus molestos e irritantes padres.

Ni si quiera se molestaban en preguntarle si comía bien o no.

—Mamá, por favor dime que no es cierto...— Los ojos cristalinos de RapMon dejaban ver muy claramente el destrozado corazón que ahora mismo se cargaba.

—No, de verdad... Quiero que te vayas.— Le respondió la mujer evitando ver al niño que había decidido tener, pero por alguna razón desde que creció habían dejado de quererlo. Lo odiaban.

Namjoon cada vez se alejaba del campo de visión por parte de sus papás, el pobre chico subía las escaleras muy lentamente evitando no llorar, cada escalón que subía era como contener una pequeña lágrima que amenazaba con salir.

Pero si dejaba que una se le escapase, todas las demás comenzarían a brotar sin compasión alguna.

No pudo lograrlo, no se contuvo y todo lo había dejado salir, Namjoon estaba llorando. El chico no podía creerse la muy mala suerte que cargaba al tener unas personas tan malas como padres, pero bueno, después de todo lo que le hacían él los seguiría queriendo.

Demasiado, tanto así que incluso daría la vida por ellos.

Nam estaba acostado en su cama, mañana por la tarde se iría lejos pero ese era el problema; su dinero era muy escaso.

*******

Era otro día y Namjoon hizo todas sus maletas hasta dejar su habitación completamente vacía, como su dinero era muy poco, y además no sabía donde quedarse, optó por alquilar una habitación de un barato hotel.

Y era muy poco decir que era sucio, era increíblemente asqueroso.

El muchacho seguía analizando el porqué repentino cambio de sus padres hacia él ¿Habían fingido tanto tiempo? ¿Alguna vez lo quisieron?

"Alguna vez... ¿Les importé?"

No, jamás les había importado en lo absoluto su lindo hijo, ahora, cuando más necesitaba hablar con alguien y desahogarse nadie le llamaba.

Los días pasaban uno tras otro y Namjoon cada vez más se las ingeniaba perfectamente para salir adelante o tratar de hacerlo.

Justo cuando volvía de regreso al hotel después de ir de compras por algo más de ropa aunque fuese barata se escuchaban sollozos y jadeos dentro de un callejón.

Aquellas calles tan abandonadas y horribles era lo peor de noche, para Namjoon era lo más preferible salir de día, claro, si es que no quería ser asaltado. Fuerza le sobraba pero justo en las condiciones que tenía junto a los malos momentos por los que había pasado no se arriesgaría.

No hasta ahora...

Un chico un poco más alto que él estaba siendo brutalmente golpeado, Namjoon simplemente les gritó con la intención de asustarlos y así pasó, escaparon antes de que el menor observase sus rostros.

¿¡Estás bien!? — Preguntó acercándose al muchacho que trataba de incorporarse en aquel sucio y mojado callejón.

Estoy bien, no es nada.

—No, no lo estás. ¿Porqué esos idiotas te estaban golpeando?

—Todos los que dicen querer ayudarme terminan golpeándome, siempre... Pero enserio estoy bien, estoy acostumbrado ya a este tipo de cosas.

—Dejame ayudarte.

—N-No, terminarás haciendo lo mismo.

—Créeme que soy totalmente distinto...— Susurró Namjoon extendiéndole la mano al chico una vez incorporado, quería indicarle que podía confiar en él en cualquier momento, sus ojos mostraban sinceridad pero en cambio los del chico contrario mostraban un poco de desconfianza, finalmente terminó aceptando por estrecharla.

¿Dónde vives?— Preguntó Namjoon con suma curiosidad.

—A unas pocas cuadras de aquí.

—Vamos, anda, te ayudaré a curarte las heridas en tu rostro. Por cierto, soy Kim Namjoon. — Un forzado Nam le sonrió levemente para tranquilizar y hacer entrar en confianza al joven.

Soy Kim SeokJin... U-Un gusto, Namjoon.— Lentamente el chico iba a su tiempo hasta que entró en confianza.

Los dos jóvenes comenzaron a encaminarse a la propiedad de Jin, Namjoon se ofreció con tal de curarlo, ya después se iría de vuelta al hotel por más que no quisiese pasar ni un minuto dentro del indignado lugar.

"Su casa es realmente grande y linda" Pensó Joon, sin dejar de ver a sus alrededores, la casa del de mayor edad estaba fantásticamente limpia y ordenada como para ser un chico.

Comenzaban a conocerse y bueno, al menos ahora ambos ya no se sentirían tan solos.

Ya se tenían el uno al otro...

Different ➳ Vkook [EDITANDO]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora