Desde Cero

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Levi, descansando el cuerpo sobre el sofá guinda de su departamento, leía un libro sin importancia, ya que por más que las páginas avanzaban y la trama se hacía "interesante" no dejaba de pensar en ella.
Finalmente soltó el libro cayendo sobre su pecho y se quitó los lentes de descanso colocándolos sobre la pequeña mesa frente a él.- Mikasa...- Dejo salir de sus labios, aún le parecía extraño, era la primera persona con la que compartía apellido.

- Hace unos momentos, parecía recordar algo... Después sólo miró el vacío.- Dijo Levi.
- Puede que pierda la memoria, los oficiales que la interrogaron no obtuvieron muchas respuesta más que "mujer" o " bebé". Es normal cuando la persona se somete a situaciones extremas y estresantes, como sistema de defensa el cerebro prefiere olvidar, no considero que sea por mucho tiempo.- responde el doctor en el pasillo del hospital.- ¿Usted es su familiar?
- No, solo la encontré, no tenía nada más que esto.- Levi entrega una billetera masculina, la misma que los oficiales inspeccionaron.
- Necesitaba los datos de la chica para el hospital, por ello también lo revise junto a los de la policía.- Aclara el doctor.- Es una inmigrante japonesa.

"Inmigrante", pensó. Aquella palabra le traía malos recuerdos, sus primeros años de conciencia en su infancia en una habitación muy sucia y llena de gritos desgarradores. Se levantó bruscamente de su sillón espantando los pensamientos "tristes" y como parte de un ritual lavó su rostro y manos con mucha fuerza como si de aceite negro se tratase, lastimó sus ojos y de inmediato se enjuago con mucha agua limpiando los malos recuerdos, los gritos, los llantos, la imagen de un niño sucio, temeroso, y aunque creía que el agua realmente lo haría olvidar, poco a poco de fue hundiendo en la desesperación. El teléfono empezó a sonar provocando un pequeño sobresalto fue arrebatado de las pesadillas que lo invadian y con ardor en las iris fue contestar. La conversación fue breve, después de ella se dirigió al hospital, lleno de dudas, preguntas sin respuesta, pero aún así seguro de lo que iba a hacer, no dejaría que esa chica pase por lo mismo que su madre, "De alguna manera se mantuvo con vida", pensó.

En una habitación lo suficientemente grande como la sala de una casa convencional, se hallaba Eren, ya pasaron dos días sin alguna audiencia con su madre, dos días en los cuales no pudo salir como delincuente dentro de una cárcel. La paciencia se le acababa por momentos, renegaba y lanzaba maldiciones a su vida, su posición social y su destino. Antes de que comenzará a hacer otra "pataleta", según su madre, Un hombre le indicó que debía ir a la oficina de esta en aquella enorme casa, no podía oponerse a ella, ya había demostrado su dominio y lo loca que podía estar por sus objetivos, si no temia lastimar a otra persona, podría matar, no había duda de ello. En el camino se cruzó con Annie, quien no vaciló en provocar su ira, la belleza maliciosa resaltaba más que nunca en una única pieza, vestida en sastre negro se acercó a Eren arreglando las arrugas del polo blanco que llevaba puesto.- Desde que desapareciste hace un año, tuve que hacerme cargo de los asuntos pendientes que dejaste, tu madre confía más en mi como nunca antes, así que deberías hacerte la idea de casarte conmigo.- Su rostro no llevaba burla alguna, tenía un monotonismo inusual en ella, como si la sonrisa le fuese robada por la muerte.
- Estuviste lamiéndole los pies a mi madre todo este tiempo, ¿verdad?
- No, sólo cuide de tu trabajo y responsabilidades como una buena nuera... No te equivoques Eren, yo no soy una niña estúpida que desaparece en nombre del amor, espero que podamos trabajar juntos.- Sigue caminando hasta llegar a las escaleras y descender. Eren no comprendía que hecho pudo cambiar la forma típica de ser de Annie, sin embargo la duda desapareció en cuánto recordó la reunión con su madre.

Levi estaba frente a Mikasa, vestía ropas que le fueron obsequidas por una enfermera, sentada a un lado de la camilla, su mirada era la misma desde aquel día, penetrante y desconcertada.
- Lo siento pero usted es la única persona que ella recuerda, puede tomarse la libertad de llevarla a la embajada japonesa para que regrese a su país.- Dijo el mismo doctor de hace 2 días.
- ¿Sigue sin recordar?- Preguntó Levi observando a Mikasa.
- Usted es quien estaba a mi lado en este mismo lugar, pensé que podría saber cuándo o quien me trajo a Estados Unidos. Yo vivo en Alemania con mis padres...- Pausó su declaración hundiendo al ambiente en un silencio casi sepulcral.- ¿Hace cuánto que ellos murieron?- Preguntó entre sollozos con las facciones en su lugar después de desinflamar las heridas y moretones.
Aquellos hombres salieron ante el delicado estado emocional de la chica con recuerdos revueltos y sentimientos encontrados como la primera vez. Caminaron por los pasillos mientras el doctor, como diccionario medico, daba definiciones a los términos que mencionaría más adelante. Llegaron finalmente a los asientos de espera, dónde sin rodeos anunció el diagnóstico.
- La pérdida de memoria tiene muchas causas, según la tomografía, la paciente percibe una conmoción cerebral que afectó los lóbulos temporales. Esto explica su falta de recuerdos y memoria borrosa, tiene amnesia de evocación, sin un conocido o familiar sería casi imposible ayudarla a recordar...
- Ya veo.
- ...Además aparentemente también sufre de pérdida de memoria post traumática, los recuerdos de la persona o personas relacionadas con su accidente fueron bloqueados.
- Un caso muy extraño y complejo realmente.- Dijo extrañado Levi.
- Lamento no poder ayudarlo más.- El doctor se aleja al escuchar que lo solicitan en otra sala dejando al hombre de cabellos oscuros sin muchas opciones y con la duda de cómo ayudar a alguien que no recuerda nada.
Regresa a la habitación, los pasillos lo ayudaban a contruir una conversación no ruda y amigable pero por más que intentará, el tacto nunca fue su fuerte. Ver a los pacientes lo hicieron reflexionar sobre su salud, era muy raro que después de muchos años no halla padecido de algo serio más que gripe y algunos dolores abdominales. Al entrar, Mikasa estaba mas calmada y sus miradas no tardaron en cruzarse prefiriendo entregarse a la desviación de estas y al silencio envolvente. Finalmente Levi comienza un diálogo formal.- Escucha Ackerman solo tienes dos opciones: comenzar de cero regresando a un país que no recuerdas y muy probablemente sin nadie a tu lado, o conmigo, un total desconocido que te puede dar albergue y comida sin casi nada a cambio.
Mikasa lo observó algo desconcertada y con tono irónico respondió.- No hay mucha diferencia entre ambos, no sé su nombre.
- Levi... Ackerman, pero no tenemos relación alguna, así que no hagas preguntas absurdas. Otra cosa, ¿Recuerdas a Erwin Smit?
- ...- Miró hacia la ventana.- No.
Una presentación poco amistosa y muy seca para ambos nuevos convivientes, pronto se acostumbrarian a sus compañías y tratos, no son exactamente iguales pero si de entenderse se trata, una pareja de esposos no haría ninguna competencia. Así sería el nuevo inicio de dos personas reunidas por extrañas razones y circuntacias que sólo se resolverían muchos años después.

...Rivalea...
Gracias por leer, estoy agradecida por el apoyo que me dan, realmente me anima demasiado saber que hay personas a las que les gusta lo que escribo. Perdón por la tardanza, cuando termine el capítulo anterior entre en crisis, no sabía cómo continuar la historia y por eso la pause. Los comentarios me ayudaron a esforzarme y decir "no te vas a dormir hasta que al menos escribas unas diez líneas". Pero bueno, no lleno más está sección.
Gracias de nuevo y comenten que les pareció.
Se despide la Autora -u-

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⏰ Última actualización: Sep 13, 2016 ⏰

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Flor De LotoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora