Él sale de la escuela muy tarde. Fuma demasiado mientras vuelve a casa. Discute con su esposa. No puede dormir, fuma más. Se viste para ir a trabajar, se pone la ropa que su esposa eligió para hoy. La ansiedad lo consume. Fuma más. La ropa se siente incómoda, pero ella dijo que estaba como un actor. Saca cuentas, está rodeado de números, su lapicera roja sangra. Las ojeras le hunden los ojos, sostiene las tizas como cigarrillos. Todavía no duerme. Todavía no está despierto.
ESTÁS LEYENDO
Margaritas y cenizas.
De TodoIdeas. Sueltas, desordenadas. Para quién las encuentre. Para quién no las queme.