Era una muestra de pertenecía, lo dejó en su pecho aquella marca rojiza, que resaltaba con su color de piel. Tan pálido, tan suave, tan inocente. Níveo, esos ojos plateados, esos cabellos blancos, la delicadeza de su cuerpo. Si, tenía una cicatriz enorme, pero no opacaba la belleza del portador, es más, lo hacía ver un poco más varonil.
Siempre que el moyashi se quedaba dormido a su lado veía aquel brazo y esa cicatríz en su pecho. Sin duda es un Exorcista fuerte e hizo que todos confiaran en él apesar de su edad, incluyéndolo. Por eso confiaba un poco en el albino.
El Inspector ese conocía la relación de ellos dos, pero por alguna cuestión desconocida, para Kanda, aún no había hecho comentario alguno a los altos mandos. No es que estuviera agradecido, al contrario, estaba dispuesto a abandonar la Orden con Allen si llegase a ser necesario. Por mucho que el enano se resistiera terminaría ignorándolo, pues nunca salían bien las cosas cuando Allen tomaba una decisión desesperada. Por que era muy temperamental e idiota. Ambos son así. Pero Kanda siempre ha tratado de pensar con la cabeza fría, ser más racional y no dejarse llevar por sus emociones.
Y se había dejado enamorar como un tarado, por esas actitudes del albino.
Notó que Allen acostumbraba a usar guantes para ocultar su mano ante los demás, parecía estar agradecido por que su uniforme fuera de manga larga. Tonto moyashi.
Tan solitario. Era un poco como Kanda, lo había reconocido en el momento en que fueron asignados a su primera misión juntos. ¿En qué estaba pensando Komui? Por eso no lo quiso tan cerca.° || ° || ° || ° °|| ° || ° || °
Quiso entrar a su gana , sin el persimo de nadie, pero consideró al pequeño Allen que se encontraba dentro. No era usual en Kanda pensar en los demás pero entendía que debía ser paciente, lo poco que se otorga a sí mismo esa paciencia para los demas. Tocó la puerta y espero a que contestaran, pero hubo silencio. La paciencia que le estaba otorgando al niño se iba poco a poco del ser de Kanda. Estaba llegando al límite. ¡Ese maldito niño! ¡Cuando Allen regrese a la normalidad se las pagará muy caro!
-Moyashi.
Le llamó, y era su señal para dar aviso de que entraría a la habitación. Giró la perilla y se adentro lentamente. No había luz, únicamente la ventana que se encontraba completamente abierta e iluminaba un poco el interior. El pequeño Allen estaba sentado en la orilla de la cama mirando el exterior de la ventana. Tenía unas ropillas blancas. Cuando el chico volteó a verlo, por instinto, cubrió su brazo protegiéndolo. Protegiéndose.
Inocencia tipo parásito.
Cerró la puerta, y se acercó al pequeño.
-No me mires. No quiero que te acerques.
-Tch, como si te fuera a hacer caso, moyashi.
-Que soy Red...
-¿En verdad ése es tú nombre?
-¡Cállate! ¿A tí qué te importa si no tengo nombre? ¡Deja de llamarme así!
Esa mirada. Ese enano contenía una mirada que Kanda nunca pensó ver en esos ojos plateados. Se estaba defendiendo, pero a la vez las palabras que soltaba le dolían. La mirada es de quien desprecia a las personas.
-¿Por qué estas cubriendo tu brazo? Como si alguien lo fuera a ver con la habitación oscura.
-Porque es roja, extraña y desagradable. No quiero que nadie la mire.
No quiso seguir escuchando tonterías. Se agachó para quedar a la altura del pequeño. Quería ver esos ojos grises, no tenia el rostro tan afeminado como cuando lo conoció. Al menos se podía distinguir que era niño y no confundirlo con una niña...
ESTÁS LEYENDO
Pequeño Accidente - Yullen
FanficEl pequeño Red (Allen) se encuentra en una situación que le vuelve loco, con tan solo 7 años se encuentra con su futuro y eso deja desconcertado al chico. No conociendo a nadie tiene que adaptarse a una vida completamente ajena a su situación actual...