El Lugar
Deseaba ella pertenecer entonces a ese rayo de luz. Un dia partio y no greso sino hasta algun tiempo despues. Regreso si pero todo habia cambiado hasta sus amigos de infancia. Sus familiares ya tampoco estaban. Ellos ya se habian ido tambien. Si, quedaban los recuerdos inolvidables que les ofrecian su magia.
El Señor se sintió alegre de que una madre diese a luz una niña para embellecer el patio de aquel humilde hogar. Allí donde hiso tantas travesuras, para ella eso era imposible de olvidar. Allí volvió y se encontró consigo misma algunas décadas más tarde. Si, y pensó que virtualmente ella misma abandono un día este lugar.
Y aun así sublime el se mostró sonriente ante un nuevo día que acariciaba su vida con su cálida brisa y un olor sin igual. De sus amores uno de los más grandes fue el lugar de donde un día partió. El lugar que ofreciere su estancia a sus dos seres para que se amaran. Ellos solos supieron cuanto.
Mientras meditaba ella allí, sintió esa pasión de que se plasmaran las letras para así ofrecer esta historia de amor. Los cuales fueron testigo de tantas emociones, de amor de miedos de esperanzas. Los que un día no deseado partieron y dejaron con amor una niña que un día se hiso mujer.
Marcaron el momento y hoy dejándose enfrentar cara a cara palmo a palmo con este esplendor, de nuevo pudo sentir su olor a tierra, a sol, a aire, a río y verdor. Esa sensación de pertenencia. Claro le hubiese gustado compartir con sus amores pero ellos no se encontraban.
Ya los viejos habían partido a un viaje largo de donde no hay regreso. Ella no pudo ir porque no era su tiempo. Otros andaban cerca quizás pero nada era igual con ellos. Su amor estaba frió como la mañana llena de neblina.
Al llegar aya nuevamente fue un momento como jamás lo había sentido.
Respiraba un aire puro y se sentía una paz de la cual no quería separarse más.
Al llegar a la tierra donde un día hubo tanto amor y tantas historias, se encontró con sus viejos amigos. Nunca se fueron de allí. Es fácil inferir el porqué no lo habían dejado. Su mejor amiga, ya tenía formada su familia de tres. Su hija, ya una abogada le miraba como preguntándose quién es esta mujer que mi madre habla con tanto cariño. No se parece a nadie conocido. Eran otros tiempos. Muchas cosas habían cambiado y ella que lo percibía quiso disimular.
Ese lugar lleno de luz y olor a tierra mojada, el que fuera testigo fiel de tanto amor y mimos y besos y vivencias. Aquella de donde ella partió un día y al que le había sido difícil volver. Al partir ella ese día quiso sentir, pensar, que ese lugar que un día le vio nacer le sonrió como si le dijera vuelve te esperare.
Tantos recuerdos que de allí quedan todavía, los que avece le causan un sabor dulce y un sabor a café, a yuca, a plátanos, habichuelas con el recado también.
Nada superara tanta felicidad que ese regazo le proporcionara especialmente a esa que fue una niña entonces y que ya era una mujer. En ese preciso momento ella pensó seria mejor dejarse llevar por la imaginación y poder encontrarse nuevamente con aquellos momentos que no pudo jamás olvidar y que le hacían generar sentimientos de alcanzar el máximo gemir de su humilde corazón que latía con latidos de esperanzas y que gritaba y pedía más amor, amor, amor el más ferviente tesoro, inalcanzable para muchos y para aquellos que lo tienen, es tan fácil dejar.
Muchos dejamos un lugar donde éramos felices y donde teníamos todo. Quizás hasta ricos, y por salir a buscar nuestro destino el cual nos jugó una mala partida si no supimos jugar, dejamos ir la verdadera felicidad. Cuando vuelves, si encuentras tus viejos amigos ya no es igual pues antes jugaban al encontrarse más después todo cambia. Surgen nuevas vidas y eso sigue. Antes de tomar un movimiento, piensas bien antes de decidir si te vas o si sería mejor abrazar y sujetar bien fuerte eso que tienes y que te hace feliz en vez de salir a buscar un destino el cual puede resultar difícil. Piensas que es muy posible que Dios te haya enviado ahí donde estas ahora para que habitase y donde el te va a bendecir y darte grandes generaciones así como Abraham.
Reflexiones,
Que Dios les acompañe
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Que Bueno
SpiritualSi sientes que hay algo mas que existe para ti. Estas en lo cierto. Yo lo conozco. Su nombre es Jesús. Cuando empece a escribir, siempre quise compartir las buenas nuevas del Señor Jesús. Es por eso que me estaré explicando. El Señor es real...