Prólogo

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Desde tiempos inmemoriales he tenido una mala reputación con las chicas, no por que sea malo con ellas, si no por que siempre tienden a rechazarme, de las últimas fue una chica menor que yo por dos años (lo cual lo supe al final y por otros medios adversos a ella) su nombre es Marina, nunca la vi en persona, la conocí gracias a mi mejor amiga, era su prima. Llevábamos como un mes o dos compartiendo textos por redes  sociales, una mañana decidí enviarle varios textos en un lapso de no menos de 3 minutos, cuando despertó ella se había enamorado de mi instantáneamente.

Las cosas pasaron de emojis y cosas lindas a palabras mas fuertes como "Amor y Corazón" como apodos. Ella era, según yo, bastante celosa, y en su escuela iba otra chica la cual me gustaba meses atrás su nombre era Jazmín, por lo mismo de que sabían que antes de hablar con Marina me gustaba Jazmín, le faltaban el respeto a Marina sus compañeros. Una de las cosas que me incomodaba de la relación ("Amistosa") fue que me sentí utilizado por ella ya que desde un principio no se llevaba bien con Jazmín, Marina hablaba mal de Jazmín en mi cara diciendo que ella solo me ilusionaba, esto paso antes de que hiciera notorio mi gusto por Marina, siendo que irónicamente ella hizo lo mismo. Pero en fin, todo tiene su fin y la justificación que ella me dio fue  que no por que me dijera "Te amo" era porque lo sentía, lo sé, maldita lógica.

Terminamos como la típica pareja que se separa, la diferencia es que nunca fuimos nada, terminamos siendo amigos, la invite a el baile de fin de curso de mi escuela ya que la podía conocer e iba a tocar en el baile así que era el premio doble, dijo que preguntaría pero dudo que lo haya hecho, me dijo que no al final, pero no me imaginé lo que el rechazo de esa vez podría ocasionar.

El Teorema DDonde viven las historias. Descúbrelo ahora