Solía recibir, como todos, esas llamadas irritantes de todo tipo de compañías telefónicas, de internet, servicio de satisfacción al cliente de líneas aéreas de algún viaje que había hecho y cometí el error de darles mi teléfono móvil, o simplemente de alguna compañía a la que le sobra el dinero, para contratar a un experto en dar la murga por teléfono haciéndote preguntas estúpidas de forma mecánica e inmunes a todo tipo de insultos recibidos por la gente a la que llaman en los momentos más inoportunos:
Echando un polvo, sentado en el wáter o haciéndote unos huevos fritos que están a punto de quemarse en la sartén. Aquel día había roto con mi pareja, tenía un humor de perros, y estaba a punto de perder mi trabajo si no me ponía realmente las pilas.
Uno de esos días maravillosos en los que todo te sale al revés haciendo honor a la ley de Murphy. Entonces el teléfono móvil sonó. Mire con desgana la pantalla para ver quien más podía amargarme el día y el teléfono de la llamada entrante era 666. ¿Qué compañía telefónica sería tan tétrica de poner aquel numero para hacer una llamada de publicidad?, pensé.
Aquel día ya me daba todo igual así que conteste.
Yo: ¿Si?
666: Hola buenas tardes, ¿podría concederme unos minutos si fuera tan amable para hacerle un cuestionario de tele marketing?
La verdad es que no tenía ni tiempo ni ganas, pero la voz femenina que oí al otro lado del teléfono sonaba tan amable y sexy que no pude resistirme a tratar de hablarle con la misma educación y amabilidad, aunque no me apeteciera hacer aquel cuestionario.
Yo: Pues señorita, la verdad es que me pilla en mal momento, podrían llamarme en otra ocasión.
666: Vera, serian pocas preguntas, no le robaría mucho tiempo y realmente no debería decirle esto, pero soy nueva en esto, nuestra empresa acaba de activar este tipo de servicio y me haría un grandísimo favor si accediera...
De nuevo sus formas, esa voz melosa que estaba seguro que correspondía a una chica guapa y con unas curvas de vértigo, o al menos eso me hacía creer mi mente calenturienta, que por algún motivo, se estaba embelesando con aquella voz, me forzó de nuevo a ser amable con ella y pensé "Que demonios!, cinco minutos de mi tiempo se los puedo dar, que yo tuviera un día de mierda, no significaba que hiciera el día de ella malo también". Así que siendo un buen samaritano accedí.
Yo: Realmente me pilla usted mal, pero si no va a ser muy larga la encuesta...
666: ¿Tengo su permiso entonces?
Yo: Si supongo que sí.
666: Disculpe, pero esta llamada está siendo grabada y tengo que estar segura de que usted accede al trato.
Yo: ¿Trato?
666: Las preguntas...
Yo: Esta bien señorita, (En tono de broma) Yo Alejandro Tropet accedo a su encuesta de tele marketing, ¿suficiente así?
666: Perfecto!, gracias. Lo primero déjeme presentarme, mi nombre es Margot y trabajo para el Diablo.
Eche una sonora carcajada al oír aquello. Pensé, lo que me faltaba es una puta broma de una chica con voz sexy para finalizar el día. Pero en vez de colgar, estaba dispuesto a seguirle la corriente para ver hasta donde llegaba "Margot".
Yo: Muy bien Margot, encantado!, ¿qué puedo hacer por ti y por tu jefe en un día como hoy?
666: Son unas sencillas preguntas para saber si su alma es apta para entrar en el infierno. Aquello mejoraba por momentos, había que reconocer, pensé, que la chica tenía imaginación.
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Creepypastas Y Rituales
TerrorAquí, como dice en el título, encontrarás creepypastas y rituales conocidos o poco conocidos. Espero que lo disfrutéis