Paula
Esa cena con mis padres salió mejor de lo que esperaba y resulté mudándome junto a Elena, desobedeciendo a mi padre y regalando a copito, mi vida de niña se había terminado y ahora iba a empezar mi nueva vida junto a Elena.
-Mi amor despierta, debemos salir para comprarte ropa- abrí lentamente mis ojos por los besos que me daba Elena entre cada palabra.-
-No me quiero parar- escondí mi rostro en su pecho.-
-Vamos mi amor, recuerda que sólo tienes lo que llevas puesto- no me quería levantar pero mi amor tenía razón debía comprarme ropa.-
-Mi amor pero... yo no tengo dinero- sin el apoyo de mis padres yo no tenía nada.-
-Hey- besó mi frente- de ahora en adelante somos tu y yo mi amor, por eso no te preocupes.
Nos levantamos pero no sin antes hacerle cosquillas a Alejandra para despertarla, nos bañamos Elena me presto ropa y decidimos desayunar en uno de los locales de mi amor y de allí partiríamos al centro comercial por mi nuevo guardarropa, pasamos una tarde muy animada y diferente podía vernos a Elena y a mí teniendo varios hijos haciendo estas cosas de manera cotidiana.
-Tú nunca estas en casa- susurré contra su pecho mientras veíamos las noticias.-
-Tengo un imperio de comida que mantener mi amor- dijo muy tranquila mientras acariciaba mi espalda.-
-Siento que te veía más cuando no vivíamos juntas- no estaba buscando una pelea pero me sentía bastante triste al no tenerla siempre conmigo ahora que vivimos juntas.-
-Todo es mientras nos adaptamos a vivir juntas mi amor, apenas tenemos un par de semanas- sus excusas no me terminaban de convencer pero decidí dejar el asunto así o terminaríamos peleando y yo llorando.-
Al día siguiente decidí salir a caminar y conseguirme un trabajo, tenía mis clases pero regresar por las tardes a una casa sola no era mi idea de diversión, sabía que el dinero no era problema pero deseaba ocuparme en algo mientras terminaba de asentarme en la casa de mi amor.
-¿Hija?
-¿Mami?- me alegraba mucho ver a mi mami creo que no verla todos los días era lo que me tenía triste.-
-Ay mi cielo- me abrazó fuertemente y besó mi cabeza- No sabes lo mucho que te he extrañado.
-Yo también te he extrañado demasiado mami- me abracé fuertemente a ella como cuando era niña y me asustaba la oscuridad.-
-Ven mi cielo vamos a comer algo.
Nos dirigimos a una de las panaderías del centro y desayunamos plácidamente mientras conversábamos, ella me contó lo molesto que estaba mi padre, cosa que francamente no me sorprendió ni me interesó, yo le conté a mi mamá lo difícil que se me hacía sentirme tan sola en casa de Elena, ella me aconsejó y me dio algunas opciones, pasamos así toda la mañana teniendo la típica charla madre e hija planeando la boda, que no sería todavía pero ya iba teniendo una idea de lo que quería.
Elena
Las palabras de Paula anoche con respecto a que no paso tiempo con ella me dejaron pensando y quizás sea cierto, debo hacer un esfuerzo por involucrarla más en mi vida o yo meterme en la suya, pero esto de vivir con alguien no es tan fácil como le hacen creer a uno, mi mañana había pasado pensando en mi niña y en una solución para nuestro distanciamiento, hasta que una presencia muy poco grata irrumpió en mi oficina.
-¿Qué carajos hace usted aquí señor Manzanilla?- no perdí la serenidad en mi voz ese hombre no me iba a provocar.-
-Buenos días, yerna o nuera, bueno lo que sea, vine a proponerte un gran trato- dijo con la misma calma que yo mientras se sentaba frente a mi escritorio.-
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Noche Y Día
Roman d'amourUna historia de amor donde serán puestas a prueba la familia y la amistad