*LLAMADA TELEFÓNICA*
-Daehyun ¿Qué quieres? Son las 8 de la mañana- contesto Yongguk adormilado-hyung... estoy en problemas-
-¿problemas? ¿En donde estas?- se precipito
-en casa... ¿podría verte?-
-claro... ven en 1 hora-
Era domingo, desperté mareado... pensando en lo que mi madre me había dicho... recordando el rostro de Youngjae, el de Himchan... tratando de que mi corazón no se saliera de mi pecho, al tan solo pensar o tratar de pensar, que es lo que haría conmigo, que es lo que en verdad sentía por Himchan y por Youngjae. No tenía muchos ánimos esa mañana, no desayune con mis padres, ni siquiera tenía ánimos de salir con la familia. Fui a la habitación de mis padres, solo se encontraba mamá, le dije que iría a casa de Yongguk... entendió perfectamente para que quería ir a su casa.
Regrese a mi habitación a ducharme, cambiarme y salir hacia la casa de Guk. Me encontraba casi a la mitad del camino entre mi casa y la parada de autobús, ni ganas de manejar tenia. La música sonaba más alto de lo normal, cerré los ojos por un momento al girar en la esquina, después sentí mi trasero golpear la acera. Abrí rápidamente los ojos y lo primero que vi fue a Youngjae, llevaba puesto un pants gris, le sentaba muy bien. Comencé a levantarme sacudiéndome los jeans, Youngjae no se movía de ahí, solo me observaba con los ojos muy abiertos. Me quite los audífonos... aun que no sabía que decir, no sabía qué hacer
-yo...- apenas se escuchaba su voz -discúlpame-
-no te preocupes, estoy bien- sonreí nerviosamente –te vez bien en pants- sentí sonrojarme
-gracias- se sonrojo al instante –suelo salir a correr-
-espero poder correr contigo algún día-
-ah...mmmmm- tartamudeo –me tengo que ir-
Salió corriendo como la vez anterior, era muy tierno cuando hacia eso. Espere unos minutos el autobús que me llevaría a casa de Yongguk, cuando mi trasero toco el asiento, me dolió... mucho. El camino a casa de Guk era un poco largo, cada tope en la carretera era un golpe más en el trasero que dolía... ni en gimnasia me había dado un golpe tan fuerte. La señora que subió tres cuadras después me salvo de ese dolor, el autobús iba con todos los asientos ocupados, decidí cederle mi lugar, que importaba si era hasta casa de Guk, prefería eso a seguir sintiendo ese dolor.
Como lo había pensado, dure de pie todo el camino restante. Llegue a la puerta de la casa, toque y no tardo en abrir la puerta, se había quedado solo en casa pues sus padres habían ido a desayunar a casa de sus abuelos, eso a él no le agradaba mucho. Pasamos a la sala de estar, llevo unas galletas y sin rodeos me pregunto qué era lo que me tenía en problemas. Pensé un poco como se lo iba a decir, una cualidad de Guk era la paciencia, solo me observaba, muy cuidadosamente, espero a que empezara a hablar.
Youngjae, fue la primera palabra que salió de mi boca, eso llamo más la atención de Yongguk. Sin volver a pensarlo, le conté todo lo que sentía o creía que sentía, todo el mar de emociones que en los últimos días había sentido y que al menos esa misma mañana sentí apartando el dolor de la caída. Le dije que no quería lastimar a Himchan, eso no podía permitírmelo, el era muy especial para mí, mencione algunos "planes" para alejarme un poco de Youngjae...
-te estás enamorando de él- me dijo
-no, no puede ser eso hyung-
-no fue una pregunta Dae, fue una afirmación- abrí los ojos como platos
-amo a Himchan-
-no hay peor ciego que el que no quiere ver-
Se levanto y fue por más galletas...
-mamá me dijo algo igual-
-¿entonces por qué no lo quieres ver?- estaba a punto de hablar pero no me dejo –no me digas que es por Himchan, porque te estarías mintiendo a ti mismo, por más que no quieras hacerle daño, una separación siempre duele-
-¡no quiero separarme de él!-
-pero no puedes estar con ambos- me hablaba de una manera tranquila pero muy seria –si sigues con Himchan sin amarlo, lo herirás de una manera muy cruel, sabes que es intuitivo, se dará cuenta de que has dejado de amarlo-
Maldita sea... Yongguk tenía razón, no podía engañar a Himchan, no podía engañarme a mí mismo, quizá lo que había entre Himchan y yo solo era rutina... solo era costumbre. Quizá yo había dejado de amarlo desde hace tiempo y no lo había notado hasta que Youngjae apareció.
Quede ensimismado, tratando de asimilar lo que mi madre y Guk me habían dicho. Lo mejor sería terminar mi relación con Himchan y no solo le dolería a él, a mí también me pesaría mucho...
-él aun te ama, no quiero que ninguno de los dos sufra-
-tienes razón hyung- un nudo se me había hecho en la garganta –es mejor que vaya a verlo hoy-
-¿crees que estás listo?-
Por un momento recordé todo lo que pase con Himchan... desde que nos conocimos, hasta apenas el día anterior, recordé aquella noche que pasamos juntos y al parecer sería la primera y la ultima. Las lagrimas salieron de mis ojos más rápido de lo que pensé, sentía un dolor diferente al de mi golpe... sentía un dolor que oprimía mi corazón, me sentía el peor hombre en la tierra, el aire comenzaba a faltarme. Me levante de golpe del sofá, sentí un mareo instantáneo, caí de rodillas en el piso... no podía parar de llorar. De repente lo supe, ya no lo amaba, pero aun seguía ahí dentro, en mi corazón, se había ganado ese lugar ahí, él era el único que estaba a mi lado cuando más lo necesitaba, jamás me había dado la espalda, sabía todo de mi como yo de él, nadie antes se había llevado tan bien con mis padres, sobre todo mi mamá que incluso lo celaba por esa manera tan deliciosa de cocinar... siempre nos teníamos el uno al otro, éramos uno solo hasta hace no se cuanto tiempo.
Yongguk me levanto para sentarme de nuevo en el sofá, me abrazo por un largo rato, al menos hasta que las lágrimas comenzaron a cesar.
-aun no estás listo para decírselo- su voz realmente era tranquilizadora –espera un par de días hasta que puedas asimilarlo-
-no creo poder asistir al colegio mañana hyung- sollozaba
-te entiendo-
Realmente me gustaba hablar con él, me ofreció quedarme en su casa ese día, acepte, temía que si regresaba a casa en ese momento podría encontrarme con Youngjae, en la noche tenía el pretexto de regresar en taxi y que me dejara en la puerta de mi casa.
Yongguk pasó casi toda la mañana tratando de animarme, jugamos videojuegos, hicimos un poco de ejercicio, vimos películas, ordenamos algo para comer. Por la tarde Zelo llego, no estaba como para aguantar sus escenas de amor, solo me quede un rato mas por no ser grosero, conociendo a esa pareja, Yongguk no dudaría en contarle todo a Zelo , no me molestaría si lo hacía a fin de cuentas los dos eran mis amigos. Tome un taxi de regreso a casa.
Estaba decidido al día siguiente no asistiría al colegio ese lunes, necesitaba pensar como le diría a Himchan que lo que había entre nosotros no podía seguir. Cada vez dolía más, pero no se compararía con el dolor que le causaría a él, las lágrimas que yo había derramado esa tarde no serian nada a las que Himchan derramaría por mi culpa. Tenía miedo de su reacción hacia Youngjae, lo haría pagar por lo que yo había dejado de sentir, lo conocía muy bien, sería capaz hasta de sacarlo de la ciudad. Si bien parecía un chico muy tierno, enojado o mejor dicho furioso y herido parecía el mismo demonio en persona.
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Hermanos
Fiksi Penggemar> Advertencias: Palabras obscenas, violencia, "escenas" eróticas. Agradeceré los comentarios de parte de ustedes. Aclaro que este Fanfic fue anteriormente publicado en una página de Facebook por "BabyCloud ^u^", esa firma es mía