Chp 1. First String in process

114 6 3
                                    

Violín. Instrumento conformado de cuatro cuerdas cuya función es crear melodía sublime. No recuerdo el momento exacto en que me llegó a gustar el violín, es un misterio. Las cuatro cuerdas representan las fases de mi vida las cuales no tienen dueño, otro misterio más agregado. ¨Que absurdo¨ Me digo a mi misma riendo mientras camino hacia mi primer día en el Instituto Shiwa.

La vista que tengo en frente de mi es increíble. Es un edificio de tres niveles largo y cristalizado. Puedo ver a los estudiantes caminar en el Instituto y noto que a todos le quedan perfecto el uniforme. Me hecho un vistazo y noto que estoy lo suficientemente presentable para ser la nueva ingresada a un Instituto de tan alto prestigio. Recuerdo la frase de mi madre perfectamente: la confianza en ti misma te introduce antes de que hables. Pensar en dicha frase trae en mi dos pensamientos a la vez, hoy podré aplicar esa frase y mi madre. No la quise abandonar. Si sólo le pudiera decir eso una vez más, esta vez no en carta sino en persona. No importa si al frente de mis ojos el cielo se ve brilloso, soleado y alegre, pensar en ella me trae melancolía.

De repente choco con alguien. ¨Mira por donde caminas¨. Me dice un chico alto de facciones finas, pelo marrón oscuro, ojos café y la voz más seductora y varonil que he escuchado, aunque no encaja para nada con su actitud.

¨Perdón¨. Le pido disculpas por gesto. El chico se va sin ni siquiera notar que le había pedido disculpas.

Sigo caminando mientras veo el folleto del Instituto. Estoy en la clase 3-2 que está en el tercer piso del Instituto. Haber sido aceptada en el último año fue casi imposible sino fuera por las condiciones que habíamos acordado. Una condición no sólo fue mantener mis notas como una de las mejores en el salón, sino participar en el concurso de música tocando el violín y ser representante del Instituto. "Eres buena llegando a los acuerdos. Serías perfecta en negocios". Son las palabras que el gerente del Instituto me dijo. Por un motivo u otro esas palabras se han quedado en mi mente aunque no tenga ningún interés por los negocios.

Cuando llego al salón todos están hablando entre si. De repente todos me empiezan a mirar y la atmósfera cambia. "Una chica nueva en último año? Alguna vez habías visto eso?". Susurros de mis compañeros llenan el salón de bullicio. Respiro profundo y me paro en frente de la clase mirando a todos mis compañeros con una sonrisa. "Hola, mi nombre es Yuki Mori y estaré con ustedes el resto del año escolar. Espero que cuiden de mi como yo cuidaré de ustedes". Me dirijo hacia un pupitre que veo vacío desde la distancia y me siento. Todos aún siguen mirándome de una forma tan indescriptible hasta que lo que parece nuestro profesor consejero entra al salón. Mirando al salón entero con una mirada tan seria y afilada fija sus ojos en mi. "Con que los flojos de la clase 2-2 llegaron a pasar. Aunque tenemos a una cara distinta por aquí". Mira la lista de estudiantes y menciona mi nombre.

Después de un rato de que el profesor nos hablara sobre la relevancia de este ultimo año, llegó el momento de elegir al presidente/a del salón. Cuando el profesor pregunta quien quiere hacer tal rol todos empiezan a ver a sus compañeros a los ojos y de nuevo...todos fijan su mirada en mi y me miran con esa sonrisa que te avisan cuando algo no beneficioso te pasará. De repente un compañero se para de su pupitre. "Confiamos en que la nueva estudiante sería la perfecta presidenta, sólo mire su cara. Esa mirada determinada habla por si sola. Mori, confiamos en tus habilidades". Mi compañero me guiñe el ojo, vuelve y se sienta. Aún no entiendo de que habilidades habla si no me conoce, pero es agradable ser escogida como presidenta. Pueden haber dos opciones: me escogieron porque no lo quieren hacer o porque de veras confían en mi con los ojos vendados. Prefiero convencerme de que es la segunda opción.

El primer día de clases termina muy bien. Con el transcurso del día me di cuenta que mis compañeros pueden llegar a ser extremadamente energéticos. Varios se ofrecieron a ayudarme con el rol de presidenta y al mismo tiempo surgieron muchos conflictos de que rol tendría quien, pero al final del día todos salimos con una sonrisa del salón.

Son las 5:00 PM y el cielo se ve como si fueron las 10:00 PM. Camino hacia el apartamento que el Instituto me facilitó para vivir en la ciudad. Cuando llego a casa pienso en el transcurso del día. Mis compañeros me recuerdan a Usui, si el estuviera aquí le hubiera encantado todos los aspectos del Instituto. Después me pregunto como le está yendo en América y me dan esas ganas de llamarlo, pero me preguntará sobre mamá y es algo de lo que no le quiero hablar. Como le podría decir que no sé como está porque me escape de casa y no la he contactado. Suspiro mientras estoy en la cama mirando el techo y al girar veo el violín. "Cierto, el Jueves tengo que practicar en el Instituto". Me murmuro a mi misma. Me viene la imagen del chico con el que me choque esta mañana. La imagen se desvanece rápidamente y no le doy mente. Sólo que no sabía que estaba por encontrar el dueño de una de las cuerdas de mi violín, irónicamente.

Las Cuerdas De La VidaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora