Chp 3. The Beginning

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Es Martes y aún sigo en la primera semana del año escolar. He llegado a conocer a mis compañeros muchísimo más. Algunos se me acercan a ofrecerme ayuda, mientras otros sólo me visualizan como la plebeya del Instituto debido a que he sido la única becada, por ahora.

Estoy sentada mientras mis compañeros cuentan los chismes y rumores mas recientes del Instituto, yo incluida en sus rumores, hasta que nuestro consejero entra al salón. "Chicos vayamos a la sala de reunión, ahora!". Todos se paran con entusiasmo sabiendo que perderán tal vez media hora de la clase de Física. Sin saber el propósito por el cual iremos a la sala de reuniones, me paro de mi pupitre y voy junto con mis compañeros.

Wow! La sala de reuniones tiene estilo de una oficina gigante. No tiene paredes, sino ventanas de vidrios como todo el Instituto, en donde se puede ver la entrada y el jardín del Instituto. No somos los únicos que están en la sala.

"Ughh que fastidio, la clase 3-1 está aquí". Murmura Sakura, una compañera de mi clase. La veo con confusión, no sabiendo de donde viene esa reacción. "Se hacen llamar los prestigiosos solo porque están en la primera clase" "Supongo que nos llamaron para definir el comité de ambas clases" "Quién será el presidente de la clase 3-1?" Discuten mis compañeros entre sí.

Cuando giro para ver a todos los de la clase 3-1, mis ojos se quedan paralizados en una sola persona. "El prepotente". Murmuro mientras suspiro al ver el chico con el que choque el primer día. Sakura habiendo escuchado mi murmuro y de quien hablaba, gira hacia mí sorprendida. "Fuwa? Bromeas? Puede ser prepotente, pero esta guapo. Ademas, es muy respetado por aqui por ser el hijo de la directora y ser uno de los herederos de la compañia Shiwa". Me dice Sakura mientras ve al tal Tsubasa con una sonrisa tonta. "Mmm bien por el". Le digo a Sakura mientras busco localizar una silla en donde sentarme.

Cuando todos están sentados, nuestro consejero se pone en el medio de la sala junto con la consejera de la clase 3-1. "Bienvenidos chicos a su último año escolar. Bueno, como saben ambas clases tienen su comité. Ambos comités se unirán para realizar lo que son los eventos para recaudar fondos para su graduación". Nos dice la consejera de la clase 3-1 con gran entusiasmo. Luego habla nuestro consejero mirándome fijamente con una gran sonrisa. Si, esas sonrisas que hablan por si solas. "Mori Yuki, por favor pase al frente". Me levanto tratando de mostrar la mejor seguridad en mi misma. Mientras camino hacia el frente, todas las miradas están en mi. La clase 3-1 me ven con desprecio y fastidio, aunque la verdad no les presto atención.

"Fuwa Tsubasa, haznos el honor de pasar al frente". Todo estaba bien, hasta que escuche el nombre del prepotente. Con una sonrisa molesta, se para al lado mio. "Ustedes dos están encargados de llevar a cabo todos los eventos que se realicen". Nos dicen nuestros consejeros. Asintiendo con la cabeza hacia el comentario, Tsubasa de repente me susurra al odio. "La verdad no es que confié en tus habilidades, plebeya". "Y la verdad es que no necesito tu aceptación". Le digo mientras lo miro fijo a los ojos y lo ignoro. Que le pasa a este?

Cuando acabó la reunión, todos salieron de la sala. Mientras eso pasaba, los chicos de la clase 3-1 me veían con una cara repugnante. "El jueves a las 5:00 PM". Me dijo Tsubasa mientras se va del salón. Nadie me ha desagradado en mi vida, pero el prepotente es una excepción.

MIÉRCOLES

Al salir de la última clase del día, me dirijo hacia el salón de música del Instituto. Entro al salón y veo que no hay nadie. Todos vienen a practicar con el instrumento en el cual se especializan los otros días de la semana. Decidí quedarme los miércoles porque nadie se queda los este día, así puedo practicar con más calma.

Veo el violín en la esquina de la sala y con gran emoción lo tomo. No necesito notas para saber que melodía crearé. Respiro profundo, tomo el arco y empiezo a tocar. La melodía del violín me trae tristeza, pero por alguna razón, esa tristeza es sublime y delicada. La suavidad de mis manos tocando el violín es una sensación tan...inefable.

Sin darme cuenta, ya son las 6:30 PM y el cielo está oscureciendo. Al salir del salón de música, siento una presencia recostada de la pared, cuando giro mi cabeza al lado, no veo a nadie.

Al salir del Instituto, me dirijo al edificio en donde vivo. No sin sentir la presencia de alguien siguiéndome. Acaso será...?

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