- ¡Ja! Toma esa Louis - deje el mando en el suelo y comencé a hacer mi baile de la victoria - ¿No que eras un experto? Te lo dije bobo, nadie le gana a ____ Tomlinson en Mario Kart - Louis se cruzó de brazos y soltó un resoplido.
- Suerte de principiante - Soltó con voz ronca por el enfado. Un brillo diabólico se apodero de mis ojos.
- Se un buen perdedor Louis, te gane - lo apunte con el dedo índice - ¿Qué se siente que te gane tu hermana? Debe ser devastador - Solté un suspiro teatralmente - Tranquilo, no te molestare...- Sonreí burlona - por mucho tiempo.
- ¡Mamá! - Louis chillo como un bebé. Bufe tirándome al suelo y cruzando mis brazos. Mamá llegó rápidamente limpiando sus manos con un paño de la cocina.
- ¿Que sucede Louis? - pregunto con leve preocupación por el chillido de niña que había lanzado su pequeño hijo.
- ¡____ me está molestando porque me gano en un maldito juego del Wii! - Mamá rodó sus ojos y volvió tranquilamente a la cocina - ¡Mami! - Louis hizo un puchero y mamá sonrió dulcemente.
Este maldito, siempre usaba sus técnicas de persuasión.
¿Por qué nunca se ha visto bien en mí ese puchero? Eso nunca lo sabré.
- Cariño, se un buen perdedor - Louis acrecentó su puchero - ____, lindura, no molestes a tu hermano - Rodé mis ojos y solté un leve bufido.
¡Siempre ganaba Louis!
- Si, mamá - dijimos a la vez, retándonos con la mirada.
Mamá volvió con su labor a la cocina, después de soltar una pequeña risita. Louis y yo nos quedamos sentados en el suelo lado a lado, cruzados de brazos. Ahí fue cuando sentí un piquete en mis costillas, fruncí el ceño y mire a Louis de soslayo, devolviéndole el piquete. Louis frunció el ceño y empujo mi hombro, jo, ya me estaba hartando; en un maldito impulso mis mejillas se inflaron, me lance contra Louis y comencé a golpear su pecho con mis puños.
- Idiota - sisee entre dientes, estampando mi puño en su pecho nuevamente.
- Bruja - me dijo jalando mi cabello.
- Orangután - agarre sus mejillas y se las pellizque haciendo que le quedaran rojas. Sonreí victoriosa.
- ¡Ouch! - se quejó sobando sus mejillas. Un brillo demoniaco paso por sus ojos cafés - ¡Mamá! - chillo nuevamente, mamá soltó un '¿Si cariño?' desde la cocina - ¡A ____ le gusta...
Tape su boca con mis dos manos, y un sonrojo subió a mis mejillas. ¡El no se atrevería a decir eso! ¡Y menos a mamá! Dios, si mamá se entera se armaría una grande, y cuando digo grande, es porque bien grande.
- Louis - dije amenazadoramente viendo a mi querido hermano - No te atrevas - Louis asintió con su cabeza y yo fui soltando el agarre de mis manos. Sin prevenirlo Louis nos giró aplastándome con su gigantesco cuerpo.
- ¡A ____ le gusta Zayn! - grito a todo pulmón. El aire se me quedo atascado en los pulmones cuando sentí algo quebrajarse en la cocina. Y como si el correcaminos la hubiera poseído mamá llego a nuestro lado.
- ¡¿Qué? - grito atónita, mirando a Louis y a mi seguidamente.
- Lo que oíste mami, a ____ le gusta nuestro querido Zayn - mi rodilla fue a parar directo a su hombría. Venganza, dulce venganza.
Era de lo mejor ver a Louis retorcerse en el suelo.
- ¡_____! - Jay me regaño, poniendo sus brazos en forma de jarra - ¿Por qué no me dijiste que te gustaba Zayn? - solté una pequeña risita al ver que no le tomaba atención a Louis que se quejaba de dolor. Volví mí vista a mamá, que me miraba con reproche, mis mejillas se sonrojaron aún más.