- Tu y yo tenemos una conversación pendiente - tragué pesadamente cuando Camile soltó esas palabras.
- Um, puedo aclarártelo aquí mismo si quieres - le dije - Estas loca, no me gusta - susurre la parte final, había mucha gente en el pasillo y yo moriría si alguien escuchaba. Camile rodó sus ojos y tomo mi brazo, jalándome a la salida del colegio.
- ____, no soy idiota, por favor - Bufo - Tal vez Louis te creería eso, incluso Niall ¿Pero yo? - Me miro escépticamente y continúo -
Vamos, pensé que eras más inteligente que eso - me arrostro, literalmente, a su BMW.
- Eh, ¿Camile? - la llame patéticamente ¡La chica me daba mido! Oh, y enserio, Camile es de temer.
- ¿Sip? - soltó angelicalmente, remarcando la 'p' del final.
- Mi trasto - hice un gesto con mi cabeza apuntando mi Chevy. Camile rodó sus ojos y me empujo al asiento del co-piloto.
- ____, ¿Tú crees que alguien se robaría eso? - apunto despectivamente mi querido trato, antes de encender su reluciente BMW descapotable y partir totalmente endemoniada, podía ver el colegio por el espejo retrovisor desaparecer más y más.
Al igual que toda la valentía que según yo aún me quedaba.
Todo se fue a la mierda cuando estuve lo bastante lejos de la 'sociedad' y prácticamente sola con el demonio de cabellos dorados, alias, Camile Hale.
EL camino se hacía conocido, y más aún cuando dimos con esas enormes casas de color blanco. Jo, Camile me torturaría en sus aposentos. Bajamos del auto y caminamos en silencio hacia el interior de su casa.
- ¿Camile, bebé? - Camile siseo un 'demonios' por lo bajo cuando Lillian apareció en la sala. Dios, la madre de Camile es una modelo ¡Es completamente hermosa! Cabe decir que el parecido entre ella y Camile es bastante grande, aunque Lillian tiene unos enormes y expresivos ojos grises - ¡____, cariño! - atravesó la sala y me dio un fuerte abrazo.
- Hey Lillian - salude, devolviendo el abrazo.
- ¿Qué hacen aquí, chicas? ¿Dónde está Erika? ¿Y los chicos? Camile, ¿dónde está tu hermano? ¿Y...- pregunto sin respirar en un tiempo record. Camile gruño y retorció la punta de sus cabellos.
- Mamá, calma - dijo, controlándose - Vamos a mi habitación, Erika llegara luego, los chicos siguen en el colegio, y con esto quiero decir que Niall también - Respiro y continuo - Nos vemos Ma, estaremos arriba - Jalo mi brazo nuevamente, y yo como cual muñeca de trapo la seguí, dejando al pie de la escalera a la mamá de Camile, que nos hacía seña con su mano.
- Me recuerda a Erika - comenté, sentándome en la gran cama que Camile tenía. Camile comenzó a cepillar su cabello frente al tocador y asintió.
- A veces es espeluznante - reí. Y el silencio reino en la habitación, Camile me miraba a través del espejo del tocador como una acosadora, y yo no hallaba donde demonios esconderme.
- ¿Por qué va a venir Erika? - pregunte, recordando la respuesta que le había dado a Lillian.
- Te lo advertí, a Erika no se le escapa nada - Rayos, lo que me faltaba - Y ya que sacaste el tema - Me congele, cuando Camile agrego eso inocentemente - ¿Me dirás la verdad? - pregunto. Suspiro y me voltee a verla.
- Ya te dije la verdad - respondí, encogiéndome de hombros. Camile resoplo y se puso de pie frente a mí.
- Bueno, lo que digas - se sentó a mi lado en la cama - Erika te sacara la verdad a la buena o a la mala - Rodé mis ojos, esto sonaba a película barata.
