Capitulo II: Un largo Día.
Luego de dos horas sentadas en una silla escuchando a la directora general de escuela, salimos de allí, sabiendo todas las reglas habidas y por haber de esa institución. Ya estaba todo listo, estaba inscripta en una nueva escuela, iba a tener nuevos amigos, nuevas materias, nuevos temas de estudio, nueva vida, en general. Tenía miedo, mucho, pero sabía que tenia que salir adelante, que todo se me iba a hacer más fácil con el tiempo, y me propuse saltar todos los obstáculos que se me pusieran en el camino, con tal de ver bien a mi madre.
…
Llegamos a casa, exhaustas por haber caminado casi una eternidad, creo que en realidad fueron 10 o 15 cuadras, pero con el calor que hace, el camino se hizo infinito.
Eran las seis de la tarde, yo estaba sentada en el sillón con la laptop que era de mi padre. Me traía tantos recuerdos. En ella estaban todos los archivos de su trabajo, y siempre jugábamos juntos. Además, tenía su hermoso aroma.
Mi madre estaba en la cocina preparando la cena, me prometió que me iba a cocinar mi comida preferida, tortilla de puerros, ¡Es exquisita!
Estuve durante una hora chateando con mis amigas de Latinoamérica, eran tres, Sofía, Luna y María, las extrañaba tanto, me gustaría que estén acá conmigo, acompañándome en este momento tan difícil de mi vida, pero se que no es posible. ¿Cómo podrían viajar hasta Estados Unidos? Con suerte pude venir yo, gracias a la herencia que dejo mi padre, y a que mi madre consiguió un buen trabajo.
Luego hicimos video llamada, ya que ellas estaban juntas. Me contaron que María tenía novio, y que Sofi se había peleado con el suyo, mientras que Luni seguía soltera, viviendo la vida a pleno. Les conté todo lo que me había pasado hasta ahora, y me apoyaron y me dieron fuerzas para seguir adelante, les agradecí miles de veces, eran las únicas que me apoyaban siempre, además de mi madre, obvio. Terminamos de hablar y de contarnos todas las novedades, así que nos despedimos, antes, les repetí cuanto las quería y ellas a mí.
Se había pasando la hora volando, ya eran las ocho y mi madre pegó un grito.
-_____, ya esta la cena lista. Apúrate que se va a enfriar.
-Ya voooooooooooy! –Le grité mientras apagaba la laptop.
Me dirigí a la cocina, donde la mesa ya estaba lista y mi madre me estaba esperando sentada. Me acomode y serví la comida.
Terminamos y mi madre juntó la mesa, mientras yo esperaba que me baje la comida. Esta noche me tocaba lavar los platos a mí, ¡Ufa!
Lave los platos, los sequé y los guardé.
Mi madre ya estaba acostada en su habitación, hacia que antes de ir a dormir, pase a saludarla y a darle un beso de buenas noches, como lo hacia cada día desde que era pequeña.
Fui a mi habitación, me puse el pijama de flores lilas y violetas. Me acosté y prendí la tele para distraerme un poco. Me dio sueño, así que la programé para que se apague dentro de una hora.
Luego de quince minutos, logré quedarme dormida y el sueño se apoderó de mí.