[PRESENTE]
Tras terminar de colocarse la ropa, Suji, se puso de pie y miró el espejo empañado que estaba frente sus ojos. Pasó su mano para limpiarlo y vio su rostro pálido bajo la clara luz del foco. Se veía cansada, las ojeras se habían ampliado y sus labios se encontraban un poco resecos. La joven mujer se sintió un poco mal, no quería salir a enfrentar al hombre en aquel aspecto. "Si tan solo me pusiera un poco de base..." pensó peinando su oscuro cabello hacia atrás.
Con un suave suspiro organizó el baño para que todo quedara en su lugar y salió al pasillo.
La luz había regresado a la casa, pero el corredor parecía mantenerse en una inestable penumbra. Lo atravesó con rapidez, había algo allí que la inquietaba o tal vez sólo eran los nervios que la tenían quisquillosa.
La calidez del fuego había abordado toda la sala principal. La sensación de "estar en casa" inundó en corazón de la chica y por un momento sintió la necesidad de soltar una pequeña lágrima.
Los pasos a su espalda la hicieron recobrar el semblante sereno y cuando volteó vio a Myungsoo de pie a un lado de la columna.
"Te queda muy bien" dijo refiriéndose a la ropa.
Suji se miró y sonrió levemente.
"Un poco holgada, pero es muy cómoda, gracias" respondió ella.
"Estoy preparando café ¿Gustas?"
"Claro".
La mujer siguió al mayor hasta la cocina. Al entrar notó que todo seguía igual. La mesa de madera a un lado, la cocina en medio como en todas las viejas casas de Hahoe, los cuadros antiguos y manchados por los años. Las cacerolas y utensilios colgados en la pared. Todo en su lugar.
Suji casi podía ver a la abuela de Myungsoo estirando la masa.
"No te recordaba tan silenciosa" comentó el contrario con una sonrisa. Suji pasó sus dedos sobre el mármol de la mesada.
"Sólo estaba pensando" respondió ella sin mirar.
Myungsoo colocó los granos de café en la máquina y mientras esta hacia su trabajo observó el perfil de la mujer que tenía en frente.
Su cabello húmedo caía a un lado. Tenía la misma pálida piel que recordaba, uniforme y sin imperfecciones. Estaba igual de alta pero más delgada, ya no tenía esas mejillas regordetas que hacían pequeños sus cuando sonreía. Era Suji, pero más madura.
Pero aún así muy hermosa.
"Aquí está el café, ven volvamos a la sala, el fuego esta encendido allí".
Ambos se acomodaron alrededor de la chimenea, sobre la alfombra se encontraba la mascota de él. Había una pequeña mesa ratona en medio y sobre esta se hallaba un pequeño mantel con algunos libros. Suji se inclinó y los tomó. Con sumo cuidado miró la portada y luego la sinopsis. Ninguno hablaba y el silencio volvía loco a Myungsoo e incomodaba a la mujer.
Había muchas cosas que él deseaba decirle y cuando se animó a hablar el pequeño animal estornudo de una forma graciosa, haciendo que la chica riera suavemente.
"¿Es tuyo?" preguntó ella observándolo desde el sofá.
"Supongo que sí, cuando llegué aquí me lo encontré y nunca más se fue" contestó el mayor bebiendo un sorbo de su café.
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Waiting For Forever
Fanfiction"Escribiré nuestra historia" dijo ella mientras salpicaba agua con sus pies. "¿Incluirás también esta despedida?" la pregunta de él fue un espina en el corazón de ambos. "Por supuesto, es parte de nuestra historia" respondió ella girando su rostro...
