V e i n t i c u a t r o

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Oí sus pasos desde la escalera, estaban subiendo.

Entraron unos hombres, dos para ser espicíficos. Altos y con máscaras.

En el medio estaba mi madre.

-¿Ella es?- preguntó el hombre izquierdo, mirándome con ¿lujuria?

-Sí.- respondió mi madre.- Si se la llevan costará 100 dólares, hagan lo que quieran.-

No... no...

ImperfectaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora