Aunque no lo recuerdes... [Maze Runner]

Te salvé la vida

Thomas caminaba a paso decidido por el pasillo. Al fin y al cabo, era el jefe de esa sección. Sin embargo, se sentía cansado. Su turno habría terminado hace media hora, de no haber sido por el imprevisto, y no le hacía ninguna gracia tener que quedarse hasta tarde a hacer horas extra, pero sabía que le serían bien recompensadas. 

Entró en una sala sin llamar a la puerta. Estaba repleta de pantallas, y bajo ellas, un montón de botones, además de un par de hombres y una mujer observando cada detalle. Era la sala de vigilancia. Controlaban las acciones y el comportamiento de los Habitantes, si algo cambiaba, cómo se desenvolvian ante una situación nueva o de riesgo...

- Hombre jefe, no esperaba verte aquí.

- Kevin no se encontraba bien y se ha ido a casa, así que yo voy a tener que sustituirle.-explicó Thomas- Andamos justos de personal, y más que estén dispuestos a quedarse a cubrir este turno.

La mujer, que rondaría los treinta años suspiró.

- El turno de noche... no sé por qué lo temen tanto. En realidad es el más tranquilo, al fin y al cabo los Habitantes están durmiendo.

Thomas no desaprovechó la oportunidad.

- Si prefieres quedarte tú...

- Pff... no, no, hoy no, que es el cumple de Stuart y le prometí que iría a la celebración.

- ¿Cuántos cumple ya?- cuestionó uno de los trabajadores.

- Cinco añitos.

- Buah, parece mentira que hayan pasado cinco años desde que venías aquí con la tripa de embarazada jajaja.

Después de unos 10-15 minutos el turno de la mujer acabó y se fue. Uno de los hombres que quedaban también se marcharía pronto, ya que del turno de tarde-noche se encargaban dis personas, y en este caso, Thomas sería una de ellas.

-¿Ha habido alguna novedad?- preguntó el joven.

- Niguna, jefe. Nunca pasa nada. Se despiertan, desayunan, cada uno hace sus tareas, cenan, a dormir, y vuelta a empezar. Aunque...

- ¿Qué?- sin siquiera mirarle.

- Ese chico. El segundo líder. Uno alto y rubio. ¿Sabes quién te digo?

Thomas asintió.- Newt. ¿Qué pasa con él?-

- No lo sé, últimamente se comporta de una manera extraña.

- ¿Y eso?  

El hombre se encogió de hombros infantilmente, como si el crío de catorce años fuera él, y no Thomas.

El reloj marcó las 19:00 y uno de los hombres también se marchó a casa, dejando solos en la sala de vigilancia a Thomas y al otro empleado, Bob.

Transcurrieron varios minutos y Bob hizo zoom en una de las pantallas, confuso.

- Algo no va bien.

Thomas se acercó y observó la situación: los corredores formando una fila, delante de la puerta oeste del laberinto, y Alby dándoles instrucciones.

- Quiero escuchar lo que dicen.

Bob pulsó uno de los botones que mantenía esa pantalla sin sonido, para poder oír lo que estaba pasando.

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- Así es como nos vamos a organizar: - explicaba el líder- seis de vosotros le buscareis por su sección, la sección 8. Ben, tú por la 1 y yo por la 7. Alex, tú eres el más rápido; recorre los pasillos centrales de todas las secciones que te de tiempo, por si se hubiera alejado. Todos lleváis un mapa del laberinto de la última vez que se repitió esta combinación, una linterna y un reloj, muy importante. Quedan 22 minutos para que se cierren las puertas. Sed conscientes de ello y regresad a tiempo. Os quiero aquí 5 minutos antes del cierre, ¿de acuerdo?- algunos asintieron- En marcha.