{Ficción}
Llegué a casa y subí las escaleras arrastrando los pies como siempre. Pude escuchar a mi madre decir un frío <<Hola>> desde la cocina aunque para mi solo fue un pequeño eco sin sentido. Siempre había sido así después de que mi hermano murió hace tres años.
Me encerré en mi habitación y tiré la mochila del instituto sin importarme donde había caído. Después del accidente todo lo demás ya no me importaba. Me daba igual morir. Mis padres tampoco se enterarían. Después de todo, ellos también parecían muertos por dentro.
Cerré los ojos y dejé que mi mente volase. A veces pensaba que todo había sido un sueño. Podía ver a mi hermano jugando conmigo como en los viejos tiempos. Yo con doce años y el catorce. En esos días en los que creía que no podíamos estar más felices.
Recordaba su sonrisa como si siguiera viéndola todos los días. Lo que más añoraban eran sus preciosos ojos verde lima. Mamá tenía los mismos ojos, pero estaban apagados y sin vida. Los míos eran como los de papá; grises.
Cuando volví a abrir los ojos estaba llorando. Pude reconocer que era ya de noche. No era la primera vez que me pasaba, pero hoy iba a ser la primera vez que haría una locura. Salí de mi habitación y baje las escaleras sin hacer mucho ruido. Cogí la bicicleta y salí de casa cerrando la puerta con cuidado. No quería despertar a mis padres.
Empecé a pedalear para alejarme de allí lo mayor posible sin mirar atrás. Una voz en mi interior no paraba de decirme que volviese, pero para cuando quise escucharla ya era demasiado tarde. Me había alejado lo suficiente para que ni los choches ni las farolas alumbrasen la carretera. Pedaleé un poco más hasta llegar a una pequeña colina a la que solíamos ir mi hermano y yo. Dejé la bicicleta tirada en el suelo y subí por la colina con paso pesado. Hace no mucho tiraron al lado una lavadora así que me tropecé varias veces. Cuando llegue arriba miré hacia las estrellas. Quería verlas con claridad por última vez. Pude ver una estrella fugaz pasar rápidamente y después una voz que me sacó de mis pensamientos.
-Melody...
Me volví para mirar atrás. Abrí los ojos hasta no poder más notando como se me empezaban a llenar de lágrimas.
-¿H-Hirsch...? ¿C-cómo...? N-no p-puede... no puede ser...
-Te he echado de menos, hermana - puede ver una sonrisa vaga en su cara. ¿Cómo podía ser él? Le vi morir con mis propios ojos. Pero, la verdad, me alegraba poder verlo otra vez -. Sé lo que piensas hacer, así que quiero que me escuches; no lo hagas, por favor.
-Estás muerto... ¡No puedes decirme que debo y que no debo hacer!
-Por favor - suplicó, pero no le hice caso y fui donde se encontraban las piezas de la lavadora -. ¿Qué pensarían mamá y papá si te viesen?
-A ellos les da igual lo que haga desde que moriste... - dije volviéndome hacia él desde lo bajo de la colina. Pude ver el dolor en sus ojos y me arrepentí de lo que acababa de decir. De lo que estaba a punto de hacer. Pero no, debía seguir. No podía detenerme ahora que había llegado tan lejos -. Lo siento, pero ya me he decidido... y, por si no nos encontramos, recuerda que nunca podría haber tenido un hermano mejor que tú...
Las lágrimas se empezaron a desbordar de mis ojos por mucho que intentase contenerlas. Cogí una pieza de la lavadora lo suficientemente afilada para clavármela en el estómago sin mucho esfuerzo. Noté un gran dolor en este que me hizo marearme para, finalmente, caer de espaldas en el suelo. Pude notar como la sangre me subía por la garganta y se escurría de mis labios.
Nunca imaginé que terminaría así. Después de todo, la vida te apuñalaba por la espalda siempre que veía la ocasión. No me arrepentía de lo que acababa de hacer. Se dice que cuando mueres, ves una luz blanca al final de un túnel, pero lo único que vi fueron unos ojos verde lima y una dulce sonrisa rodeados por una luz blanca llamándome al final de un túnel oscuro...
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Sad times [V. En Español]
Short StoryAquí escribiré solo cuando me sienta mal o esté cabreada o triste. Si has venido a leer todo lo contrario, ve a la historia Happy Times.