Capítulo: 3 "Lo que quiero, eres tú"

13 3 0
                                    


  KERR:
He estado observando a Daken Zarecky y su extraña actitud estas semanas... Y llegué a la conclusión de que ella no actuó así de desagradable conmigo "porque me odia". De hecho; ella actúa cortante con todos en el colegio, y definitivamente, "no es porque nos odia", al cabo, ni nos conoce... Sin embargo, tampoco lo intenta.
Mi teoría N:1, y tal vez... la más descabellada; es que "tiene una enfermedad contagiosa", y por eso, no quiere que nadie esté cerca de ella. Si éste fuera el caso, es muy amable de su parte "mantenerse fuera de nuestro alcance"...
Pero, inmediatamente deseché esa teoría por falta de pruebas. Más bien, creo que "el problema" lo lleva internamente, como si algo no la dejara en paz.
Cada tarde en las salidas, Daken se sienta en la acera. No sé qué es lo que espera, pero lo hace todos los días...
Nunca me quedo hasta el final para saber por qué lo hace; es que eso ya sería como si la estuviera acechando. Y lo que menos quiero, es retroceder con ella.
Hoy mi curiosidad se terminará. Porque voy a sorprenderla en la salida, cuando sólo hayamos quedado nosotros dos.

  DAKEN: 

Un día más aquí afuera; esperando... Cuando todos salen impacientes por llegar a casa para darse una ducha, tirarse en la cama a escuchar música hasta caer en sueño profundo luego de un día agotador...
Yo sigo acá, en "mi condena diaria de treinta minutos" esperando a que mi madre, Rose, pase a recogerme "porque cree que NO SOY lo suficiente buena y confiable para ir en el transporte público".
¡Claro! La frágil e inestable Daken hará su famosa aparición en breve...

Esa era la típica excusa que siempre volvería a poner si le pidiera más autonomía con eso de "traerme y llevarme de un lugar a otro". Aún sabiendo que es lo que más nos beneficiaría a las dos; porque ella no tendría que viajar a contramano para volver por mi al salir del trabajo. Por mi parte, ganaría más confianza con esto de ser independiente y más segura de mi misma.

__ ¡Ya van quince minutos!... Sólo faltan otros quince y...
__ Se acabará el mundo!!
__ ¡¿Qué demonios?! __ me exalté al escuchar una voz detrás de mí.
__ ¡Tranquila! Soy yo... Kerr Benedek __esbozó con una media sonrisa que me irritaba aún más.
__ RAYOS, ME ASUSTASTE!! __le Grité como loca. ¿Cómo se atrevía a ser tan imprudente?
__ Lo siento. Vengo de la biblioteca... No sabía que estabas aquí afuera... sola __se oía apenado.
Pensándolo bien, después de todo, sólo estaba estudiando hasta tarde... cuando salió y se encontró con mis gritos, por segunda vez desde que habíamos hablado. Tenía que estar más calmada esta vez sí no quería ser obvia con " mi problema".

  KERR:
No pensé que reaccionaría tan... furiosa. Lo admito; tampoco esperé que fuera a ser amable conmigo, y menos, después de aquella estúpida irrupción.
__ ¿A quién esperas? A tu novio, tal vez __expiré, incluso antes de poder procesar qué estaba pensando.
__ Qué te importa. ¡¡Dejame en paz!! __reaccionó como no quería que lo hiciera.
__ Espera. ¿Lo estoy haciendo mal, cierto? Emm... soy muy bruto para esto...
__ ¿Para qué? __dijo ya, con más calma. Se veía tan dulce cuando estaba serena.
__ Ahh... ¿Para preguntarte por qué te quedas aquí sola después de clases? __solté inseguro. Pero inesperadamente, le arranqué una sonrisa a ese rostro perfecto de ojos color avellana con labios rojo suave __podía jurar con certeza que era su color natural__. Su cabello era ondulado en forma rebelde, capturado por una coleta casi invisible.
Daken no era muy alta, tampoco era baja, sino de estatura promedio... un metro sesenta y cuatro, tal vez.
Pero no era como nadie que haya conocido antes... Ella es fascinante, y realmente quería ser su amigo, aunque eso signifique exponerme tal cual soy, con defectos y todo... Cosa que jamás hice o haría con los que considero son mis amigos.
Con ella era diferente. Podía permitirme ser vulnerable, y aún así, no huiría de su lado como acostumbraba a hacer con los que querían más de mí. Eso de "no dar nada, ni pedir nada a nadie" me había funcionado hasta ahora...
Y eso estaba bien para mí así.

  ¿Por qué? 

Porque juré no volver a creer en nadie, desde que la persona que se suponía tenía que haber sido mi principal apoyo, me abandonó a mi suerte con su hermana, mi tía... cuando sólo contaba con seis años, luego de la repentina muerte de mi madre de un ataque al corazón, mi padre mostró su verdadera cara...
Vendió nuestra casa, dejándome con la tía Emelie y su esposo, que ya tenían suficiente con los mellizos Michael y Michelle.
Aún con sus problemas económicos y todo, aceptaron acogerme como un hijo más, sin hacer diferencias con mis primos.
Porque sí. El maldito de Thomas Benedek, mi padre, "huyó" con todo el dinero de la venta de la casa, con la parte de mi madre que ahora pasaba a mí...
Lo único que me dejó fue una "cuenta de odio" que iba en aumento día tras día, con intereses y todo desde hace ya diez malditos largos años. No quería que el volviera jamás a mi vida.
No quería lastimar a nadie como él lo había hecho conmigo, ni que me hicieran el mismo daño.
Contrariamente de lo que haría en estas situaciones... Esta vez me dejaré arrastrar al desafío que supone, llegar a Daken... sin herirnos en el camino, claro.

  DAKEN: 

__ Espero a mi madre _solté sin más. Sorprendiéndome a mi misma por la confianza de mi voz.
_... No quiere que andes sola por ahí, ¿no?
>> Conozco a esa clase de padres sobre protectores _afirmó estando seguro de lo que decía.
Y así sucedió; la tímida e inalcanzable Daken Zarecky, hablando con el misterioso y audaz, Kerr Benedek...
No estaba alucinando. No él estaba aquí, sentado a mi lado "explicándome lo difícil que puede ser empezar de cero en u nuevo colegio". Yo sólo asentía, mientras lo miraba con detenimiento _nunca estuvimos tan cerca tanto tiempo _. Él era alto, eso podía verlo desde lejos. Ahora aquí, casi anocheciendo, puedo ver sus luminosos ojos verde algo azulados, creo. Su oscuro cabello despeinado, ondulado en las puntas, ya que lo tenía casi a la altura del rostro. Su forma de vestir me llama mucho la atención porque no es gótica, pero tampoco común. Más bien, es personal; usa pantalones holgados con cinturón negro de tachas y cadenas colgantes, y una playera roja con el logotipo de la banda Slipknot en detalles negros...
Era verano en Boston; por lo que sólo me puse un abrigo liviano para esta hora más que nada, ya que empezaba a bajar la temperatura.

Éste chico va a matarme con su extraña actitud. Paso de ignorarme todas estas semanas, y ahora está aquí frente a mí queriendo saber cosas de mi vida.
No entiendo de qué trata todo esto, pero mientras no me haga daño, puedo soportarlo...
Después de todo... Me siento cómoda y segura a su lado; y eso, conmigo no es poca cosa.
Me agrada esta nueva sensación. Tal vez, quiera la compañía de Kerr Benedek en la escuela... Incluso su amistad, de ahora en adelante.

Tan fuera de mi mundo... Y el tuyoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora