Capítulo 7: Cosas De Humanos

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Dean estuvo a punto de atragantarse con el último bocado de pay. El resto de la cena y el postre transcurrieron con tranquilidad, la charla derivó en asuntos cotidianos. Las chicas contaron cómo fue su día, hablaron de los estudios y del caso que les esperaba mañana. El cazador se mantuvo tan en silencio como le fue posible, tratando de no volver a llamar la atención de todos, aunque no pudo evitar soltar algún gesto de placer al probar el relleno de manzanas que, aún tibio, se derretía en su boca. Lanzó varias miradas a Cas, sonriendo y haciendo gestos de «esto es excelente», juntando el pulgar y el índice, pero como se mantuvo callado nadie, excepto Castiel, lo notó.

Cuando terminaron de comer, Sam fue a buscar un hotel. Claire le pidió a Cas que la acompañara a su habitación para mostrarle lo que tenía sobre el caso. Y Dean se quedó ayudando a Jody con los trastos.

~*~

Acababan de comenzar a lavar los primeros platos, cuando Alex recibió un mensaje de texto de su novio y se retiró a su cuarto. En cuanto se quedaron solos, Jody sintió que ya no podía soportar más la curiosidad. Había pensado aguardar a que Sam regresara y preguntarle discretamente a él qué sabía, pero ahora que la casa había quedado en silencio, Dean había adoptado una actitud un tanto melancólica, secando los platos con lentitud, con la mirada perdida en sus pensamientos; cuando el cazador dio su segundo suspiro en un lapso de un minuto, ella no aguantó más.

—De acuerdo, Dean, escúpelo —ordenó la sheriff, llevando sus manos a la cintura.

Dean enfocó la vista y, dándose cuenta de que su mente estaba en otra parte, frunció las cejas interrogante al tiempo que murmuraba «¿Mmm?».

—¿Vas a decirme qué rayos está sucediendo aquí? —Dean la miró confundido y se encogió ligeramente de hombros.

—No sé de qué hablas —dijo mientras dejaba en la mesada el plato que llevaba tres minutos secando.

—¿No sabes, eh? —preguntó Jody, alzando las cejas incrédula—. Mira, Dean, sé que no soy tu madre, ni tu mejor amiga, pero quiero que sepas que puedes contar conmigo.

Dean asintió varias veces murmurando «Lo sé, lo sé».

—Si necesitas alguien con quien hablar, estoy aquí. —El hombre volvió a asentir tomando el plato que ella le estaba dando y comenzó a secarlo—. Bien, entonces si lo sabes, dime qué fue todo eso. Me refiero a la cena, a ti, y a Cas, y todas esas miradas —concluyó la sheriff, decidida a sacarle una confesión.

Dean apretó los labios, no quería hablar de eso, no quería hablar de nada. Dejó de mirarla a la cara, llevó la vista a sus pies, luego a la puerta de la cocina. Huir era una salida cobarde.

—No quiero hablar de eso —susurró. Ella le tomó la cara con una mano y lo obligó a mirarla. Sus ojos estaban muy abiertos, interrogantes, y sus cejas alzadas se veían casi amenazadoras. Dean pensó que Jody estaba siendo el policía malo—. ¡Ey! ¿Dónde está el policía bueno? —protestó bromeando, liberándose del agarre con un ligero movimiento de cabeza. Pero cuando sus miradas se encontraron, Dean volvió a ponerse serio—. Mira, Jody... —Su voz se quebró cuando comenzó a hablar de nuevo y tuvo que aclararse la garganta para continuar—. Ccas y yo..., es... complicado —dijo con un hilo de voz—. ¡Demonios! No quiero hablar de esto, ¿de acuerdo? —Dean apartó la mirada hacia la puerta, en parte para no tener que seguir viendo a Jody y en parte para asegurarse de que nadie estuviera parado en la entrada escuchando.

~*~

En la habitación de Claire, ella y Castiel habían terminado de revisar la información sobre el caso. La joven le estaba mostrando fotos de sus cacerías, mayormente cuerpos decapitados de lo que Cas supuso habrían sido vampiros.

Hechizando Rápido y Fácil Con Madame GreenDonde viven las historias. Descúbrelo ahora