Capítulo catorce

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Ben

Me quedé mirando mientras Marika caminaba hacia la sala de espera. Debí haber hablado con ella y decirle que su padre está actualmente en San Francisco, pero digamos que no me siento muy bien y ahora la principal prioridad es mi hermana, después tendré el tiempo para dar explicaciones.

Sé que tendremos una discusión dentro de poco y necesito prepararme mentalmente para esto. También sé que no debería estar paseando por los pasillos del hospital, pero necesito saber que Sissy está bien.

-¿Se puede saber que haces aquí fuera de tu habitación?- me preguntó mi abuela apareciendo de pronto y mirándome con el ceño fruncido-. Vuelve a tu cuarto, acabas de tener un accidente y necesitas descansar.

-Quiero ver a Sissy y asegurarme de que se encuentra bien.

-Ella aun no puede recibir visitas- dijo mi abuela con un deje de tristeza-. Vamos, tienes que regresar a dormir si es que no quieres que las enfermeras te regañen.

-Promete que me avisarás si Sissy despierta o si Marika regresa... es importante.

Mi abuela se quedó en silencio unos segundos mientras asentía lentamente con la cabeza. Después de eso me ayudó a regresar a mi habitación y se quedó conmigo por unos minutos.

-El padrastro de Marika llegó hace un rato- dijo ella después de unos minutos-, es abogado y quiere tramitar la adopción de tu bebé. Dice que ya contactaron con un Hogar de Niños y que solo falta que firmes para ceder el cuidado de la niña en cuanto nazca.

-¿Marika ya ha firmado?- pregunté mirándola de reojo.

-Sí; dijo que si no querías firmar entonces darían a la niña en adopción apelando a que Marika es madre soltera.

-¿Es eso legal? Quiero decir, si yo quiero hacerme responsable de mi hija y Marika la regala sin preguntarme ¿no puedo hacer nada?

-No lo sé; tu madre está tratando de arreglar el asunto con el padrastro de la chica, pero sin ella aquí es algo difícil saber lo que quiere.

No tengo cabeza para pensar en la bebé en estos momentos. Por mi mente solo pasa la culpa que siento por lo que le hice a Sissy y una posible solución para que vuelva a caminar.

No quiero que mi hermana se despierte sin poder moverse. No quiero verla sufrir por no haberme fijado mejor en la mierda que estaba pasando en la carretera. Quiero retroceder el tiempo y hacer que nada de esto hubiera ocurrido.

Por un momento creo que es culpa de Marika y mía, es decir, si ella no estuviese embarazada yo jamás habría entrado a trabajar y Sissy nunca se habría subido al auto desde la cafetería.

No puedo evitar pensar que antes de Marika mi vida era perfecta y sé que está mal todo lo que le dije cuando entró a visitarme, pero es verdad que nuestro romance solo nos ha causado dolor y sufrimiento.

Viéndolo desde este punto de vista, la posibilidad de la adopción no es tan mala; dejaríamos de vernos y podríamos continuar con nuestras vidas de un modo más o menos normal.

Al cabo de unos minutos mi madre entró con un hombre a mi cuarto. Él era alto, rubio y tenía los ojos claros, vestía muy bien y no debería tener más de treinta años. Lucía imponente y seguro de sí mismo y no tardé tanto en reconocer que era el padrastro de Marika.

-Señor- murmuró mi madre mirando al sujeto con desprecio-, le ruego que por favor sea consciente de que mi hijo necesita descansar, si él decide no firmar tendremos que resolver este asunto en otra instancia.

-Hola, Ben ¿Cómo estás?

-Bien, gracias.

-Bueno, estoy aquí para hablar contigo sobre la adopción de tu bebé. Es un tema complejo y delicado, pero tienes que saber algunas cosas.

Mi Destino2:Dulce Anhelo (Bringer)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora