Capitulo 5

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Lo primero que hice al salir de la casa fue solo conducir, y lo sigo haciendolo sin rumbo. No se por donde estoy,pero algo de las calles que estoy cruzando se me hace familiar. Me detengo en una plaza pequeña llena de árboles, no puedo creer que haya conducido hasta su casa, ¿cómo llegué aquí?. Todo parece igual a como solía estar cuando venia a verla a lo lejos, la casa parece un poco remodelada pero no mucho. Una vez que terminaba los trabajos del jefe venia a verla, esta pequeña plaza que se encuentra enfrente de su casa me permitía sentarme en la banca mas lejana pero con una buena vista hacia su casa ya que tenía ventanas al frente donde se podía ver desde donde me sentaba. Esta oscureciendo pero no puedo ver nada, eso es porque no hay nadie, todo esta oscuro, a lo mejor sus padres se mudaron después de su muerte, un segundo, ellos nunca se enteraron, yo deje que el jefe se encargara de todo por que en ese entonces no pude hacerlo, no con todo mi dolor. ¿Debería decirles? ¿Me reconocerá la señora? No. No ella cree que su hija es feliz, lejos pero feliz, no soy nadie para causarle mas dolor, no cuando fui yo quien se la arrebato. Enciendo el coche de nuevo y me voy.

****

Cuando entro en la casa la veo sentada en el sillón.
- ¿Drake? ¿Podemos hablar? -
- ¿No crees que es eso lo que hiciste demás hoy? - le digo molesto.
- Si, se que hice mal, pero por favor no puedes seguir así, me duele verte como también a ellos les duele, necesitas avanzar y dejar el pasado atrás, a ella no le gustaría verte así -
- ¿Como sabes eso Lili? ¿Hablas con los muertos? -
Los ojos se le llenan de lagrimas al oírme. Mierda. Me arrepiento de inmediato y me acerco a ella para abrazarla. Se desarma en llanto cuando la rodeo con los brazos.
- Que mas quisiera yo Drake tener ese don - solloza.
- Lo siento Lili, soy un idiota, perdóname -
- Lo sé, descuida -
Respiro hondo para no derrumbarme yo también.
- Sabes que no puedo olvidarla, la ame.... No, la amo tanto y lo seguiré haciendo hasta el último de mis días, no puedo olvidarla - susurro.
- No. No te estoy pidiendo que la olvides, solo que sigas adelante por ella, por su memoria, se que es fácil decirlo, losé también porque para mi también es difícil olvidarla, pero trato de seguir adelante por que se que a ella le daría gusto eso...  y lo sé porque fue mi mejor amiga Drake -
Doy un largo suspiro y me recuesto en el sofá.
- Si eso lo sé, ¿Pero dime, me veo tan mal? -
Suelta una risa de nervios.
- Parece que envejeciste diez años, tienes barba, usas camisas pasadas de moda, no te peinas, si es un milagro que logró que te duches si no también apestarías -
Niego con la cabeza por que ni si quiera me he visto en un espejo.
- ¡Rayos! -
Lili se ríe pero casi sin ganas.
Se encoge de hombros.  - Lo siento por ser tan sincera -
- Descuida, al menos me dices la verdad -
- Tal vez si te arreglas un poco puede mejorar mas las cosas, mira se que jamás pondrás los ojos en otra mujer pero al menos trata de verte mejor para los que te queremos -
En eso tiene razón. Tal vez si tengo muy mal aspecto que por ese motivo los chicos creen que estoy muriendo aunque técnicamente si es verdad. Tengo que hacer algo.
Se que jamás la podré olvidar ni dejar de amar, pero tengo que avanzar, avanzar por ella. Lo tengo que hacer. Doy un gran suspiro y me froto la cara con las manos.
- Bien, entonces.... ¿Que sugieres? -
Lili abre la boca sin poder creer que ha logrado convencerme, tal vez ni siquiera yo mismo lo crea, pero tengo que hacer el gran esfuerzo para ocultar mi dolor, un dolor que jamás sanara.

********

He ido con ella de compras por todas partes, la mayoría la escogió ella, solo me gusta que sienta que me esta ayudando. Después de unas horas me lleva a lo que parece una peluquería, no se que me hacen y prefiero no verme al espejo, todavía no soy capaz de ver mi reflejo, un reflejo que si veo, sé con certeza que no tendrá vida y prefiero dejarlo así.
Cuando el estilista termina nos vamos, luego pasamos por Nina para ir a comer, se sorprende al verme y estoy empezando a creer que Lili me dejo como una estrella de rock o algo así.

****

El trabajo no es pesado, lo que es pesado es tratar de conseguir a secretaria que no me coma con los ojos. No debí de haber cambiado mi aspecto ahora prácticamente me desnudan. Mierda. Pero tomare cartas en este asunto.
- ¿Silvia? -
Silvia es mayor como de unos treinta años y con ella no eh tenido problemas de interactuar, es muy simpática pero no de el lado de coqueteo.
- ¿Si Carter? -
- ¿Podrías conseguirme un secretario por favor? -
Abre la boca sin poder creer lo que acaba de escuchar.
- ¿Un secretario? ¿Escuche bien Carter? -
- Si, Silvia por favor -
- ¿Que pasa con tu secretaria nueva? -
- Pues no es muy eficiente que digamos - le miento.
Melia es muy buena en su trabajo pero técnicamente me avienta en la cara que se quiere acostar conmigo.
- ¡Vaya! No sabia eso, pero por supuesto que te consigo otra -
- Silvia dije secretario, por favor -
- ¿Que pasa con las mujeres? - frunce el ceño.
- Amm.... Es solo que prefiero trabajar con hombres, es todo, gracias -
Trata de procesar lo que le dije y en un segundo abre los ojos y la boca.
- ¡OH, VAYA! Si, si, claro lo entiendo -
Mierda, ella no creerá...
- Silvia no soy gay, estoy casado -
Rueda los ojos y suelta el aire.
- ¡Oh! Por ahí hubieras comenzado muchacho, ahora estoy en eso, te avisare después -
- Gracias -
Sale de la oficina y me deja seguir con mi trabajo. Esto si se esta volviendo una pesadilla.
Son las cuatro de la tarde y mi turno ha terminado, tengo que salir de aquí. Tal vez si llevo a mis hermanas al cine podría mejorar el día.
- ¡Carter! -
Volteo al escuchar su voz. Sasha.
- Hola -
- Hola Carter, ¿como sigues? -
- Bien gracias ¿y tu que tal? -
- Bien también gracias, oye el otro día te vi con tu esposa se ve que se llevan bien -
¿Que? ¿Que me vio con quien?
- No se de que me hablas -
- Si el otro día caminaba por el centro comercial y te vi con una muchacha, supuse que ella era tu esposa -
Le voy a decir unas cuantas.... pero me muerdo la lengua.
- No supongas nada Sasha, ella no es mi esposa, es mi hermana y mejor metete en tus asuntos -
Se pone pálida al escucharme.
- ¿Por qué me odias Carter? -
¡Oh vamos!
- No Sasha, no te odio, es solo que.... Olvídalo -
Va a decirme algo pero mejor se queda callada y baja la mirada. ¿Por qué me siento mal por ella?.
- Lo... Lo lamento Sasha no me hagas caso -
- Descuida suelo tener ese efecto en los hombres, ni siquiera me soportan como para salir conmigo, ya estoy acostumbrada Carter, nos vemos - dice sin ánimos y comienza a alejarse.
Quiero que se vaya pero me siento mal por como le hable. La sigo y la alcanzo.
- ¡Sasha! Lo siento, no.. ¿Que te parece si cenamos? -
¿Que mierda acabo de hacer? Trato de retractarme pero ya es demasiado tarde cuando se le ilumina la cara con una sonrisa.
- Si, si gracias -
Esto no puede ser.

***

Cuando llegamos al restaurante se encuentra medio vacío por lo que tomamos una mesa algo apartada de la poca gente que se encuentra.
- Gracias por la invitación, no quiero que te sientas obligado, si quieres nos vamos -
- No, no descuida estoy bien -
Nos sentamos y mira en todos lados. Luego me mira.
- Mira, no quiero que te sientas incomodo solo quiero ser tu amiga eso es todo pero si después de esta noche no quieres volver a verme lo entenderé solo basta con que lo digas -
¡Vaya que directa! Lo proceso durante unos minutos y ella sonríe como tonta.
- Pero créeme, soy divertida y no querrás volver a separarte de mi - me guiña un ojo.
No sé porque pero eso hace gracia. Estoy a punto de sonreír pero me detengo, no quiero que se ilusione. No soy buena compañía.
- ¿Así que dime que te pone de mal humor? -
Frunzo el ceño por que no se a que se refiere.
- ¿De qué hablas? -
- Si, no te ofendas pero parece como si estuvieras enojado con todo el mundo y eso es todo el tiempo que te veo, jamás te eh visto sonreír, nada, ni un gramo, así que supongo que algo te pone de mal humor antes de que amanezca -
Ella y sus suposiciones.
- Las mujeres del trabajo son las que me ponen de mal humor -
- ¿Te quieren comer o algo así? -
- Digamos que si -
Suelta una fuerte carcajada que hasta me espanto por su reacción.
- ¡Oh por dios! ¡Eres gay! - sigue retorciéndose de risa.
Golpeo la mesa y se detiene por el susto.
- No. Soy. Gay. - digo entre dientes
Se estremece un poco y luego reacciona.
- Lo lamento es solo que eso se dice en el trabajo ya que nunca volteas a ver a una mujer -
- No lo hago por que respeto la memoria de mi esposa Sasha, esa es la razón -
Su rostro palidece y lleva su mano a su boca para ocultar la sorpresa.
- Lo siento, yo no... - se levanta de la mesa.  - Tengo que irme, soy muy idiota -
La detengo fuerte del brazo antes de que avance.
- Alto, detente, no es tu culpa, siéntate -
Regresa a su silla pero con la vista hacia abajo.
- No querrás volver a saber de mi, soy muy tonta Carter -
- Descuida eso lo supe desde que te conocí - tuoche.
Levanta la cabeza al segundo y sonríe.
- Gracias -
Me río sin poder creer que tal vez tuvo razón al decir que era divertida.

Ecos del destinoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora