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Llegó a su casa dejando al gatito en las escaleras por un momento, y abrió la puerta de su casa. Afuera era un lindo día, pero Michael quería pasarlo jugando con su nuevo gatito, él teñido no tenía ganas de salir.

—Pequeño gatito, q-quédate un ratito aquí, Michael ira por tu comida ¿esta bien? —habló Michael jugando con su falda.

El gatito solo lo miro y soltó un 'meow' haciendo reír a Michael. Él joven se dio la vuelta, y fue a la cocina, sacando dos recipientes para servir leche y atún. Fue nuevamente a la sala, encontrando al gatito en la misma posición en la cual le había dejado. Puso ambos recipientes en el suelo, viendo al gatito acercándose animado a la comida.

Michael acaricio las orejitas del gatito, escuchándolo ronronear: —¿Qué nombre debería ponerte? ¿Estaría bien Tom? Como Tom y Jerry —río, el pequeño gatito soltó un maullido en desacuerdo—. Entonces, ¿qué nombre sería bueno para ti? Ay, no se qué nombre sería bueno, Thomas, Luke, Roberto.

Escucho un ronroneo al decir el nombre: —¿Quieres llamarte Roberto? Espera... Luke —sonrió—, es un buen nombre. Entonces Luke serás.


(...)


Michael bostezo con pereza en cuanto fue a su habitación, seguido por su nuevo gatito. Se echó en su cama, tapándose con las mantas, y el pequeño gatito se colocó al lado de él. Michael sonrío con ternura al ver al gatito, era tan pequeño y lindo.

—Descansa, Lukey.

Acaricio las orejitas del gato, y se volteó en la cama, durmiéndose segundos después.

El gatito blanco se levanto poco después, cerciorándose que Michael este dormido. Cuando ya lo había comprobado, bajo de la cama dando un saltito, retrocediendo levemente al sentir la transformación venir. Un destello desprendió de él, afirmando que ya no era más un gato, a excepción de las orejitas y la cola. Lentamente camino hacia Michael, posicionándose al lado de él. Escondió su cabeza en el pequeño espacio que había en su cuello, con sus manos en la cintura del otro joven.


(...)


Michael se removió en la cama, soltando leves bostezos con los brazos por encima de la cabeza; sentía su cuerpo aprisionando por un par de brazos, y se alarmó. Rápidamente volteo su cabeza en dirección opuesta y encontró a un chico rubio durmiendo junto a él.

—¡¿Q-Quien eres t-tu?! —grito Michael despertándole— ¿D-Donde está Lukey? ¿Le hiciste algo malo? —salió de la cama agarrando lo primero que vio para defenderse, una raqueta de tenis.

Él más alto se sentó en la cama, estando semidesnudo: —Tranquilo —habló con una voz gruesa y calmada—, no voy a hacerte nada —mencionó intentando pararse lentamente para que Michael no le propine ningún golpe con lo que tenía en manos.

—Oh, D-Dios; esta desnudo —dijo con las mejillas levemente sonrojadas—. U-Usted está desnudo...

—No lo estoy —se paró completamente, riendo al ver a Michael alejarse corriendo su mirada hacia otro lugar—. Tengo esta cosa que se llama ropa interior —se burló.

—L-lo sé; no se mueva, o Mikey le golpeara con esta raqueta —articulo lentamente temiendo del extraño que estaba en su habitación.

—¿Mikey, te refieres a ti mismo como otra persona, bonito? Y no soy ningún extraño, soy yo.

—N-no lo conozco.

—Soy Luke, me pusiste ese nombre en la mañana, ¿lo recuerdas?

—¿Q-Qué? ¿De qué h-abla?

Luke soltó un suspiro dejando que Michael vea sus orejas y su cola: —¿Esto confirma que soy yo?

—E-esta mintiendo, no le creó, ¿dónde está mi pequeño gatito?

—Yo lo soy, soy tu gatito —pronunció él más alto, viendo directamente a los ojos del menor—. Me compraste en aquella tienda de mascotas, y creo que no sabías esto sobre mi; aunque cuando te vi; no pude evitar notar que llevabas una falda en ves de pantalones. Y debo agregar que tus piernas lucen...

Michael le dio un golpe a Luke con la raqueta, viendo como este sobaba su cabeza con un expresión adolorida en el rostro, y sus orejitas bajaron indicando que estaba triste.

—Oh, M-Michael lo siente, no q-quiso hacerlo, pero Lukey es un pervertido —susurro bajando la raqueta y dejándola en el suelo.

—Dios mío, eso fue caliente. —sonrío Luke enseñando sus afilados colmillos.

Michael estaba listo para otro golpe cuando Luke lo detuvo: —¡Espera! Joder, está bien, no te enojes, lindo.

—¡No digas eso, es malo!

—¿Que? ¿Joder?

—Deja de decirlo, eres malcriado. Se supone que eras un gatito, los gatitos n-no hablan.

—Soy uno, pero soy especial. ¿Y te digo algo más? Tú también lo eres.

—¿Soy un g-gatito? —pregunto ensanchando sus ojos verdes.

—Dios mío, no hagas eso.

—Ow, l-lo lamentó.

—No me refería a eso, digo que eres especial; no eres como los otros amos que he tenido. La mayoría cuando descubría que puedo transformarme en humano me ordenaban que me los folle —miro la manera en la que Michael volteaba su cabeza a un lado— ¿No sabes lo que es follar, verdad?

—N-no.

—Algún día te enseñaré, si me dejas —murmuró.

—¿Me prometes que eres tú y no un ladrón?

—Soy yo, bonito; soy Luke.

—E-está bien, te creo. ¿T-tienes frío? —pregunto él menor algo preocupado.

—Bueno, un poco.

—Oh, e-espera —Michael dejó la raqueta en el suelo, nuevamente. El sweater que tenía puesto le quedaba algo grande, tapando así un poco sus muslos. Se acercó a su armario sin notar la mirada lasciva de Luke le brindaba a sus espaldas. Saco él pantalón más grande que tenía, junto con un polo del mismo tamaño—. Puedes ponerte esto. —señaló la ropa que había dejando anteriormente en la cama.

Luke obedeció y agarro el pantalón y el polo, se colocó el pantalón, aunque este le quedaba un poco apretado, al igual que el polo: —¿No tienes algo más grande, pequeño?

—No, lo s-siento. Supongo que tendremos que comprarte r-opa.

—No tienes que...

—Si, ¿e-eres mi gatito, ciert-o?

—Lo soy —finalizó.

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El primer capítulo, bueno. ¿Qué tal les pareció? Voten y comenten, muchas gracias. ¡Hasta luego!

Big kitten.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora