Donde todo empezó
Eran las 7:00 am de una mañana tranquila sin mucha importancia... muchos dirían que aburrida, ya era hora de ir a la universidad así que me vestí rápido para no llegar tarde.
Siendo sincero el estudio nunca me importó, como obvio a la mayoría de las personas les pasa, pero, como todos quiero un futuro así que me esfuerzo todos los días aunque meta la pata de vez en cuando; tampoco se podría decir que mi vestimenta fuese algo de mucho resplandor.
Fui a la sala donde mi madre ya tenía la comida en la mesa y se estaba alistando para salir a trabajar; solo somos mi madre y yo... Ya que mi padre se fue de la casa dejándonos a ella y a mí solos por trabajo... Aunque nos envía dinero, siempre ha hecho falta su presencia, ya que hace unos 3 años que no lo veo... Pero no le doy mucha importancia. Tome la comida de la mesa, me despedí de mi madre como todas las mañanas, y en un parpadeo ya estaba llegando.
Muchos me han dicho que a mi edad debería salir más, esforzarme más en mis estudios y socializar más, lo he intentado muchas veces pero me ha sido imposible en los últimos 3 años. Mi vida cambio desde que ella se fue.
Llegue a la uni después de caminar unos 15 minutos, y había algo a mi alrededor que no me gustaba, tuve una mala sensación como si el día de hoy algo, o más bien todo... fuese a cambiar; todos estaban tranquilos como un día aburrido cualquiera pero algo me hacía creer que no sería así.
Entré a mi salón de clases y el profesor venía entrando conmigo, me senté a oír la clase o por lo menos intentar oírla; me sentía mareado.
Habían pasado 20 minutos y no me había dado cuenta, hasta que el profesor me saco de mi zona de imaginación. (Mis amigos más cercanos me dicen que me quedo mirando hacia un lugar durante mucho tiempo hasta que reacciono, a eso ellos le llaman "su zona de imaginación") De cualquier forma el profesor había dictado cosas muy importantes para los próximos exámenes y no los había copiado por estar despistado.
Saque mi cuaderno del bolso junto con un lápiz y... apenas lo abrí me sorprendió ver que en la primera hoja había un escrito con tinta "Are you ready?" (¿estas listo?) un frió bajo desde mi cabeza hasta mis pies; el profesor se acerco a mi con intención de revisar mi cuaderno para asegurar que había realizado las tareas que mando la semana pasada y me lo quito de la mesa, por suerte recordé que había hecho la tarea así que no me preocupé.
Al terminar la clase el profesor anunció que tenía algo que hablar conmigo. Me regaño luego de que todos hubiesen salido del aula, ya que había visto una cantidad de dibujos que había hecho sobre el, que normalmente hacia para pasar el rato dentro del salón de clase; aunque el profesor me gritaba y sermoneaba, no conseguía concentrarme en lo que decía... solo podía pensar en lo que estaba escrito en mi cuaderno.
El profesor siguió gritando y no podía evitar ignorarlo, tome mi cuaderno y me fui con la cabeza baja sin decir nada... sabía que al día siguiente tendría problemas, pero no lo pensé dos veces y tal vez me arrepienta de ello.
Salí sin alzar la mirada, mis amigos me siguieron un momento pero dije que quería irme solo y se fueron. No alcancé a darme cuenta de que estaba empezando a llover. Seguí caminando mirando a todos como si mi vida había terminado.
Ya estando cerca de casa empecé a sentirme mareado, como si me estuviera quedando dormido mientras caminaba... y en un parpadeo ya estaba tirado en el piso de la acera... me paré con dificultad y camine tambaleando hasta mi casa sin poder pensar claramente en nada, mientras la lluvia se hacia cada vez más fuerte, mi mente estaba totalmente en blanco.
Cuando pude llegar a mi casa, no encontraba las llaves dentro de mis bolsillos, supuse que debieron caerse cuando tropecé. Todo adolorido y mareado empecé a tocar la puerta, aunque no valía la pena ya que no tenia la fuerza suficiente para que se oyera...
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Una vida sin ti
Mystery / ThrillerLa forma tan fácil con la que nos enamoramos de alguien es fascinante. Las cosas que podemos llegar a sacrificar por esa persona. Lo mucho que podemos luchar, lo mucho que podemos llorar. Cuando se van, simplemente no queda nada. De repente te pregu...