Capitulo 5 (Desde otra perspectiva)

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Desde otra perspectiva


Le había prometido no salir... No podía romper mi palabra.... Pero no podía dejar que se lo llevaran...

¿O sí?

Cerré mis ojos con fuerza esperando a que todo acabara pronto... Para cuando los abrí el y los hombres de negro ya se habían ido. Salí debajo de la cama con sentimientos de culpa, había dejado que se lo llevaran sin mostrar ningún interés en salvarlo.

-Soy la peor... -Dije en voz alta.

Me arme de valor, lo mínimo que podía hacer era ir a buscarlo, fui hacia la ventana de su cuarto, solo con la esperanza de ver hacia donde se dirigía el auto, pero ya se había perdido. Ya no tenía más ideas, me tiré en la cama a pensar. Recordé que hace solo unos minutos Alexander estaba abajo charlando conmigo y el.

Me levanté de la cama, y con algo de miedo bajé por las escaleras hasta llegar a la mitad. Estaba la puerta tirada en el piso, tragué saliva y seguí bajando. No parecía haber señales de Alexander, me preguntaba si lo habían matado... Sería un problema ya que era al único que podía pedirle ayuda.

No lo veía por ninguna parte así que debía haber escapado.

-Pero ¿Por dónde? -Dije mientras veía todo el lugar- Supongo que no queda de otra.

La única opción era ocupar el lugar de Alexander en aquella situación. Simulé que los hombres entraban de nuevo a la casa, me oculte en la cocina, obviamente la puerta no era una opción viable.

La única salida que parecía lógica era la puerta que daba al patio trasero, ¿pero, cómo? desde pequeños esa puerta siempre estuvo cerrada, con cadenas y un candado. Fui hasta la puerta, solo se oía el viento soplando con fuerza en aquel atardecer. La puerta estaba totalmente abierta, el candado en el piso pero curiosamente las cadenas no estaban. Me detuve un momento solo para estar totalmente segura de que estaba ahí. Pasaron los minutos pero no se escuchaba nada así que salí. Aquella tarde era hermosa, el sol cubría todo con un hermoso color naranja, al salir, el viento hizo volar mi cabello. Me concentré demasiado viendo como el sol aun se ocultaba, y aunque a algunos les moleste para mí era algo muy agradable, me recordaba aquella tarde cuando todo ocurrió...

Nunca esperé que... mientras veía el atardecer unas cadenas pudieran pasar alrededor de mi cuello y empezaran a ahorcarme.

-¿Qué haces aquí Chantal? -Dijo una voz escalofriante, pero a la vez me resultaba conocida- ¿No te dijeron que los niños no deben salir de su casa sin permiso?

-¡Cállate! -Dije yo mientras forcejeaba para liberarme.

-Se que ellos te buscan... ¿No sería mejor para ti morir aquí a estar huyendo de para siempre? ¿Ahh? ¡¿Chantal?! -Dijo él mientras me ahorcaba sofocándome.

-No puedo morir aquí ¡y menos con alguien como tú! -Dije en voz muy baja.

-Tienes razón, el no me lo perdonaría -Dijo mientras soltaba poco a poco las cadenas.

Aproveche y de un momento para otro ya estaba tirado en el suelo de aquel patio trasero, era Alexander, pero nunca pensé que su voz llegase a sonar así de tenebrosa, seca y ronca. Lo até con las cadenas hasta que no pudo mover los brazos.

-¿Como sabes que ellos me buscan? -Dije yo.

-Es una larga historia... -Dijo calmado como si ya fuésemos amigos- Por ahora lo mejor será salir de aquí, ellos podrían volver, ¿Lo sabes no?

Una vida sin tiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora