—Renuncio, Alya. —la ojiazul se sentó al lado de su mejor amiga en la banca de la escuela, suspirando pesado.
—¿A que renuncias? —volteó su mirada a ella, con confusión total.
—A intentar conquistar a Adrien, nunca se fijará en mi. —la mira y se encoge de hombros.
—¿Qué? ¿Acaso enloqueciese? —frunció el ceño.
—Creo que ya he salido de la locura... Adrien jamás se enamorará de mi, ama a Ladybug, como todos. —mira el suelo con tristeza, a veces odiaba a su alter-ego.
—Pero Mari... —
—No, Alya, y es mi respuesta definitiva. —el timbre sonó y ella se levantó. —Es hora de entrar a clases, vamos.. —le regala una sonrisa forzada, intentando tranquilizarla, para después caminar al salón, con la mirada fija en el suelo.
Marinette pasó el día con la mirada triste, vacía, ni le dirigía la mirada a Adrien ni hablaba con Alya, sólo se fijaba en la clase o en su cuaderno de diseños. Y, lo más importante, no dejó ver su sonrisa en todo el día.
Mientras salía de la secundaria, cabizbaja, se chocó con alguien, un cuerpo mayor que ella y algo trabajado. El olor y la camiseta negra, con pequeñas rayas de colores, de este la hizo saber quien era, por lo que no despegó su mirada del suelo. Se había resignado, pero no significaba que dejaba de sentir algo por él.
—Lo siento, no miraba. —murmuró suave, para luego seguir con su camino.
—No, fue mi... culpa. —dijo Adrien mirándola ir, confundido por su actitud.
—Eso sí que es raro. —musitó Plagg. —Siempre que te ve balbucea y se sonroja, esta vez ni te vio. —
—Sí.. —dijo mirando el camino por donde ella se fue. —Parecía triste. —ladeó su cabeza. —¿Qué tendrá? —
—¿Qué voy a saber yo? Los humanos son complicados.. ¿ayudaría si le das queso? Pero no del mio, mi queso es mi queso. Deberías comprarme queso, mucho queso...¿de qué hablábamos? —lo miro confundido.
—Cállate y escondete, Plagg. —metió al kwami en su bolso y fue hasta la limosina Agreste.
Adrien pasó su día sin poder olvidar a Marinette, la expresión triste de su rostro hacia que él se sintiera mal, algo le faltaba. La linda y persistente sonrisa de la chica le iluminaba el día y que ese día no tuviera ninguna hacia que él se sintiera..gris y vacío.
«¿Qué podría estarle pasando a mi princesa?» Pensó él. «Un momento...¿desde cuando Marinette es mi princesa? Yo amo a Ladybug, aunque ella no me corresponda y Mari tiene esa linda sonrisa que simplemente me e...¡No, yo amo a Ladybug!»
Decidió hacer sus deberes después de aquello, despejar su mente un poco de todo, y lo logró por alrededor de media hora. El encuentro con Marinette no abandonaba su mente, no podía quedarse sentado sin hacer nada cuando sabia que ella estaba triste, debía hacer algo.
—Iré a verla. —pensó en voz alta.
—¿A quien? —dijo Plagg con su queso en la boca, volando a su lado.
—A Marinette. —
—Oh, bueno. —se encoge de hombros.
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Will You Accept Me?
FanfictionMarinette, en su último año de secundaria, ha rendido a intentar conquistar a Adrien, y esa misma noche recibe la visita de su caballero de negro, el cual se veía preocupado por el cambio de humor de ella. Esa noche, Chat le hizo la promesa de visi...